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38. Te caerán bien

-Tengo miedo -seguí diciendo después de todo lo pasado.

-Te caerán bien -dijo el rubio por décima vez con su mirada en la carretera.

-Pero, pero -frotaba mis muslos con nervios.

-¿Vas a estar así lo que queda de viaje? Porque pienso tirarte por la ventana si es así.

-Creó que eso seria mejor.

-No seas mas tonto -golpeo mi hombro con una mano mientras que con la otra seguía conduciendo -Es solo mi padre, mi madrastra mis hermanos y mi hermanastro.

-¿No serian todos tus hermanastros?

-Técnicamente, los mellizos son hijos de mi padre y de Megan así que llevan mi sangre, pero Martin es el hijo que tuvo Megan con su anterior marido el cual era alcohólico y la madre decidió fugarse con el hijo para una vida mejor. El padre no le dio importancia.

-Vaya historia.

-Si, esas cosas marcaron a Martin, así que tiene una forma de pensar muy caótica y abstracta no te asustes si te dice algo raro.

-¡Me acabas de meter mas miedo!

-¡Oh vamos Luke! -empezo a reír descontroladamente -Pon algún disco de metal prefiero esos gritos a los tuyos.

-Capullo -dije buscando entre los disco y opté por el Suicide Season de Bring Me The Horizon.

A partir de ahí nos callamos. Yo empecé a cantar sin ningún tipo de vergüenza las canciones, imitaba los sonidos de los instrumentos y bailaba algunas partes moviendo mi cabeza de arriba abajo. Michael seguía las canciones pero tenia que tener su mirada completamente en la carretera.

-Ya estamos llegando -dijo al ver el cartel de las millas.

-Ay ay ay! -empecé a moverme por el espacio que me permitía mi asiento.

Se movió a un garaje bajo un enorme bloque de piso lleno de cristaleras. Este era muy buen sitio en Los Ángeles. Las afueras estaban llenas de edificios altos, sin llegar a ser rascacielos.

Salio del coche y yo me agarre a mi cinturón.

-¿Enserio? -dijo desde mi ventanilla.

Abrió la puerta y se quedó un rato mirándome ¿que pretendía? Saco una sonrisa picara y abrí mis ojos lo mas que pude.

-¡Esto es la guerra! -grito antes de colocarse encima mía en mi asiento y empezar a hacerme cosquillas. Esto me podía.

Empecé con la risa tonta y acabe empujando a Michael hacia atrás sin querer haciendo que se diese con la cabeza en el cristal.

-Mierda -se quejo sujetando su cabeza.

-¡Dios mio lo siento! -lo agarre, el seguí sentado encima mía de manera extraña en ese asiento del coche.

-Me duele mucho, dios Luke -cogió mi mano y la puso en la parte de atrás de su cabeza. Tenia un bulto enorme.

-Hay que hacer algo con eso -le ayude a bajar del coche y seguido baje yo.

Subimos al ascensor para llegar al piso de su familia y poner esa cabeza a salvo. Michael no paraba de quejarse por el dolor. Fue un buen golpe.

Muy bien Luke, eres súper oportuno. No se como hago siempre para que algo salga mal.

Michael me indico el sitio y llamamos a la puerta.

Su padre abrió y madre mía si se parecía a él. Eran iguales.

-Hola -salude tímidamente con mi mano puesta en la espalda de Michael mientras este seguía con su cabeza en sus manos.

-¡Papa ayudame! -se echo el -Luke me ha pegado -hizo como si llorara.