En la radio se oye una música clásica, el piano es tocado con la furia de un gran artista, me detengo un momento a admirar con determinación el sonido que sale por el pequeño aparato y me sobresalto al oír que la alarma de la cocina ha saltado.
Llevo unos meses aquí, Wanda cree que ya estoy acostumbrándome al cambio, a sus reglas y a sus decisiones, pero solo estoy siendo paciente, no todo puede salir perfecto. Mi padre una vez me dijo "la perfección es imperfecta, siempre se comete un error"
Se que solo tengo que tener fe, dios me guiara e iluminara por completo mi camino.
—Eso ya está listo —la voz de Natasha me obliga a levantar la vista, asiento y camino hacia la cocina, he preparado una tarta de manzana, fue ella quien me trajo la receta. Wanda no me deja cocinar. Pero como ella no está, no le importará, porque no lo sabrá.
Siento el cuerpo de alguien a mi lado, le miro de reojo, abro el horno y cuando estoy por sacarlo, Natasha extiende un repasador, la locura me lleva a situaciones de peligro, no he visto otra cara que no sea la de ella y la voz de la radio, que, por suerte, nunca la apagan.
—Ibas a quemarte, linda —susurra, aprieto los labios y deslizo hacia afuera la pequeña bandeja redonda.
—¿Preparas él te? —asiente, le observo caminar hacia la pequeña olla para calentar agua, Natasha no es tan mala para la vista, es muy parecida a Wanda, no entiendo porque ella no siguió asistiendo a los bailes y no he preguntado, creo que Wanda no sabe que lo sé. —¿puedo preguntar algo?
—¿Mmm? —eleva sus cejas, sus ojos verdes me reconfortan un poco y la casa no se siente tan vacía cuando Wanda no está.
—¿Por qué asistías primero a los bailes? —coloca un saquito en cada una de las tazas, en este caso, dos, Wanda no llegaría hasta la noche.
—Wanda quería asegurarse de que fueras tu —suspira
—Y... ¿Cuántas veces fuiste tu y cuantas fue ella? —recuesta su cuerpo sobre la heladera, muerde su labio y admira el agua que aún no hierve.
—Wanda solo fue cuatro o cinco veces —me encuentro con su mirada —se sintió demasiado expuesta y decidió no aparecer, estaba convencida de que sabias que era ella —¿Cuáles fueron esas veces? Intento recordar cada uno de los encuentros, pero ninguno se me hace familiar, su tacto... su tacto. —guarda ese secreto
—¿Qué?
—Wanda no sabe que fui más veces que ella, solo no se lo digas
—Bueno, hubiera preferido que sigas siendo tu —me mira —al menos tu no ibas a secuestrarme —bromeo y de sus labios se escapa una risilla, sonríe.
—Wanda no es mala como parece, solo no está siendo razonable y cuando se dé cuenta de lo que ha hecho estoy segura que te dejará ir —el sonido del agua hirviendo se hace presente, gira su cuerpo para apagar la hornalla y con mucho cuidado lo vierte dentro de la taza.
—¿Cuánto tiempo más debo jugar lo mismo que ella? —deja las tazas encima de la mesa, me indica que tome asiento y le hago caso, voy con cuidado con la tarta de manzana en la mano. La dejo encima de la mesa, sus ojos brillan, me observan con lastima y noto en ellos que no tengo ni un gramo de salvación.
—No lo sé, estoy igual que tu Venus, no sé hasta cuando
—Puedes llamarme Artemis, no me gusta Venus —asintió, tomo el azúcar en sus manos y endulzo su te, luego procedió a echar dos cucharadas en el mío. —¿de dónde la conoces?
—Es mi esposa —abro los ojos a tope
—¿Qué clase de matri... —me corta
—Estamos casadas, pero no juntas —advierte —Impura es de ambas y mientras este en ambos poderes debo cuidar el lugar, los errores de Wanda y luego limpiar lo que ensucia —el corazón se me comprime, es claro que yo soy algo sucio que deberá limpiar si Wanda no sale de su delirio mental. —La quiero como no he querido a nadie, pero también quiero su felicidad y tú, estás en la lista de su felicidad —suspira —en parte lo siento muchísimo, porque yo fui quien la animo a que se acercará a ti —de pronto el hambre se me ha ido y siento en mi estomago una sensación de vacío —ambas fuimos una mañana a desayunar a la cafetería, te vio y dijo que te quería, no de una manera obsesiva, hablábamos de que deberíamos conocer a otras personas —se reacomoda en el asiento, pero intenta no levantar la vista para toparse con mis ojos —eras nueva, tonta y muy descuidada con la atención, ella bromeo contigo
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Impura
Random+18 🌻Venus, una talentosa bailarina exótica, ha perfeccionado el arte de ocultar su vida nocturna tras una fachada de normalidad. Durante más de dos años, ha dominado el equilibrio entre sus estudios universitarios y su trabajo, generando ingresos...