7: ¿Lo soy?

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Parvati vio a su hermana gemela Padma Patil llegando a la reunión, no se le hizo raro que llegara tarde ya que le era bien sabido que ahora era la nueva ministra su horario así como la cantidad de trabajo eran realmente extenuante.

Se acercó a saludarla y se disculpó con Gregory mientras lo hacía, a lo que él respondió que no se preocupara y que la saludara de su parte.

Al quedarse sólo, respiró profundo, no conocía a casi nadie de esa fiesta y la gran mayoría lo veía de reojo, se daba cuenta, había miedo y rabia en esas miradas, pocas eran de condescendencia.

Tomó con fuerza el vaso de cerveza de mantequilla que se estaba tomando e hizo todo lo posible por ignorarlos a todos, se dio la vuelta y decidió observar al grupo de Jazz que estaba tocando en la tarima elegantemente diseñada.

Draco y Harry no había escatimado en gastos con referente a ésta ceremonia, incluso las invitaciones había sido diseñadas en cristal fino, venían con una botella de champán turco, no se imaginaba que tan elegante sería la boda, no podía estar más feliz por su mejor amigo y por su elección de esposo, sabía que desde la escuela había estado creciendo ese sentimiento de amor por aquel al que solía llamar cararajada.

Ese mismo sentimiento que sin que él se diera cuenta, había estado creciendo lentamente pero a paso seguro por un pelirrojo pecoso, la diferencia era que él si había sabido ocultarlo bastante bien, sobretodo porque la gente a su alrededor siempre se concentraba en Draco que era el líder del grupo.

Pero ese sentimiento está ahí y lo sabes muy bien Gregory... entonces... ¿Qué hago con él?... ¿Me lo trago?

Una vez más lamentó que Vincent no estuviera presente, con él podía ser todo lo sincero que sus miedos le permitían.

-¿Sigues aquí? - le preguntó una chillona voz a su derecha, al girarse sólo un poco, pudo ver a la señora Thompson observandolo cripticamente con una ceja alzada.

Sabía quién era esa señora, sabía lo peligrosa que era su lengua, lo lejos que podían ir sus chismes y las historias que podía llegar a inventarse en su cabeza.

No le parecería nada raro que hubiese sido ella una de las principales autoras de todos esos chismes que circulaban de un lado para otro sobre él o sobre Ronal Wesley.

Sin embargo, en ningún momento se le podía olvidar que estaba en el recinto de ceremonias en vísperas de la boda de su mejor amigo y debía mantener la mayor compostura y educación que su paciencia, la cual por suerte era extensa, le permitiera.

Por eso y a pesar de saber que seguramente la señora Thompson no se había acercado a él para tener una agradable conversación y más por haber comenzado con aquella frase, Gregory sólo se limitó a sonreirle de medio lado y a exclamar:

-Buenas noches señora Thompson - Le dijo en tono tranquilo - Luce muy bien ésta noche.

Era mentira, Alice Thompson vestía un traje formal con flores que la hacían lucir como un sofá viejo de los años treinta y llevaba un sombrero exageradamente grande para su diminuta cabeza.

Ella no dijo nada de inmediato, lo observó de arriba abajo para luego decir:

-Pensé que a éstas alturas ya te habrías ido - le contestó ella de forma seca.

La frase y la forma en la que se la dijo, le terminó de confirmar su hostilidad, sin embargo, mantuvo la calma.

-¿Por que habría de irme señora Thompson?... Es la ceremonia de antesala a la boda de mi mejor amigo.

Se lo dijo en un tono calmado y despreocupado, para hacerle entender que no iba a incomodarlo.

Pero como se dijo antes, la señora Thompson no estaba familiarizada con las sutilezas y soltó aquella frase que desequilbró a Gregory.

-Porque un asesino como tú no debe estar junto a gente decente, gente buena.

En ese momento Gregory entendió tres cosas, que esa señora sólo vivía para hacer sentir incómoda a la gente, que su pasado y el de sus mortífagos padres iba a perseguirlo para siempre y que había sido ella quien le había enviado aquel papel con un niño con aquellas palabras acusatorias.

