El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)

30: Wesley vs Potter

Al día siguiente, ya quedando sólo dos días para la boda de Harry y Draco, Ron estaba sentado frente a la encimera de la cocina, bebía aquel líquido negro y caliente del mundo muggle que tanto le gustaba y del cual nunca se acordaba el nombre.

-Cada vez me gusta mas la comida y la bebida del mundo de los muggles - se dijo a si mismo en voz alta.

El timbre de la cabaña sonó y Ron no pudo evitar girar la vista en señal de fastidio.

-¡Por Merlín son las ocho de la mañana!... ¿Quien viene tan temprano a molestarme?

Se levantó con pereza llevando la taza consigo en la mano y dando pequeños sorbos mientras caminaba.

El timbre sonó una vez más.

-¡YA VOY POR AMOR A MERLÍN!

Al abrir la puerta, se esperaba encontrar con cualquier persona menos con él, al menos no con lo que estaba a menos de cuarenta y ocho horas de pasar.

-¡¿Harry?! - se sorprendió de ver a su mejor amigo.

Pero su mejor amigo no lo saludó, ni siquiera le dedicó algún tipo de sonrisa, en su lugar, Harry mostraba una seriedad como pocas veces Ron le había visto.

Sin siquiera saludar, se adentró en la cabaña a paso decidido manteniendo la mandíbula tensa y apretada.

Ron ya conocía esa expresión y no se venía nada bueno, de hecho hasta podía prever una pelea con su mejor amigo.

-¡¿Se puede saber por que me tengo que enterar por los demás que estuvieron a punto de matarte?! - soltó Harry de repente bastante cabreado.

-¿De que estás hablando? - Aunque Ron tenía la sospecha, no quería adelantarse.

-¡Ah!... Ahora tienes problemas de memoria... Permíteme refrescartela... ¡Te estoy hablando de que estuvieron a punto de matarte en el café de Seamus! ¿y fuiste incapaz de decírmelo?

Sí, era justo lo que estaba pensando.

En realidad no era que a Ron se le hubiese olvidado decirle, no era que no quisiera hacerlo y mucho menos que tuviera algo en contra de que su mejor amigo lo supiera.

En realidad si iba a decírselo pero planeaba hacerlo después de que él y Draco volvieran de su luna de miel... No quería estropearle la felicidad a su mejor amigo.

-Ah, eso - trató de restarle importancia, no porque no fuera algo vital, si no porque no quería pelear por algo que ya estaba prácticamente solucionado, en cualquier momento iban a atrapar a ese sujeto y él estaba seguro con los aurores custodiandolo.

Pero Harry no lo tomó de esa manera.

-¿Como te atreves a decir solo... Ah, eso? - le refutó el ojiverde bastante molesto - literalmente me acabo de enterar en la tienda de donas de Lee Jordan que estuvieron a punto de matarte porque un desquiciado entró disparando la maldición asesina contra ti sin parar y tú solos dices... Ah, eso.

-Está bien, talvez no debí decirlo de esa forma pero...

-¿Sabes exactamente como me enteré de lo que pasó? - le inquirió Harry, su voz denotaba que realmente estaba cabreado y furioso por la situación - Porque Lee Jordan me preguntó que como seguías tú después del ataque de aquel hombre... ¿Puedes imaginarte mi cara y mi expresión en ese momento? Todos en esa tienda se enteraron que yo no sabía nada de lo que le había ocurrido a mi mejor amigo... ¿Tienes idea de como me vi?

Y en ese preciso instante, fue que una lenta pero potente ola de furia en forma de lava comenzó a subir desde lo mas profundo del interior de Ron.

Con la mayor nota de acidez en la voz, le dejó bastante claro a Harry lo que pensaba.

-¿Así que estás aquí por eso?... Viniste hasta aquí a reclamarme no porque te preocupes porque siga o no con vida... Lo que te preocupa es haber quedado como un mal amigo frente a los demás por no haber sabido nada de lo que me pasó... No estás aquí para saber si estoy herido o no, solo estás aquí para saber si es verdad... ¿No es cierto?

