23: Las veces que sean necesarias

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-¿Estás bien Ron? - Preguntó Gregory nada mas acercarse - ¿Estás lastimado?

Aquello le pareció realmente adorable... Que se preocupara por él de esa forma hablaba mucho de su forma de pensar.

-Estoy bien - contestó con una media sonrisa - ¿Y tú?

-También... ¿Y tú Seamus?

-Estoy bien gracias... Creo que si ustedes no hubieran estado aquí ese sujeto habría acabado con mi local... Pero... ¿Lo conoces Ron?... ¿Por que te estaba atacando?

-La verdad no sé quien es... Jamás lo había visto, sin embargo... Me resulta curioso que el único hechizo que me lanzaba era la maldición asesina... Como si no supiera otro hechizo.

-¿Que estás pensando? - le preguntó Gregory.

La mirada de Ron... Demostraba que algo se estaba abriendo en su mente, había algo que tal vez estaba dilucidando entre todo aquel asunto.

-No importa... La verdad no tiene importancia, no me hagan caso... ¿Quieres que te ayudemos a acomodar todo Seamus?

Gregory no dijo nada, sabía que Ron estaba intentando desviar el tema para que ya no le hicieran mas preguntas, sin embargo tenía que reconocer que tenía mucha curiosidad en también dilucidar lo mismo que Ron... Solo que por el momento decidió callar.

-No, está bien... Hoy voy a cerrar temprano... Todo el mundo se fue y no creo que por hoy nadie vaya a volver... Ademas yo tampoco tengo ganas de atender a nadie mas.

-Está bien Seamus - dijo Goyle metiendo ambas manos en los bolsillos - Pero de igual manera te vamos a ayudar, no vamos a dejarte el trabajo a ti sólo.

Seamus no dijo nada mas y se pusieron manos a la obra, había que levantar sillas, mesas, reparar vidrios, metal, plástico y madera, recoger comida y bebidas que quedaron esparcidas por todo el suelo durante la pelea y el escándalo de las personas que salieron despavoridas.

Ron entró en la cocina del local para llevar algunas tazas de cerámica que había arreglado con un rápido "reparo" y se encontró con Goyle, estaba con la mirada perdida en las bandejas de metal que había reparado y guardado.

-No creo que esa mirada sea porque son las bandejas mas interesantes que hayas visto en tu vida ¿Cierto? - le preguntó Ron al final, acercándose a él y colocándose a su lado - ¿Todo está bien?

El mayor no dijo nada al instante, suspiró lentamente y se giró para ver a Ron con una mirada neutral y una expresión que Ronald no supo descifrar.

-Tengo miedo por ti Ron - le dijo en un tono calmado, aunque Ron atisbó a reconocer un pequeño tono nervioso - No creo que sea buena idea que estés por allí afuera con ese lunático buscándote y ahora con éste sujeto que no se sabe quien es... También atacandote.

-Estoy seguro que ese hombre fue mandado bajo un imperio por el mismo traficante de Dragones - Vio a Gregory fruncir el ceño pero no dejo que le hiciera ninguna pregunta, en su lugar continuó - Ese sujeto jamás pestañeó, nunca intentó protegerse de nada, ni siquiera de los objetos que volaban de un lado a otro y aparte siempre lanzó el mismo hechizo... Pero no como si no se supiera otro, si no mas bien como si solo fuera el único que tuviera permitido invocar... Signos evidentes de una maldición de control.

-¿Por que no...

-No quería decir nada frente a Seamus porque no estoy del todo seguro y tampoco quiero meterlo en esto mas de lo que ya está... Es suficiente con que su local fuera destruido por mi culpa.

-Nuestra culpa... Yo también formé parte de esto, recuerdalo.

-Tú solo intentabas protegerme... Gracias por hacerlo... De nuevo.

Gregory se giró solo un poco hacía Ron, para tenerlo de frente, esa melena pelirroja, esas pecas y esos azules ojos fueron los que muchas veces le quitaron sueño sin poder evitarlo.

-Lo haría todas las veces que sean necesarias - pronunció en un ronco susurro.

