-Podríamos considerar una cantidad menos elevada - Le dijo el duende para compensar el tenso silencio que Goyle había dejado al no saber ya que decir ante aquellas palabras tan sinceras.
Pero Goyle ya estaba negando con la cabeza categóricamente incluso antes de que el duende terminara su frase.
-Estaré tratando con personas que sólo viajan en primera clase, tengo que ser la flor y nata de la alta sociedad, la crema de la crema, la élite... Si me pongo a recortar gastos de buenas a primeras estaré muerto antes de haber empezado.
-Consideraré su solicitud señor Goyle, pero no le garantizo nada.
El duende se levantó o eso pensó Goyle con su movimiento porque la verdad era que entre la alta silla y el duende de pie, no había ninguna diferencia.
Se puso unas gafas de sol mientras caminaba a través del austero vestíbulo del banco, diciéndose a si mismo que dicha gafas no iban a impedir las miradas curiosas que interceptaba a su paso.
Por lo menos la mayoría eran curiosas y no de asco, miedo o enojo.
Al salir del Banco, se sintió en un sauna, el banco tenía por supuesto aire acondicionado y salir al exterior en pleno mediodía, fue un cambio abrupto tanto de temperatura, como de claridad.
Se quitó las gafas después de que sus ojos se acostumbraran a la claridad y se restregó el puente de la nariz con el pulgar y el índice, suspiró con pesadez y se sintió terriblemente abatido... allí iban sus últimas esperanzas de comenzar ese negocio que por tanto tiempo había soñado.
-¿Un mal día eh? - Le preguntó una voz cercana a su lado, al quitarse la mano de la cara, las pecas, los ojos azules y la melena pelirroja de Ronald Wesley estaban frente a él.
-Hey... Hola, sí bueno... e tenido mejores la verdad - no se le ocurrió nada mas que decir, estar cerca de Ron siempre lo ponía nervioso - ¿Cómo... como estás?... ¿Vas a casa de Harry?
-No, aun no... de hecho iba al café de Seamus... quería probar otro batido de melocotón caliente... La verdad me gustaron bastante.
Gregory sólo asintió, se volvía torpe y las palabras no le salían por mucho que se esforzara.
-Te invito una - Le dijo Ron, para que el silencio entre ambos no se hiciera largo.
-Ah... No, está bien no es necesario, yo...
-Por favor... Si quieres no lo veas como una invitación, velo como una forma de devolverte el detalle de haberme pagado los batidos, el café y las galletas que me comí la última vez que estuvimos aquí.
En ese momento, Gregory levantó las cejas con sorpresa.
-¿Seamus te dijo? - Le preguntó a Ron, pero como el pelirrojo sólo asintió Gregory continuó - Le dije a Seamus que te dijera que su restaurante te invitaba gratis todo eso por ser amigos... Perdona si te molestó lo que hice.
-Espera, no entiendo... ¿Por que asumes que algo así me molestó?
-Desde el principio que te volví a ver y hablamos me dejaste claro que no confías en un Slytherin, que no quieres nada que venga de nosotros, que no te sientes a gusto y que tienes tus ideales bien marcados con referente a nuestra casa... así que... No quería tener ningún problema contigo.
Ante aquello, Ron se quedó helado... ¿Qué argumentos podía decir contra eso?... ¿Cómo podía refutarlo cuando sabía perfectamente que Gregory tenía razón y decía la verdad?
Desde que había vuelto, no había hecho más que prejuzgar a los antiguos Slytherin de Howgarts... Tanto a Draco, Blaise y al mismo Gregory, de quien incluso ignoró el saludo que le dio en la fiesta.
-Lo siento - fue lo primero que se le ocurrió decir - lamento conportarme de esa manera desde que llegué.
-Ya no importa.
-Si importa... Ven conmigo - y sin esperar a darle oportunidad a Goyle de negarse, lo tomó delicadamente del brazo y lo llevó consigo hasta que juntos entraron en el café de Seamus.