-A si que fue usted ¿No? - No pudo evitar decírselo de frente ¿Hasta dónde llegaban los alcances de esa mujer? - Fue usted quien envió a ese ni lo a entregarme aquel papel.

-¿Cuál papel? - Su mirada de confusión vino acompañada de una sonrisa traviesa y Gregory no tuvo ninguna duda.

-Debería darle vergüenza utilizar a un niño de esa forma sólo para lastimar a la gente.

-No... vergüenza me daría haber tenido padres mortífagos y haber asesinado personas... Como lo hiciste tú.

Ahí estaba, el fantasma de lo que había ocurrido con Yagami Chang lo seguía persiguiendo... A más de un año que había ocurrido.

-Con permiso - se dio la vuelta y rodeó la mesa del bufet, era mejor no entrar en discusión con ese tipo de personas que jamás entenderían nada.

Estaba tratando de concentrarse en su elegir mariscos picantes o ácidos cuando la voz de la señora Thompson se oyó detrás de él.

-¿De verdad no te da vergüenza muchacho? - su voz era por demás irritante - ¿Aparecerte en público sabiendo que la gente te tiene miedo?

Él se giró rápidamente para verla, tan rápido, que aquello la asustó y la hizo dar dos pasos hacia atrás y llevarse la mano al pecho.

-Y si la gente tanto me tiene miedo ¿Por qué está usted aquí?... Si tanto le desagradan los personas hijos de mortífagos entonces ¿Que hace en ésta ceremonia?

Por un momento fue evidente que la señora Thompson se quedó sin argumentos, pero en respuesta sólo alzó la barbilla y contestó:

-Estamos hablando de ti, no de mí.

-No, usted quiso hablar de mí que es muy diferente.

-Te voy a estar vigilando Gregory Goyle, nadie en este pueblo va a confiar jamás en un asesino como tú... alguien que está dispuesto a matar sin medir las consecuencias y...

De repente la señora Thompson se encontró sola, hablándole a la nada, Gregory se marchó a toda prisa.

Salió del salón de ceremonias, necesitaba irse, salir al exterior, respirar aire fresco porque el de allá adentro lo estaba agobiando.

Apenas dio unos cuantos pasos cuando sintió que alguien lo había tomado por el brazo.

Al detenerse y girarse, la cara de Draco Malfoy estaba frente a él.

-Hey ¿A donde crees que vas?

-Lo siento amigo, necesitaba aire fresco, es todo.

-Goyle, tú a mi no me engañas, te conozco, se que algo te pasa y aparte te vi hablando con la señora Thompson y después saliste casi que corriendo del lugar, tuve que disculparme con Harry para venir a buscarte.

-Disculpame con Harry, no es mi intención arruinales su noche... Por eso creo que es mejor que me vaya.

-Dices que no quieres arruinar la noche, pero eres mi mejor amigo y te vas a ir en uno de los momentos más importantes de mi vida.

-Lo siento Draco.

-No lo sientas, quédate.

-No quiero regresar allí adentro, me siento muy incómodo, la gente me mira muy feo, con irá, miedo, hasta lástima... No quiero sus miradas acusatorias sobre mí toda la noche.

-A ver... ¿Qué fue lo que te dijo esa maldita bruja de Alice Thompson?

-Nada que no fuera verdad... Disculpame con Harry... y con Parvati.

Se dio la vuelta y emprendió su caminata.

-Gregory espera, espera... ¡Detente por favor!

Pero sin importar cuanto Draco lo hubo llamado, Gregory siguió su camino, subió a su auto y se marchó, no sabía exactamente a donde iba a ir, pero necesitaba serenarse, drenar sus emociones y sobretodo no pensar... por que sólo una cosa rondaba su cabeza en ese momento.

¿Lo que la gente como la señora Thompson dice de mí será verdad?

¿Soy un asesino?... ¿Lo soy?

El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora