Acabábamos de llegar, era un lugar bastante pobre. Cuando bajamos de la camioneta, muchos niños de entre 4 y 9 años nos miraban. Sus ojos brillaron al vernos. Ellos se nos acercaron y nos abrazaron a todos. Era como si ellos nos hubieran esperado.
Reyes nos puso a bajar cajas, pusimos las cajas dentro de un lugar techado. Las chicas bajaban algunas plantas en bolsas. Bajamos alrededor de 50 cajas. Me sentía cansado. No eran cajas pequeñas, era como de 1.5X1.5 mts.
Al acabar, nos sentamos en el suelo y descansamos un poco.
-¿Qué hacen ahí?-nos preguntó Reyes.-su trabajo apenas va a empezar.
Rodríguez nos miró y se empezó a reír.
-Deben preparar la comida.
-¡Al fin!-gritaron los Smith.-Me estoy muriendo de hambre.-dijo Antonio.
-No es para ustedes, es para el pueblo.
-Deben preparar comida para muchos niños.-nos dijo Rodríguez.-así que mejor empiecen.
Reyes y Rodríguez nos guiaron hasta una cocina.
-Todos los ingredientes están ahí-señala una caja.-deben seguir las instrucciones de Coco.
Me puse los guantes, el delantal y la red. Mire a los chicos, solo Hooder y yo nos habíamos puesto el "uniforme"
-No quiero ser grosera-dijo Coco-pero si no me van a ayudar, es mejor que se vayan.
Los chicos se miraron entre sí y se fueron.
Coco suspiro enojada. Me miró y me sonrió de lado.
-¿Cómo les puedo decir?
-Yo soy Hooder y él sardina-me señaló. Coco sonrió.
-Pues...¿Qué esperan?, hay muchos pequeños hambrientos allá afuera.
Coco nos entregó a un menú. Haríamos sopa de letras, hamburguesas y pay de limón. Después nos dio las instrucciones y enseguida empezamos a hacer la comida. A mí me tocó hacer el pay de limón. No tenía idea de cómo hacerlo. Coco me explicaba, pero no le entendía nada. Le pedí permiso para usar mi teléfono y buscar la receta. Ella se empezó a reír.
-No encontrarás señal en este lugar. En esa libreta están las instrucciones.
Tome la libreta y busqué la receta para el pay de limón.
"Ingredientes:
· 2 tubos de galleta María
· 1 lata de leche evaporada
· 1 lata de leche condensada
· 6 limones
Cantidad: 10 personas."
-¿Para cuantas personas debo hacer?-le pregunté a Coco.
-Para 50.
Tome 30 limones, los corte y los exprimí en un vaso. Tome 10 tubos de galletas, 5 latas de leche evaporada y 5 de leche condensada.
"Paso 1:
Se exprimen los limones para tener el jugo de limón sin semillas."
Listo.
"Paso 2:
Se licúa la leche evaporada, la leche condensada y el limón hasta que quede una crema."
Busque la licuadora y al momento de mezclar todo, Coco me miró mal.
-¿Estoy haciendo algo mal?-le pregunté.
-Sardina, tienes que hacerlo poco a poco. No hagas la mezcla enorme. Primero has una, luego otra y así sucesivamente. No querrás decepcionar a mis pequeños.- camino hacia la caja y sacó 5 moldes.- aquí lo haces.
Después de mi pequeño regaño, calcule el jugo de limón y vacié un poco, después puso las dos leches.
"Paso 3:
En un recipiente se pone de base galletas marías y se le agrega la mezcla anterior y se siguen haciendo capas de galletas y de la mezcla hasta llegar al tope del recipiente. También puedes moler las galletas, ponerlas en el molde y luego poner la mezcla."
Decidí hacer la segunda. En un molde puse las galletas y con ayuda una cuchara empecé a moler las galletas. Puse la mezcla y lo metí al refrigerador. Así hice las 4 siguientes. Fue algo fácil.
Lave mis manos y me senté un rato.
-¿Necesitan ayuda?-les pregunté.
-No, muchas gracias por ofrecerte-me contestó Coco.
Miré a Coco. Ella ya era una mujer grande. Su pelo estaba color blanco. Es muy robusta y es pelirroja. Me recordó a mi abuela.
Después de dos horas, empezamos a servir en platos desechables la sopa. Rodríguez y Reyes entraron a la cocina.
-Huele riquísimo-dijo Reyes.
-¿Y los demás?-preguntó Rodríguez enojado.
-No quisieron ayudar-les dije.
Ellos se miraron. Tomaron las charolas con la sopa y salieron. Coco sirvió sopa a nosotros y para ella.
-¿Sabe rica?-nos pregunto Hooder.
Coco la probó e hizo un gesto de asco.
-Sabe riquísima-le dijo.
Hooder bajo la mirada.
-Te estoy mintiendo-le sonrió y se paró para abrazarlo.-para ser principiante lo has hecho de maravilla.
Después de comer y servir la sopa, las hamburguesas y el postre, Coco nos llevó con los niños.
Entramos y ellos nos aplaudieron. Algunos pequeños se nos acercaron y nos agradecieron por la comida. Me sentí bien, sus miradas eran tan sinceras, tan lindas.
Nos despedimos de ellos y nos fuimos. Subimos a la camioneta y ahí estaban los chicos con cara de regañados.
-Ha sido un éxito este día-nos dijo Rodríguez.-muchas felicidades Hemmings y Miller.-Tienen a favor algunos puntos.
-¿Qué significa eso?-gritaron los demás furiosos.
-Cada que hagan algo bueno, tendrán puntos. Esos puntos serán como un regalo. Los pueden intercambiar por cualquier cosa-nos contestó Reyes.
-Hemmings y Miller tiene 5 puntotes. Ustedes-señalo a los demás-no tienen ninguno.
-¿Por qué no?-preguntó Alexis ofendida.
-Por ser unos hijos de puta, por ser envidiosos y por otras cosas más-contestó Hooder por Reyes y Rodríguez.
El auto se encendió y a los pocos minutos llegamos una pequeña casa. En donde viviríamos por una semana.
Solo había 3 cuartos en la casa. En uno las mujeres, en otro Reyes y Rodríguez y el el sobrante nosotros. En nuestra habitación había 4 literas, eso significaba que dormiriamos en pareja. Hooder y yo dormiremos juntos, de cucharita.
Miré el reloj en la muñeca de Hooder. 03:39 de la mañana. No podía dormir, estaba demasiado cansado físicamente, pero mentalmente no. Me puse a pensar en Hera. En su sonrisa, su voz. ¿Qué estará haciendo? ¿Me extrañara?
Era doloroso pensar en ella. Pensar en ella era como autodestruirse.
-Deberías dejar de pensar en ella.-me giré y miré a Hooder.-Ella está con otros. Ella intenta ser feliz.
Cerré mis ojos y lo golpee en el trasero.
-Ella aún me ama, yo lo sé.
ESTÁS LEYENDO
365 cartas para ti
Teen FictionCada día hay una nueva carta. Cada carta tiene un sentimiento diferente. ¿Leerias las 365 cartas que te escribí?