No estaba muy lleno pero tanto Ron como Gregory, se dieron cuenta de que todas las cabezas de ese lugar giraron, algunas más descaradamente que otras para dedicarles miradas curiosas y sorprendidas.
Se sentaron en la misma mesa alejada en la que estuvieron la última vez y Ron pidió dos batidos calientes de melocotón, dos cafés y un tazón de galletas de chocolate.
-Disculpa si sueno intromisivo pero... ¿Por qué te ves tan apesadumbrado? - Preguntó Ron.
Goyle no estaba seguro de si contarle a Ron o no la verdad, él se había mostrado un tanto hostil en lo que respectaba a todo lo que tenían que ver los Slytherin, sin embargo le había pedido disculpas y estaba tratando de llevar una conversación.
-Quiero montar un negocio por cuenta propia y mi solicitud fue... prácticamente rechazada, dijeron que lo considerarían, pero todos sabemos lo que ello significa.
-¿Qué tipo de negocio quieres hacer? - Le preguntó el pelirrojo.
-Quiero montar mi propio local de diseño de trajes para todas las ocasiones como lo hacía Madame Malkin.
Gregory ya estaba esperando el estallido de risas y burlas por parte de Ron, nadie pensaría o le parecería sensato que alguien como Goyle quien siempre fue considerado tosco y torpe quisiera diseñar algo tan ambicioso y delicado, ya se había encontrado con ese tipo de prejuicios delante de él, pero del pelirrojo sólo obtuvo un arqueo de cejas y un asentamiento de cabeza.
-¿Y ya tienes experiencia diseñando? - fue todo lo que le preguntó Ron para perplejidad del mismo Goyle.
-Trabajo discretamente para una empresa familiar desde hace seis años, justo ahora estoy de vacaciones... Pero el problema es que me e estancado creativamente, la pareja para la que trabajo están cansados, su cansancio se refleja en su trabajo, lo más innovedoso que se ha diseñado ha sido idea mía pero me siguen pagando un sueldo fijo.
-Entiendo... Y eso reduce tus incentivos.
-De quedarme con ellos, sí.
-Debo de admitir que no me esperaba que me dijeras que querías iniciar un negocio así... Me esforce por no mostrarme sorprendido, pero... Me alegra mucho por ti y me siento bastante tonto por haberte prejuzgado.
-Esta bien, siento que yo también e sido un poco duro contigo al autoconvencerme de que no podías cambiar tus ideales al conocerme mejor.
-Creo que esos prejuicios son los que hicieron que comenzaramos un poco con el pie izquierdo.
-¿Que te parece esto?... Vamos a fingir que no nos conocemos y estudiamos en colegios diferentes... Me presentó, Hola... yo soy Gregory Goyle.
Y le extendió la mano a Ron quien no pudo evitar soltar una pequeña risa pero asintió a la idea del Slytherin.
-Mucho gusto Goyle... yo soy Ronald Wesley.
Y le estrechó la mano, sólo que ninguno de los contaba con que una fuerte y atrayente corriente eléctrica les recorriera el cuerpo a ambos sólo con ese tacto, las manos de Ron eran callosas en comparación de las Goyle, pero seguían siendo hermosas, la mano de Gregory apretaba con firmeza pero sin hacer daño.
Ron sintió aquel cosquilleo en la nuca y en la boca del estómago.
Gregory lo sintió en los hombros y en ambas piernas.
¿Que estaba pasando?... simple... Allí... había química... aunque ambos quisieran fingir que no estaba pasando nada.
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El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)
FanficRon prometió no volver a poner un pie nunca más en el pueblo donde planeó vivir algún día. Hace tan sólo cuatro años se vio involucrado en un gran escándalo junto con Cormac MacLaggen y las personas del pueblo dejaron muy claro que nunca lo olvidarí...