43: La diferencia entre tú y él.

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-Sí-  fue la sincera respuesta de Liver - hicimos esa apuesta hace casi una semana ya... Yo aposté una Nimbuzz 2023 si no conseguía acostarse contigo... y él... Una caja de vino de mandrágora si lo conseguía.

A Ron se le cayó el alma a los pies... ¿Entonces era cierto?... Siempre le había dicho la verdad, a pesar de que él se negaba a creer que Blaise hubiese sido tan ruin y asqueroso como para hacer una apuesta sobre él.

¿Por que se sentía tan mal al saberlo si Blaise había sido honesto?

Talvez porque como lo pensó desde un principio, no creía que nadie pudiera ser tan cara dura, imbécil e idiota para apostar la intimidad de otra persona como si se tratara de un pedazo de carne... Pero si lo había hecho... Blaise de verdad lo había hecho.

La decepción lo embargó... una decepción tan grande que no sentía desde hace cuatro años.

-¿De quien fue la idea de la apuesta? - Preguntó Ron regresando a la realidad.

-¿Que importancia tiene eso?

-¡La tiene para mí!... ¡¿De quien fue la maldita idea de apostar conmigo como si fuera un trofeo?!

Liver tomó aire y desvió la mirada con vergüenza, no lo estaba haciendo para librarse de la culpa, lo hacía porque era verdad y era lo mínimo que le debía a Ron.

-La idea fue de él Ron - dilo casi en un hilo de voz, como esperando que el pelirrojo no escuchara - Blaise fue quien quiso apostar.

Eso era todo, hasta ahí había llegado su comprensión, su respeto y cualquier tipo de cariño o cortocircuito que hubiera podido tener con el Slytherin de piel chocolate.

-Escucha Ron - le dijo Liver - sé que hicimos muy ma...

Pero Ron no lo dejó terminar la frase, pues la rabia de saber la verdad con certeza lo cegó e hizo que formara un puño con su mano izquierda y lo estrellara en la nariz de Liver quien cayó hacia atrás aullando de dolor y agarrándose la nariz mientras la sangre salía a borbotones.

Las personas presentes quedaron impactadas al ver el suceso.

-¡Son unos desgraciados!... ¡Te quiero completamente lejos de mí o te juro que me encargaré de que todos en Grinmaud Place sepan el tipo de apuesta que el afamado y respetado director de "El profeta" le gusta hacer para divertirse a costa de los demás.

Ron se fue de ahí con las manos hecha puños hasta su auto, condujo con una furia ciega hasta el ministerio municipal de Grinmaud Place donde estaban todos los aurores.

Al entrar, no supo como pero se presentó ante una de las secretarias que atendían a los clientes con muchísima calma... Talvez porque dentro de si mismo, sabía que si se presentaba exaltado era evidente que iban a sacarlo o encerrarlo.

Sin embargo, no tuvo que esperar a que lo atendieran, la vida se encargó de ponerle al frente a la persona que estaba buscando, el auror en jefe de Grinmaud Place estaba saliendo de su oficina en ese preciso momento y sonrió de forma ladina y coqueta al ver a Ronald.

-¡Vaya, vaya... Pero ésta si que es una maravillosa sorpresa! - le dijo Blaise acercándose a él - ¿Tú aquí buscándome?... Debo haberme portado muy bien para recibir semejante regalo.

-¿Podemos hablar en privado? - le preguntó Ron, manteniendo de forma titánica la calma pero sin poder evitar una enorme y pesada seriedad que incluso hizo que Blaise perdiera la sonrisa coqueta.

-¿Pasa algo?

-En privado por favor - Volvió a repetir.

-De acuerdo - Dijo Blaise, señalando con su brazo hacia su oficina y dejando que el Gryffindor vaya adelante.

El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora