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13. Contigo siempre

-¿Puedes dejar de moverte? -dijo Ashton parando mi pierna con fuerza, que anteriormente se movía muy rápido a causa de los nervios.

-No entiendes la gravedad de la situación ¿verdad? -dije susurrando, nuestros amigos estaban delante y no quería que se enteraran de esto.

-He tenido muchas primeras citas se por lo que estas pasando -termino dando un mordisco a su chocolatina.

-Esto no es una cita, subnormal -dije sonrojado.

-Pobre e inocente Lucrecio

-¿Enserio crees que Michael me pediría un cita? -volví a hablar antes de que contestase -después de enterarse de que una chica despampanante lo utilizo -alzo la mano para hablar -no, Ashton no.

-Esta bien lo que dices pero yo le veo mas sentido a esto -le iba a interrumpir pero tapó mi boca -dejame hablar -le asenti aun con su mano en mi boca -Esta depresivo porque una chica le mangoneo e utilizo y que mejor manera de arreglarlo que despejar su mente con un sexy rubio de ojos azules ¿eh?

-Pues que fuese un chico teñido con ojos verdes -le saque la lengua y me sacudió.

-Sabes que lo que estoy diciendo es verdad, por eso intentas evadir el tema.

-Puede -le mire de reojo antes de levantarme para llevar mi comida a la papelera.

El hecho de que había una pequeña posibilidad de que esto fuese una cita me hacia muy feliz y si no lo fuese me daría igual porque pasaría tiempo a solas con Michael, que juro, que voy a aprovechar para atraerlo mas a mi. La idea de que la primera vez que salga a solas con el sea en un supermercado para comprar un tinte de pelo rubio me parecía tan original y diferente. Seria algo por lo que solo nosotros habríamos pasado. Me gustaría que nuestra historia empezase ahí.

No es el sitio mas romántico pero Michael no es así, ni yo. No me gustan los típicos clichés de las flores, bombones y restaurantes caros, prefiero pasarla estando en casa viendo una película rodeado de velas y comiendo pizza. Lo de las velas es algo que me encanta desde siempre, mi hermana las ponía en su habitación cuando me leía libros, eso lograba relajarme y era capaz de concentrarme tan solo en lo que mas me importase en esos momentos. Hablando de mi hermana, tengo que llamarla. Estuvo el fin de semana con Ryan y no puede ir con ella, porque el gorila no la dejaba.

Poco después de volver a la mesa toco el timbre de las clases. Ya solo quedaban tres horas mas, las cuales se hicieron eternas. Yo solo quería salir de aquí para hablar con Michael. El puto niño no salia de mi cabeza y creo que mi falta de atención de hoy se notaba bastante.

Por fin el sonido que indicaba el final de las clases sonó.

Salí corriendo a la puerta para esperar allí a Ashton.

-¡Corre! -dije cuando apenas lo vi a mi lado.

-Tranquilo, ¿crees que el habrá salido ya?

-Siempre salen antes que nosotros.

-A mi no me metas prisa -dijo parandome para andar mas lento -Dame un cigarro.

-Te lo doy si vamos rápido.

Ashton hizo una mueca de pocos amigos y comenzó a correr.

-Pero así no! -le grite.

-Dame mi cigarro -repitió unas cuantas veces.

Comencé a buscar entre toda la mierda que tenia en mi maleta para coger un cigarro para Ash y el mechero.

-¿Tu no coges? -preguntó.

-Lo reservo para Michael -Sonreí sonrojado por culpa de la estúpida cara que puso Ashton al oír aquellas palabras.

Apenas llegábamos y pude ver como Michael se encontraba buscando algo en su camioneta mientas que Calum estaba con sus amigos en el banco de siempre.