Levantado un sábado a las nueve y media de la mañana por capricho de mi novio. Eso no entraba en mis planes de hoy.
Me había enviado un mensaje "urgente" diciendo que quería quedar a las diez para "hablar". Me dijo que no me preocupara, no era nada malo. Creo en su palabra así que procuro no agobiarme mucho mientras desayuno.
Ya no hacia tanto frío fuera, en cuanto la primavera se acercaba en Los Ángeles la calidez lo volvía a inundar. Pero hoy el día era gris, los favoritos de Michael.
Cogí el coche con una pereza impresionante. Sigo sin entender porque me he levantado a esta hora en vez de haber insistido en quedar mas tarde. Michael y su encanto al que no me puedo resistir.
Tuve la suerte de aparcar cerca, todo el mundo esta trabajando a estas horas. Y yo debería de estar durmiendo.
Una vez en frente de la puerta no sabia si llamar al timbre. Su madre y su tía podían estar dormidas y mi intención no era despertarlas.
-¡Buenos días! -dijo Michael abriendo la puerta de sopetón haciendo que yo diese un paso atrás y por poco cayera del porche. Me atrapo las manos antes de dejarme caer -Cuidado.
-¿Cuidado? Ha sido tu culpa, a quien se le ocurre -dije colocandome la sudadera.
-¿Siempre eres tan gilipollas por las mañanas?
-Soy así de gilipollas cuando me levantan temprano sin saber la razón.
-Tu has sido el que ha venido -rió.
-Me puedo ir si quieres.
-No, no, no -repitió llevándome dentro.
Me dirigió a la cocina donde me senté en un taburete frente a la isla. Michael sacaba cosas de los armarios superiores.
-¿Quieres desayunar?
-Desayune en casa -pase del chico y pose mi cabeza en la fría encimera. No paraba de bostezar.
-Pretendia que desayunaras conmigo -puso una mueca triste.
-Pues haberme avisado subnormal.
-¿Quieres un café? Para que estés callado, no hay quien te hable por las mañanas, error mio.
-Umh, perdón, pero tengo mucho sueño -frote mis ojos -Y si, me apetece un café.
No tardo en colocarme una taza negra con algo grabado en ella frente a mi cara apoyada en la encimera.
Se sentó junto a mi, ignoranme mientras comía, empezó a mirar su jardín a través de las ventanas que daban a el.
-¿Donde están tu madre y tu tía? -pregunte acariciando su espalda.
-En el hospital.
-Oh -no me dejó decir nada mas.
-Es el nuevo tratamiento, lo hacen todas las mañanas.
-¿Y.... -buscaba algo para sacarlo del tema -...donde pretendes llevarme a las 10 de la mañana?
-¿Por que siempre tan impaciente? -dijo el rubio teñido.
-¿Por que siempre tan misterioso? -replique.
-Tu deja que yo te lleve ¿no te fias de mi?
-Vale, pero no se porque me has tenido que llamar tan temprano.
-Porque la situación lo requería -se levanto dejando el bol y la cuchara en el fregadero, también mi taza -Yo no entiendo tu obsesión por dormir.
-¿Perdona? Eres tu el que se pasa las tardes durmiendo la siesta.
-Vale, para, yo ya estoy listo -se levanto y me empujo de la silla.
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Fanfic"¿compartes un cigarrillo conmigo?" Luke Hemmings y Michael Clifford forceofmuke ©