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22. Espíritu navideño

-¿Tienes puesto el árbol de navidad? -pregunte entusiasmado a Mike mientras andábamos a nuestras casas.

-¿Árbol de navidad? Oh no, no me gusta eso.

-¿¡Que!? -dije sorprendido -¿A quien no le gusta la navidad?

-A mi -me sonrió.

-No lo entiendo, todo el mundo ama la navidad, el olor de las galletas de jengibre, las luces en las ventanas de las casas, los calcetines en la chimenea, las cenas con la familia...

-No sigas por favor, que voy a vomitar.

-Eres tonto -lo empuje -Ahora si, ¿por que no te gusta la navidad?

-A mi madre le detectaron el cáncer un 28 de diciembre, no celebramos la navidad desde entonces.

-Lo siento yo-me interrumpió.

-Deja de decir lo siento cada vez que te habló del tema de mi madre, lo ultimo que quiero es que sientas pena por mi -soltó enfadado.

-Es que no se como reaccionar a esto.

-No saques el tema y punto.

-Yo no sabia que tenia relación con tu madre, si no, no lo habría hecho.

-Lo se, lo se...

-Alegra esa cara anda -le sostuve -este año vas a tener navidad.

-No me gusta la navidad, nadie en mi casa tiene ánimos como para celebrarla, Luke.

-Si te gusta, has dicho que antes de que pasara nada la celebrabas, solo que ahora te recuerda malos momentos, pero eso se puede tapar creando buenos.

-Todo lo de navidad se tiro, no tenemos nada.

-Pues yo lo cojo de mi casa, cada año compramos adornos nuevos, no hay problema.

-Luke de verdad que no quiero.

-Ya no es solo por ti, a tu madre le sacara una sonrisa estoy seguro -bajo su cabeza -me gustaría conocerla tiene que ser una persona increíble.

-Lo es -sonrió -¿Enserio quieres conocerla?

Asenti.

-Perfecto, me alegra mucho, no sabes cuanto quiero a mi madre -dio un pequeño salto -vente esta tarde y empezamos a decorar la casa.

-Bien, ¡Navidad para los Clifford! -lo bese y entre en mi casa.

-En realidad mi madre no es Clifford ya que nunca se caso con mi padre.

-No eches a perder el momento tonto, ahora si me voy -le bese.

-Hasta luego.

Camine corriendo a casa, ya que me entretuve un poco.

Después de comer comencé a buscar los mejores adornos de navidad que nos sobraban y los metí en una gran caja de cartón y otras mas pequeñas.

-Mierda -dije para mi mismo al recodar algo.

Esta tarde voy a conocer a la persona que probablemente Michael quiera más en el mundo.

Me lleve la caja a mi habitación y comencé a dar vueltas.

Los nervios recorren mi cuerpo y me van a hacer pasar un mal momento.

Me fui a duchar a ver si así se me pasaba.

Después de esto seguía con el tema así que decidí tomar una siesta.

Abrí mis ojos por el sonido que producía mi móvil. Era el tono de Michael.