14. Vergüenza ajena

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Llevaba unos segundos esperando en la puerta de mi barrio ya que para entrar con el coche hacía falta una llave inalámbrica la cuál Michael no tenía.

Sí, ya llego el sábado y Michael venia a recogerme, iba a pasar el día entero con él, vamos a comprar algo para meter en el microondas e ir a casa de Calum el cual de alguna manera logro librarse de sus padres.

Una camioneta burdeos se podía ver desde bien lejos, pude reconocer que era la de Michael por su matricula, que ya me había aprendido, también lo sabía porque en este barrio presidencial no suelen pasar muchos coches de esa categoría.

Cada vez se acercaba mas y los nervios aumentaban, aunque tenia un pequeño remedio. Antes de salir de casa fume algo ilegal que probablemente me haga pasar una buena tarde.

-¿Listo? -dijo Michael desde el coche.

Lucia con una gorra plana negra hacia atrás y una simple camiseta blanca bastante larga que podía apreciar por las arrugas que se le formaban al sentarse.

Abrí la puerta del coche y le dedique mi mejor sonrisa.

El camino fue fantástico, puso un disco de Iron Maiden. Apenas escuchamos dos canciones ya que el supermercado no estaba a mucha distancia en coche. Ese poco tiempo me valió para notar que Michael se motiva mucho con ellos. A mi no me gustaban mucho pero por ver a Michael moviendo su cabeza de arriba abajo valía la pena.

En el momento de parar ese "pequeño remedio" que me ingenie para controlar los nervios estaba haciéndome efecto. Esto se pondría divertido.

-Hagamos esto rápido -dijo Michael metiendo las llaves y el móvil en su bolsillo, yo me dirigí a los carritos de la compra y empecé a montarme en uno de ellos.

-Ayudame -dije a Michael mientras metía una de mis largas piernas en el carro.

-¿Que pretendes? -río y me cogió por la cintura para ayudarme a meter mi otra pierna.

Mis pelos se pusieron de punta al notar sus manos rozar mi cadera a través de la fina tela de mi camiseta.

-Ahora me llevarás a donde yo te diga -dije una vez bien incorporado en el carro.

-¿Qué? -puso cara de asombro y empezó a reír a carcajadas -lo que pensará la gente cuando vean a una jirafa metida en un carrito de la compra.

Empezó a dirigirnos dentro del supermercado, al entrar, otra pareja estaba saliendo y su cara, bueno, indescriptible, Michael y yo nos miramos y comenzamos a reír.

-¿Por qué te pones mirando hacia a mi? -dijo incrédulo.

-Por que me gustan las buenas vistas -después de eso me mordí el labio y puedo jurar que Michael se sonrojo.

Michael Clifford se sonrojo por mi comentario. Vamos bien.

-Eh si, hagamos esto rápido, por favor -repitió negando con la cabeza sin parar de reír.

-Primero quiero mis oreos -hice un puchero -y mi cerveza.

-Oh no Luke, no mas alcohol para ti por hoy, además no pensaste que siendo menores no podemos comprar alcohol.

Mierda no había caído en eso. Estaba acostumbrado a que Ashton comprara el alcohol ya que el tiene la mayoría de edad.

-¿Que estas hablando? -me sorprendí al saber la capacidad para identificar lo ebrio que estaba de este chico.

-Se te nota mucho que has bebido antes de venir, creeme se muy bien como luce una persona algo bebida gracias a mis amigos los cuales lo están la mayoría del tiempo, y algo colocados, Luke ¿te has metido algo?

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