35: Dos amistades en tensión

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Ron estuvo alrededor de diez minutos alternando la vista entre la carretera y el volante, sin atreverse a mirar a Goyle.

¿Por que hace un rato fue capaz de enfrentar a Norman Belzus después de cuatro años pero no era capaz de responderle a Goyle aquella pregunta?

Llegaron por fin a las afueras de la mansión Black que era donde se celebraría la reunión, Ron apagó el auto y tomo aire profundamente.

Gregory tampoco había querido decir nada después de la pregunta que había hecho, quería darle tiempo y espacio al pelirrojo.

-Te besé porque quise Goyle - respondió al fin sin dejar de mirar hacia el frente - la verdad... En ese momento me provocó hacerlo porque... No sé, me pareciste lindo en muchos sentidos después de haberme salvado en dos ocasiones y quería agradecertelo de una forma especial y no se me ocurrió otra forma... No lo pensé... Solo actué y salió natural... Perdona si eso te molestó.

-¿Por que piensas que eso me molestó?

-No lo sé... ¿Te molestó?

-Para nada Ron... Es solo que...

Ésta vez fue Goyle quien decidió callarse, no sabía exactamente como continuar, no sabía si era un buen momento para decir aquello, la emoción de su pecho estaba que se le salía aunque por fuera actuara tranquilamente, pero era solo un beso y de allí no había pasado.

-¿Que qué? - lo apremió Ron a que continuara.

-Ron... Tú siempre me gustaste... Desde la escuela... Cuando creciste... Mas o menos desde quinto curso vi que te transformaste en un chico muy apuesto, pero eramos de casas distintas, no sabía si te gustaban los hombres y después te vi volverte novio de Lavender y de Hermione, ahí pensé que mis oportunodades estaban completamente muertas... Y ahora estás aquí en éste auto confensandome que te provocó besarme.

Ron se echó a reir ligeramente y volteó a ver a Goyle, tenía la mirada melancólica y llena de sentimiento.

-La vida da muchas vueltas ¿No? - Le dijo el pelirrojo.

-¿Y que lo digas? - respondió Goyle conectando su mirada a la del Gryffindor - ¿Ahora que?

-¿Que te parece si dejamos que las cosas fluyan solas y vemos que pasa? - Ron no sabía porque pero el ambiente se sentía tan natural, sin presiones, sin miedos, sin manipulaciones, sin mentiras... Se sentía muy diferente a cuando estaba con Blaise.

-Me gusta la idea - le respondió Goyle con una sonrisa y luego se inclinó para darle un casto beso en los labios.

Ron se le quedó viendo y luego sonrió.

-¿Venganza? - le preguntó.

-Algo así - respondió el Slytherin.

Ambos escucharon como se abría una puerta y al girar la mirada, vieron a un hombre salir con gruesos lentes de pasta, una calva con matas de pelo roja a los lados, un poco robusto y medianamente alto.

-¡Papá! - Exclamó Ron en un susurro, tenía casi un año de no verlo.

Bajaron del auto, Ron saludó a su padre de forma emotiva y se le salieron las lagrimas de emoción, presentó a Goyle y el señor Wesley lo saludó como alguien mas de la familia, Gregory se sorprendió pero rápidamente entendió que Arthur Wesley era un hombre que no sabía guardar ningún tipo de rencores.

Entraron a la casa, donde había un ambiente alegre, bastante festivo y sobretodo familiar.

A Ron le sorprendió un poco ver que también estaba Draco entre los presentes, pero lo atribuyó al hecho de que su familia ya lo veía como uno mas.

Saludó a su madre, quien lo recibió con un fuerte abrazo, Ginny se le colgó del cuello apenas lo vio, George bromeó con él y su nuevo invitado inesperado, Charlie ya estaba allí, había salido de la cocina hablando con Bill.

Lo primero que notó Goyle de Bill fueron esas marcas de garras en un lado de la cara, no se le veía mal, de hecho le daba cierto toque de Bad Boy que le hacía lucir mejor.

Ron sonrió y abrazó a Charlie bastante fuerte, luego se dirigió hacia Fleur De la Cour, quien venía bajando las escaleras ondeando su melena como si dentro de la casa hubiera mucho viento.

-Hola Fleur.

-Hola Gon - respondió ella con su característica forma de hablar y no poder pronunciar la R.

Hubo algo que Goyle notó entre todos aquellos saludos, algo que por mucho que quiso ignorarlo, era demasiado evidente como para no darse cuenta, solo que prefirió no decir nada en ese momento.

La puerta de la mansión volvió a sonar abriéndose pero ésta vez nadie estaba saliendo, mas bien estaba entrando.

Se trataba de Percy, quien era el único de los hermanos Wesley que faltaba por llegar.

Y en ese momento, Goyle comprendió lo que Ron le había dicho antes.

Todos gritaron de alegría al ver al último de los Wesley llegar.

Todos excepto Charlie, a quien vio claramente como le daba su vaso de vino a Bill y se encaminaba con una mirada seria hacia el piso de arriba.

Bill notó que él se había dado cuenta de la actitud de su hermano y le dio una sonrisa tranquilizadora articulando sin voz que "Charlie se siente un poco mal"

Aunque Ron no le hubiese contado todo aquello sobre sus hermanos en el auto, Goyle estaba seguro de que igual no hubiese creído lo que decía Bill, también se notaba la incomodidad en el segundo de los hermanos Wesley.

Percy llegó con varios regalos para todos, no había uno para Goyle ni Draco ya que no sabía que estarían ahí, pero ninguno de los dos tuvo problemas con eso.

Después de un rato en el que estuvieron comiendo y bebiendo todo lo que la señora Wesley había preparado, Goyle quiso salir un momento de la mansión ya que sentía que hacia demasiado calor.

Ron se acercó a Harry despues de que éste le hiciera una señal de ir a otro cuarto en privado al final del pasillo.

Apenas pasaron tres minutos desde que Goyle había salido cuando alguien lo interrumpió, al darse la vuelta, vio a Draco acercándose a él.

Harry entró en una de las tantas habitaciones de la mansión Black y después lo hizo Ron, cerrando la puerta tras de si.

Draco y Goyle se alejaron un poco mas de la entrada de la mansión Black para tener algo mas de privacidad.

Harry y Ron se vieron con la misma seriedad con la que se observaron Draco y Goyle.

-Tenemos que hablar - dijo Draco metiéndose las manos a los bolsillos.

-Yo pienso igual - le respondió Goyle de forma tranquila.

-Me pareces que tenemos una conversación pendiente Ron - habló Harry de primero.

-Sí - fue todo lo que respondió Ron.

Aquel era un momento decisivo, no se trataba de saber si iban a ser padrinos o no, no se trataba de saber quien tenía la razón, ni siquiera se trataba de saber quien era culpable de qué.

Esto iba mas allá, se trataba de saber si era posible salvar dos amistades en tensión.

El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora