El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)

15: ¡Avada Kedavra!

Ron no entendía sus palabras, no sabía quiénes eran aquellos sujetos pero ellos si parecían conocerlo, le habían llamado señor Wesley y habían mencionado a Charlie.

Pero no entendía lo demás ¿Por que decía que Charlie y él lo habían estado jodiendo?

Casi como si aquel sujeto le estuviera leyendo la mente, dio un paso al frente y habló con su gruesa y rasposa voz.

-Nosotros somos traficantes de huevos y pieles de Dragones... y el último que intentamos capturar nos metió en muchos problemas, por que ustedes le colocaron un jodido rastreador dentro de la oreja.

Ahora podía entenderlo, habían intentado capturar a bola de fuego chino y el rastreador seguro había emitido una alerta en cuanto el dragón cruzó el perímetro que tenía permitido habitar.

El hombre siguió hablando, dejando claro con su tono de voz que no estaba para nada contento con aquello.

-La mayoría de mis hombres fueron capturados en una redada hecha por los aurores... Todo por tu culpa y de tu hermano, pero hoy nos la van a pagar, empezando por ti.

Aquello le dio cierto alivio a Ron, si decía la frase "empezando por ti" significaba que aún no habían atacado a Charlie.

Y al mismo tiempo sentía una infinita rabia consigo mismo.

Si tan solo le hubiera hecho caso a Harry no estaría pasando por aquella circunstancia, era obvio que aquellos cuatro hombres lo estaban atacando porque él estaba solo y con la guardia baja.

Cosa que no estaría pasando si él se hubiera quedado con Harry tal como éste le había pedido.

*Flasback*

-¿Estás seguro que quieres irte a cabaña Ron?... Está demasiado lejos y sólo.

-¿Y que tiene? Aquí nunca a pasado nada malo.

-Pero igual me preocupa, nunca se sabe, siempre hay algún loco suelto por ahí.

-Nunca a habido ningún loco en Grinmaud Place Harry.

-Pero hay una primera vez para todo ¿Sabes?

-Relájate Harry, estaré aquí mañana para que almorcemos juntos y verás que todo irá bien.

-¿No prefieres quedarte en la mansión? hay sitio de sobra y sabes que a Draco no le molesta tu presencia.

-¿E interrumpir el nido de amor? No gracias, no me va hacer mal tercio... Aunque ya tienes cinco bebés y uno mayor para que los interrumpan.

-Ron...

-Harry basta... quédate tranquilo que nada malo va a pasar.

*Fin de Flasback*

Estúpido y confiado.

Esas eran las palabras que lo definían en ese momento, por andar de estúpido y confiar ciegamente en que nada iba a pasar como en años anteriores es que estaba en esa situación.

Ahora se arrepentía de no haber hecho caso, pero era tarde para lamentos.

En sólo segundos, Ron recordó todo aquello y en sólo un instante salió corriendo a la cocina, cuya puerta estaba justo a su lado izquierdo.

Fue lo suficientemente rápido para que el primer hechizo pasara a medio metro de distancia de su espalda.

Fue un crucio que chocó contra una pared e hizo estallar varios escombros.

Se ocultó detrás de la encimera, preguntándose en cuanto tiempo estarían los aurores en su cabaña.

¿Y si no llegaban?... ¿Y si creían que sólo era un chiste de mal gusto porque en Grinmaud Place nunca pasaba nada malo?

La sola idea le hizo tragar saliva con un gusto amargo.

-¡NO LO MATEN, LO QUIERO CON VIDA Y TORTURARLO! - Escuchó que el jefe rugió furioso.

Sintió que el corazón se le iba a salir del pecho, no podía quedarse ahí.

Aún agachado, salió corriendo por la puerta trasera de la cocina, escuchó a sus espaldas aquel grito.

-¡BOMBARDA! - Y no necesitó pensarlo para lanzarse al suelo y que el hechizo pasara rozandole la camisa para estallar a dos metros de él en la pared que estaba justo a su lado.

Con la varita aún en mano, se dio la vuelta sólo un segundo y gritó.

-¡INMOVILUS! - Aquel hechizo que jamás había usado en batalla real le sirvió más de lo que pensó.

Un segundo atacante había gritado un Expelliarmus hacia Ron, pero el hechizo de Ron ya había llegado al primero, el cual se quedó quieto y con un leve empujón del mismo hechizo, se quedó flotando justo frente a donde venía el chorro de luz de la varita del otro atacante y le dio de lleno en la espalda, haciéndolo volar y chocar contra la pared más cercana.

No había terminado de caer al suelo cuando Ron ya se estaba levantando y corrió por el pasillo hacia el patio de atrás.

Sin embargo, antes de poder llegar, un sombra rápida apareció frente a él apuntandole con su varita y por reflejó Ron levantó la suya y ambos atacaron a la vez.

-¡Sectumsempra! - gritó el hombre de horrible barba mal recortada.

-¡Diffindo! - gritó Ron a su vez apuntando directamente hacia aquel sujeto.

Como fue de esperarse, los dos rayos se encontraron a la mitad y chocaron con una fuerza brutal que chamuscó al instante las paredes circundantes del pasillo donde estaban.

El rayo violeta de aquel hombre, chocó de lleno contra el rojo de Ron y juntos crearon bifurcaciones de rayos más pequeños a los lados.

Hubiera sido una batalla épica de poder si no fuera porque detrás de Ron venía aquel sujeto que le había lanzado el Expelliarmus dispuesto a atraparlo.

En ese momento, a Ron se le ocurrió la cosa más loca del momento, con varita en mano y sabiendo que su rato hacia choque con la de aquel sujeto, se agachó mientras dirigía su varita con ambos rayos hacia el sujeto detrás de él.

No sabía si algo así podía funcionar, pero tenía que intentarlo, ambos rayos al sentir el movimiento formaron una curva rara que para suerte de Ron le dio en la cara al sujeto detrás de él y salió volando.

El otro quedó sorprendido ante aquello y Ron lo aprovechó para con un Expelliarmus sacarlo del juego.

Cayó tendido al suelo, no inconsciente pero si adolorido y Ron pasó por encima de él para dirigirse a la puerta de atrás.

Estaba a punto de llegar cuando una mano fuerte, dura y callosa como papel de lija lo tomó del cuello y le impidió continuar.

Ron no supo lo que pasó hasta que fue arrojado al suelo con fuerza y cayó sobre la mesa de cristal.

-¡Quería divertirme contigo pero eres demasiado astuto! - le dijo la voz que ya conocía, al girarse vio al líder del grupo apuntandole apuntandole con la varita directo al pecho - Mejor te elimino rápido y acabo con el problema... ¡AVADA KEDAVRA!

El hechizo le dio de lleno.