Andaba de vuelta a casa con mi mejor amigo, Ashton Irwin, ambos estábamos en el mismo instituto, aunque no en la misma clase, él tenía dos años más que yo, el chaval debería de estar graduado y estudiando en la universidad, pero decidió no hacer nada durante un año y acabo repitiendo, acompañándome así un año mas en esté infierno.
Ambos somos muy buenos amigos, los mejores. Estamos juntos desde que eramos unos críos, el día que Ashton se mudo al mismo barrio en el que yo vivía, se acerco a mi con una gran sonrisa pidiéndome ser su amigo, yo tendría unos siete años y el nueve, a pesar de la diferencia de edad congeniamos como los que más. Nuestras casas están una enfrente de la otra. Eso nos unió bastante, siempre estamos en contacto. Sí tenemos un problema o simplemente nos aburrimos nos escribimos un mensaje y en menos de un minuto estamos en la casa del otro. Odio admitirlo pero adoro a este chico.
Cada paso que daba se me hacia aun mas pesado. Estaba tan cansado, el día de hoy fue agotador, en realidad agotadores son todos los días. Siempre igual.
Odiaba el instituto, lo odiaba, enserio, y no por lo típico de los estudios y los profesores, aunque ellos también aportan su granito de arena al problema, pero saco muy buenas notas así que no me quejo, además me gusta aprender a quien quiero engañar.
La razón por la que mas odio mi instituto -que podría ser sinónimo de infierno perfectamente- es que todos son iguales. Estoy matriculado en un colegio/instituto privado solo de hombres en Los Ángeles desde el primer día en el que empezó mi educación.
A simple vista, el sitio parece una pasada, que todo el mundo es guay y simpático. Mentira. Son todos unos monigotes, insensibles, retrógrados y gilipollas. Encima tenemos que llevar un estúpido uniforme con pantalones holgados negros, camisa blanca y corbata granate, haciéndolo aun mas monótono.
El caso es que todos iban con el mismo rollo de ligones súper heterosexuales que se cogían a todas, solo se respira aire de superioridad en los pasillos y como no pertenezcas a ningún equipo de algún deporte ya ni hablamos de lo que dicen...
Por mucho que intenten dar esa imagen yo se mas que nada que a parte de mi, hay mas gays en el instituto, porque ver hombres atractivos durante tantos años te hace pensar así, al menos a mi me hacia pensar así. Mi padre no pensó en algunas las consecuencias que pudo traerme ese horrible lugar.
Solo podía tomarme un respiro cuando salía del insitituto, eso si conseguía que los pequeños demonios que lo llenan y las llamas que lo envuelven no me cogían antes.
De vez en cuando, Ash y yo caminamos a nuestras casas y nos fumábamos cada uno un cigarro (a ese tipo de respiro me refería) ya que con nuestros padres presentes no podemos.
-Dame fuego Ash -dije sosteniendo el cigarro en mi boca, acto seguido el puso el fuego -¿Haces algo esta tarde? -pregunté soltando el humo.
-Luke, amigo, se que mueres de ganas de liarte conmigo pero tengo novia -dijo en tono bromista, siempre igual.
-Dejate de mierda estúpido -golpeé su hombro sonriendo.
-He quedado con Helen, lo siento.
Helen Way, estudiante en el instituto público que esta a pocos kilómetros del nuestro, tiene mi edad y todo lo que un chico podía desear, al menos eso me decía Ash, estaba locamente enamorado de esa chica.
-No pasa nada, lo entiendo.
-Mañana sí, tengo ganas de que me enseñes ese disco al que has estado tan enganchado últimamente, y de paso tocamos algo juntos.
No lo he mencionado pero amo la música, toco la guitarra, canto, nunca en publico pero lo hago muy bien en la ducha, podría decir que ya era un profesional, al champú y al gel los tengo enamorados con ni voz.
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you share one? // muke
Fanfiction"¿compartes un cigarrillo conmigo?" Luke Hemmings y Michael Clifford forceofmuke ©