El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)

41: Un idiota enamorado

Goyle sintió en sus papilas gustativas un intenso y desagradable sabor amargo... Tan desagradable como un café sin azúcar.

Talvez algo parecido pero multiplicado a la milésima potencia era lo que había saboreado Ron el día de su boda.

Descubrió a su futuro esposo engañandolo con quien creía su amigo, al novio de su hermano mayor montandole los cuernos y a su otro hermano mayor teniendo sexo con ambos... Todo junto en una gran explosión.

¿Había algo peor que eso?

Sí... Que tu propia madre demostrara una vez mas su favoritismo ante tus hermanos, se pusiera de parte de ellos y te pidiera que no dijeras nada, que te hicieras de la vista gorda y que estabas exagerando todo.

-Ahí lo tienes Gregory... Ya puedes morir en paz sabiendo con detalle lo que pasó ese día... Siéntete privilegiado porque la mayoría de los miembros de mi familia no saben esto.

-No - respondió Goyle con la voz reseca - en lugar de eso, decidiste cargar un dolor tú solo, guardando las apariencias de una familia rota y peor aún... De... Personas que no se lo merecen... Cormac, Norman, Bill... Ni siquiera tu madre se merece que te estuvieras matando estos cuatro años para protegerlos.

-Ya no lo hago por ellos Goyle - respondió Ron aún con la voz tranquila, aunque las lágrimas ya resbalaban por sus mejillas - lo hago por la parte de mi familia que no sabe nada.

-Pero...

-Norman está mas relacionado con mi familia de lo que tú crees... No solo con Charlie... Él era de Ravenclaw, pero estaba en el mismo año de Fred y George y fue su compañero en clases compartidas y se hicieron amigos, fue maestro de clases particulares de pociones de Ginny cuando ella estaba en cuarto curso, trabajó en el ministerio con Percy... De hecho fue él quien lo presentó a la familia el día que Charlie lo conoció... Solo imagínate como se sentiría cada uno de ellos al descubrir la verdad... Sin mencionar como se sentiría papá al enterarse de lo que hizo Molly... ¡No!... No puedo hacerlos pasar por algo así.

-¡¿No puedes hacerlos pasar por algo así pero si eres capaz de sacrificarte tu sólo y sufrir en silencio mientras que los verdaderos culpables son felices?! - Goyle no podía creerlo, se negaba a aceptarlo - ¿Te parece que eso es justo?

-¿Justo? - Ron volteó a verlo incrédulo - ¿De cuando acá la vida es justa?... ¿Ha sido justa conmigo en algún momento?... No lo creo - se giró de nuevo para mirar por la ventana - Ron Wesley siempre será la segunda opción y el personaje secundario de su propia historia.

Goyle se acercó a él decidido y tomandolo por los hombros le dio la vuelta para que lo mirara de frente, directo a los ojos.

-Escuchame bien Ron Wesley... Si antes te creía una persona increíble y maravillosa, si antes pensaba que estaba enamorado de ti ahora al saber lo que eres capaz de sacrificar y hacer por tu familia... Siento que te amo más.

Ron sonrió en medio de las lágrimas que enmarcaban su rostro.

-Ron... Realmente no puedo creer que hayas aguantado tu solo todo éste dolor por cuatro años... Eres tan...

-¿Tonto?

-Valiente... Bueno... Humilde... En serio eres maravilloso... Pero que lo hayas hecho por una buena causa, no significa que haya estado bien callar.

El Slytherin le tomó las mejillas y acercó su rostro a él, rozó su nariz con la del Gryffindor sin perder el contacto en ningún momento.

-Escucha mi pequeño pelirrojo... De verdad me encantas... siempre lo has hecho... y quiero hacerte feliz... Es lo que mas deseo... No voy a ponerte ningún tipo de presión para que digas la verdad, es tu desición... Sin embargo quiero que sepas una cosa... Es difícil buscar y encontrar la felicidad cuando llevas en tus hombros un peso tan terrible como ese.