-Estoy aquí porque me preocupo por ti.

-Pues no parece, mas bien pareciera que te preocupa lo que los demás puedan decir de ti... ¿Acaso desde que llegaste me has preguntado como estoy?

-Es evidente que estás bien, ayer estuvimos hablando todo el día de lo mas normal y fuiste incapaz de mencionar nada de esto.

-¡NO QUERÍA ARRUINAR TUS DIAS ANTES DE LA BODA NI DESPUÉS!... ¡¿Que tiene eso de malo!

-Lo que tiene de malo es que me lo ocultaste.

-Te lo iba a decir después de la luna de miel... ¿Por que estás haciendo tanto drama por esto?

-¿Tanto drama?... ¿Es en serio?... Ahora veo porque Molly siempre me pidió cuidarte... Si te tomas todo tan a la ligera.

Y la ola de furia se convirtió en un huracán al escuchar aquello.

-¡¿Como puedes tú Harry Potter, ser tan descarado conmigo al decir algo así, si todos sabemos que mi madre siempre te prefirió a ti como su hijo antes que a mí?!

-Eso no...

-¡CLARO QUE ES CIERTO!... ¡TODOS EN MI MALDITA FAMILIA LO SABEN!... ¡CUANDO YO NACÍ MAMÁ SE DECEPCIONÓ PORQUE YO NO NACÍ NIÑA!... Y A TI SIEMPRE TE PREFIRIÓ PORQUE ERAS EL ELEGIDO, EL HIJO TALENTOSO QUE SIEMPRE QUISO, EL NIÑO QUE VIVIÓ, EL GRAN HARRY POTTER.

Sin poder evitarlo, Ron había estallado y ahora estaba vomitando sin contemplaciones todo lo que siempre había querido decir.

-De hecho a mí siempre me catalogaron de esa forma... Siempre fui el mejor amigo de Harry Potter, el compañero de Harry Potter, el secuaz de Harry Potter, el seguidor de Harry Potter, el chico que solo se guindaba de la fama de Harry Potter.

Tenía la respiración acelerada al decir todo aquello.

-Yo nunca fui Ron Wesley, nunca me conocieron por mi nombre o mi apellido... Siempre fue por mi relación contigo, esa es la verdad... Siempre exististe tú Harry, no yo.

¿Cuanto tiempo Ron tenía atorado todo aquello en el pecho queriendo decirlo? Harry no lo sabía, pero era evidente que él mismo lo había presionado para hacerlo.

Ahora podía ver que la manera de llegar a la cabaña no era la correcta... ¿Ahora que procedía?

-Wow Ronald... Me queda mas que claro que hace muchos años que querías decir todo esto.

Harry recordó de pronto a su tía Petunia y aquella vez que teniendo once años, le habló sobre su madre con franqueza, con Hagrid, Vernom y su primo Dudley Dursley presente.

Recordaba perfectamente el aura de su tía ese día, parecía que hacía años que quería decir todo aquello sobre su madre Lily.

Asi mismo se veía Ron justo ahora.

Sin decir nada más, Harry se fue de allí, sin despedida, sin saber que decir, el ambiente estaba tan cargado de tensión que a ambos se les hizo difícil respirar.

En cuanto Harry cerró la puerta tras él y Ron se quedó nuevamente solo, el pelirrojo cayó de rodillas y se echó a llorar.

No de tristeza, no de impotencia, no de arrepentimiento, si no porque a pesar de que jamás había planeado decírselo así a Harry, al final había salido espontáneo y lo había hecho.

No sabía si Harry volvería a hablarle, pero sus lágrimas en ese momento en específico, fueron de paz.

¿Por que?

Por haber tenido la valentía de decir a los cuatro vientos como se sentía realmente, como se había sentido siempre... Porque a decir verdad, era algo que pensaba que moriría con ello... Y ser completamente honesto consigo mismo y con los demás, se sentía demasiado bien.