42. Abreme

709 101 11
                                    

Y seguí llamando durante un minuto, sin respuesta alguna.

La desesperación tomaba protagonismo en la escena.

Me retiré de la puerta y miré hacía arriba. Por las ventanas podía ver que las luces de la habitación de Michael estaban encendidas así que el estaba dentro.

-Michael -lo llame después de pensarme otra opción mejor, pero ninguna se me vino a la cabeza -¡Michael! -repetía cada vez mas fuerte sin ningún tipo de pudor -¡¡Michael!!

Con las lágrimas saliendo volví a la puerta y la aporreé sin piedad. No me importaba necesitaba verlo como fuese. No me echaría otra vez atrás.

-¡Michael! -volví a quitarme de esa posición y me fui a mirar a la ventana -¡Abreme! -suplique -Michael por favor -termine con un pequeño hilo de voz.

-No vas a parar ¿verdad? -baje mi cabeza para ver a la persona a la que llevaba suplicando durante diez minutos.

Todo lo que quería decirle se me fue al verle.

Estaba completamente cambiado, literalmente. El color de sus ojos estaba apagado, estaban hinchados y aguados, con una mueca que con solo mirarlo podia hacerte llorar. Lo que mas me sorprendió fue su pelo. Se había teñido de rojo, el color con el que lo conocí.

Los recuerdos me aturdían y no pude reaccionar.

-Michael -acabe soltando -Lo siento mucho, enserio, perdoname -me fui acercando poco a poco donde estaba él.

-¿Sabes que es lo que mas me jode? -se cruzo de brazos con las lágrimas a flor de piel -Que hayas esperado casi diez días para venir -negó y cerro la puerta con gran fuerza en mis narices.

Apoye mi cabeza en la puerta en señal de cansancio. Seguí murmurando el nombre de Michael mientras las lágrimas caían. Daba pequeños golpes con el puño y deseando que esto no acabara aquí. Con mi otra mano tiraba frustrado de mi pelo.

De repente sentí como mi cuerpo caía y alguien lo impedía.

Michael estaba frente a mi aguantándome. No tardo en soltarme y dar un paso atrás.

-Lo siento mucho muchísimo, perdóname, soy gilipollas, idiota, estúpido, cualquier cosa que quieras llamarme. Nunca me perdonare lo que hice, yo no puedo seguir así -me costo decir por las fuertes lágrimas.

Michael miraba hacía abajo sin parar de negar y sollozar. Lo notaba, estaba tan destrozado. Y eso me destrozaba a mi.

-Lo siento, lo siento mucho -no sabia que mas decir, no sabia como recalcar mi arrepentimiento. No paraba de repetirle lo mismo.

No me aguante y me avance a él para abrazarlo. No lo rechazó y me agarro con fuerza. Sentía sus lágrimas filtrarse por mi camiseta y los pequeños saltos por culpa del llanto.

-Quiero perdonarte de verdad que quiero hacerlo -aferro sus manos en mi camiseta.

-Esta en mis manos, haré lo que sea, lo que sea, cualquier cosa te lo juro.

Me separo levemente de él y con la voz dulce y casi en susurro dijo:

-¿Quieres pasar? -no tarde en asentir.

Tímidamente entramos, yo antes que él y al cerrar la puerta no me percate, hasta que lo escuche llorar sentado en el suelo.

-Michael -me agache junto a él, parecía tan débil que con solo tocarlo se rompería en pedazos. Estaba apoyado en la puerta con sus rodillas en su pecho y sus manos tapando su hermoso rostro -No quiero que estés así.

you share one? // mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora