El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)

44: ¿Que vas a hacer?

Goyle estaba en su casa, la que había sido de sus padres antes de que estos fallecieran hace algunos años atrás.

Estaba en el sillón mas grande de la casa, tenía una copa de brandy en la mano que movía lentamente mientras su mirada perdida recordaba el pasado.

Su mente recordaba tantas cosas que habían pasado en los últimos días y en las últimas horas.

Había descubierto que había sido la bruja Thompson quien le había impedido conseguir el dinero para montar su negocio.

Aunque una parte de él le estaba agradecido, debido a eso, Ronald había terminado siendo su socio y habían acabado siendo mas que eso, mas que amigos... Ahora estaban saliendo juntos.

Pero también estaba lo que había pasado en la mansión de los Black, la discusión, las peleas... Lo que Ron le había contado sobre el día de su boda... Lo admiraba demasiado por haber aguantado tanto horror el día de su boda.

¿Bill... En serio? Jamás se lo hubiese imaginado ni en un millón de años... y que la señora Wesley lo apoyara le parecía lo mas inaudito de todo.

Ahora entendía su comportamiento en la fiesta, si se veía incómodo no era por él, era por la presencia de Bill, ahora entendía su tono seco cuando le dijo que era el hijo favorito de su mamá, entendía porque al llegar fue el único de sus hermanos que no abrazó, incluso podía comprender que fingió un dolor de estómago cuando lo invitaron a jugar naipes explosivos porque Bill estaba ahí... Por eso no había tenido ningún problema en jugar cuando le dijeron que Bill se había ido con Fleur... Ahora todo cobraba sentido.

-¿Como le haces Ronald? - se preguntó a si mismo en voz alta - ¿Como le haces para ser tan valiente y enamorarme con tu forma de ser cada día más?

Con esa idea en mente, salió de su casa con una desaparición instantánea y se apareció justo frente a la cabaña detrás del campo de magia que los aurores habían creado.

Los aurores que estaban escondidos lo reconocieron de inmediato y lo dejaron pasar, estaban al tanto de que si se tratara de una poción multijugos, al atravesar el campo de magia quedaría al descubierto.

Pero como no sucedió nada, supieron que era el Gregory real.

Al llegar a la cabaña, tuvo que tocar unas tres veces antes de que le abrieran la puerta, pero en cuanto lo hicieron, no le gustó para nada lo que vio.

Ahí estaba Ron, pero se veía triste, con algunas lágrimas que aún resbalaban por sus mejillas que inútilmente trató de limpiar porque de inmediato otras nuevas las reemplazaron.

Goyle sintió como se le arrugó el corazón cuando vio a su pelirrojo con aquel semblante tan triste.

-Hey - lo llamó Goyle cuando Ron lo dejó pasar mientras le daba la espalda para tratar de ocultar de alguna forma sus lágrimas - ¿Que ocurre?

-Nada, no te preocupes estoy...

-No digas que estás bien cuando es evidente que no lo estás Ron... Por favor dime que pasa.

Goyle llegó hasta él y lo abrazó por la espalda, Ron sintió el calor corporal inundandolo por completo, era reconfortante, era lindo y como Gregory era mas grande que Ron en todo, se le hacía fácil cubrirlo.

-Goyle...

-Shh - lo silenció - está bien si no quieres decirme ahora, no te obligaré.

Y ahí estaba otra vez, respetando su desición... Respetando su espacio emocional... Y eso era lo que hacía que confiara en él.

-Lo que pasa es que soy un tonto... Me siento utilizado, burlado... No puedo creer que me hicieran sentir cono un puto trofeo.

-¿De que hablas? - le preguntó despegándose de él y dándole la vuelta para verlo de frente - No comprendo... ¿Que pasó?