El retorno de Ronald (Trilogía mágica 2)

25: La razón de su partida

-¡Maldita sea Ron y Neville!

Semejante maldición los sobresaltó, Ron alzó la vista y miró a Harry sorprendido a través del espejo, incluso Neville se sorprendió de escuchar a Harry maldecir de golpe.

-¿Por que? - Preguntó el pelirrojo confuso.

-Por tener tan buen aspecto - le respondió Harry ceñudo mientras apuntaba a la imagen del espejo de cuerpo entero en la mansión Black - Y tú también Neville... Ambos lucen demasiado geniales en esos trajes.

Tanto Neville como Ron, se estaban probando los trajes que el ojiverde había seleccionado para ambos como sus respectivos padrinos de boda.

-Nadie va a mirarme a mí si los tengo a ustedes dos al lado - pronunció Harry cruzandose de brazos como un infante.

-No seas tonto - le respondió Neville negando pausadamente mientras sonreía.

-Debería hacer que me examinen la cabeza por elegir ese estilo d traje y corbata para ustedes... Parece que van a recibir un premio a la academia.

-¿Recibir un oscar? - Preguntó Neville Frunciendo el ceño - Estoy seguro de que puedes inventarte mejores metaforas que ese cliché Harry.

-Cliché o no cliché, ambos estan demasiado apuestos, los trajes son perfectos maldita sea, hagan el favor de quitarselos.

Ron y Neville se miraron sin entender mucho a que venía toda aquella perorata, Harry no parecía el mismo de siempre.

Se quitaron, las chaquetas y luego las camisas de botones, para finalmente quitarse los zapatos y los pantalones.

-Bueno... ¿Saben que? Me lo e pensado mejor - gruño Harry - vuelvanselo a poner, me basta con verles esos esculpidos cuerpos para acordarme de que parí quintillizos y de que me e comido demasiadas hamburguesas y cervezas de mantequilla.

-¿De que estás hablando ahora? - Preguntó Neville mientras guardaba todo con cuidado de no arrugarlo, bajo la capa transparente que evitaba que le cayera polvo.

-¡Hay por Merlín! Saben de que les estoy hablando - refunfuñó Harry - Ron tiene el cuerpo trabajado por ser ex auror y trabajar con dragones y tú... Ahora eres modelo de revistas mágicas Neville... Ambos tienen cuerpos envidiables y yo...

-¡Basta! - interrumpió Ron con voz firme - ¿Por que suenas tan melancólico?... ¿Nervios prenupciales?

-Si debe ser eso - respondió Harry no muy convencido.

Cuando ya ambos estuvieron vestidos, se acercaron a Harry, Ron le tomó la mano y lo observó unos segundos en silencio.

-¿Que te pasa Harry?

El susodicho sonrió atribulado.

-Chicos, no me estoy engañando a mi mismo, los dos años que pasé de novio con Colin me han pasado factura, no solo emcional si no también psicológica - tenía los ojos llenos de lágrimas - ¿Que pasa si no le gusto a Draco?

-Oh Harry - le habló Neville acercándose y tomándole la otra mano - No seas ridículo... Por supuesto que Draco te quiere.

-Ya lo sé... Ya hicimos el amor... Tengo cinco hijos que confirman eso - mencionó mientras apartaba sus manos de ambos y mirar la costura de su pantalón como si fuera lo mas interesante del mundo - Aunque solo fue una vez, pero... ya no tengo el mismo cuerpo de antes, el cuerpazo de Colin era solo para exhibir, en la cama era un total desastre... Ahora yo estoy preocupado de cuando vivamos juntos y vea que ya no estoy tan esbelto y que tengo celulitis...

-¡No me lo puedo creer! - Exclamó Neville volviendo a tomarle la mano - Harry Potter, nunca has tenido problemas de autoestima ¿Por que ahora?

Ron dirigió una mirada perspicaz a su mejor amigo.

-No es lo que parece ¿Cierto? - le preguntó el pelirrojo.

-Que bien me conoces - le respondió Harry secándose las lagrimas con el dorso de la mano.

-Sueltalo - Apremió el pelirrojo.

-Puede que me esté pensando mejor todo esto - dijo un tanto temeroso.

-¿A Draco? - susurró Neville bastante bajo como si tuviera miedo de que los oyeran.

-No, estoy loca y completamente enamorado de Draco, pero tengo dudas sobre meterme en un matrimonio... En cierta forma los envidio a los dos, han salido con un montón de hombres, yo solo salí con Colin, Cedric y Draco y del primero me arrepiento enormemente... Ahora solo tengo ojos para Draco, pero talvez antes de eso debí probar un estilo de vida mas libre como el de ustedes... sin compromiso.

-No es oro todo lo que reluce Harry - intervino Neville bastante serio - también se siente uno muy solo con ese estilo de vida.

-¿Te arrepientes de no haber sentado cabeza todavía? - le preguntó Harry a Neville - Sabemos que desde que Dean...

-No me arrepiento... De todas formas hice una promesa.

-Que no has cumplido todavía Neville.

-No es tan sencillo, ademas no estamos hablando de mí, no soy yo quien va a casarse en pocos días.

-Bueno Neville... Si es por ti nunca te casas - le dijo Ron.

-Pues tú tampoco estás casado.

-Pero estuve cerca.

-Igual no cuenta.

-¿Tú te arrepientes Ron?... ¿Te gustaría haberte quedado aquí y haberte casado con Cormac? - le pregunto Harry.

-No, nunca me e arrepentido de mi desición de no casarme con él.

-Ron...

-No me preguntes Harry... Si algún día le dijera a alguien las razones que me llevaron a irme de ese modo, se los diría a ustedes, ya lo saben - el pelirrojo bajó la mirada hasta donde tenía las manos cruzadas en su regazo, aunque realmente no las estaba mirando, en su lugar estaba recordando la cara de perplejidad de sus padres cuando se dio la vuelta y echó a correr fuera de la iglesia después de dar tremendo aviso.

-No tienes que darnos explicaciones Ronald - le dijo Neville tomando la mano de él - Nosotros nunca hubiéramos sacado el tema, pero creo que hablo no solo por mí si no también por Harry cuando digo que tenemos la sensación de que tú necesitas hablar de eso.

-No puedo chicos... quiza en otro momento, pero no ahora.

-Bueno - interrumpió Harry - dejemos todo esto de la charla melancólica prenupcial y vámonos a comernos unas hamburguesas y unas cervezas de mantequilla, le prometí a Scorpius que lo sacaría a pasear hoy.

-Espera... ¿Y que a sido todo esto de los fantasmas con el sobrepeso y la celulitis?

-Ya se me pasó... No importa que tan gordo me ponga... Draco jamás tendría ojos para nadie que no fuera yo.

Neville miró a Harry preguntándose si realmente había entendido la frase de no es oro todo lo que reluce.

Y Ron... Ron simplemente se preguntaba si lo que Neville le había dicho era verdad, de que se veía con la sensación de querer contarlo todo.

Realmente no lo sabía, no sabía si algún día sería capaz realmente de contarle a alguien el motivo por el que a último momento decidió no casarse con Cormac MacLaggen.

Aquel doloroso y crudo motivo por el que no le importó huir de la iglesia y del pueblo y ser el chisme de todo Grinmaud Place incluso cuatro años después.

¿De verdad era capaz de contarle a alguien... La razón de su partida?