Ron lo miró con intensidad y el negro y el azul se mezclaron armoniosamente.

-¿De verdad Goyle?... ¿Me protegerías siempre? - Aunque no lo tenía planeado, su voz también le salió ronca y necesitada... Aunque no sabía de qué.

De pronto algo hizo click en la mente de Goyle... ¿Que estaba haciendo por Merlín? No estaba bien lo que estaba pensando, necesitaba remediarlo de algún modo, no era lugar ni momento para esas cosas.

-Si bueno... ¿Somos socios no?... No puedo dejar que te pase nada... Hay que abrir esa tienda.

Ron se echó a reír quedamente, iba a decir algo divertido pero fue interrumpido.

-¡Largo! - Se escuchó esa voz en la parte de afuera, era indudablemente la voz de Seamus, sonaba notablemente alterado.

Ron y Gregory se miraron confusos solo por un momento hasta que la voz de alguien desconocido se escuchó, era otro hombre y luego se escuchó la voz alterada de Seamus otra vez.

-¡Veta ya! - Esa vez casi gritó.

Gregory fue el primero en salir con Ron siguiendole los pasos.

Al salir, un hombre tan alto como Gregory, moreno y de unos cuarenta años estaba sujetando a Seamus del brazo el cual al ser de piel pálida, ya se le estaba poniendo roja.

-¡No me voy a ir hasta que hablemos!... Te e estado buscando y al fin te encontré, después de la última vez que...

No le dio tiempo a terminar la frase ya que una mano grande y pesada se posó en su hombro y le dio la vuelta con violencia, haciendo que soltara a Seamus y éste cayera al suelo.

El hombre moreno vio frente a si a un hombre blanco, de cabello rizado y mejillas redondas que lo miraba con furia.

-¡¿No escuchaste que quiere que te largues?! - bramó Goyle furioso, tomandolo por el cuello y llevandolo colgado hasta estamparlo contra la pared de madera.

Ron ayudó a Seamus a levantarse.

-Esto... No... Es... Asunto... Tuyo - dijo el sujeto con la respiración entrecortada, Goyle lo estaba asfixiando con su demoledora fuerza.

-Él es mi amigo - dijo soltandolo y el hombre cayó al suelo tosiendo violentamente tratando de recuperar la respiración.

Goyle se levantó la manga izquierda del sueter mostrándole al hombre el tatuaje de un cráneo con lengua de serpiente, el hombre abrió los ojos grandemente al reconocer la antigua marca tenebrosa de lord Voldemort.

-Si te llego a ver aquí de nuevo... Te torturare tanto... Hasta que caigas en la locura - le dijo Goyle con voz peligrosa.

Aquel hombre no dijo nada más, se levantó y salió despavorido sin mirar atrás.

-Gracias Goyle - Le dijo Seamus con la mano en el pecho.

-De nada.

-¿Quien era ese sujeto Seamus? - le preguntó Ron.

Pero Seamus endurecio la cara al instante.

-No es nadie - dijo fríamente y se adentró en la cocina.

Ron quiso ir tras él pero Goyle lo detuvo sujetandole suavemente el brazo.

-No lo hagas Ron - Le dijo - es obvio que no quiere hablar de eso y tú mejor que nadie deberías de saber que es mejor no presionar.

Terminaron de arreglar todo el local y se marcharon, no quisieron despedirse de Seamus porque al acercarse a la cocina escucharon un llanto bajo, prefirieron darle privacidad, al menos sabían que ya no estaba en peligro.

Llegaron frente al número 12 de Grinmaud Place.

-Bueno, ya estás aquí sano y salvo - le dijo Goyle.

-Gracias de nuevo... Has estado presente cuando te hemos necesitado... No solo yo si no mis amigos.

-Te lo repito... Las veces que sean necesarias.

Ron jamás supo el porque o a lo mejor si lo sabía pero simplemente no quiso saber realmente la razón, simplemente no importaba, todo lo que supo es que antes de que su cerebro le dijera que era una locura, su cuerpo ya había reaccionado y se había acercado para plantarle a Goyle un beso.

Un beso que a los dos le supo a gloria.

El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora