Impura

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Saco los cigarrillos de mi bolsillo, me encamino hacia el exterior y tomo un lugar en los escalones de la entrada. La calle está en una estado de euforia y felicidad, es viernes y los niños juegan hasta tarde a las escondidas. Jules detiene su auto en la entrada, baja con una sonrisa extremadamente grande y se encamina hacia mí.

—¿No harás nada hoy? —pregunta como si mi vida social no fuera lo suficientemente deprimente ya.

—No —el humo del cigarrillo ingresa por mis pulmones y lo mantengo un tiempo en mí, esperando que esté me asfixie. —¿tengo cara de que he socializado?

—Deberías abrirte Tinder —le miro con una clara confusión —es una app de citas —empuja un poco mi cuerpo para que le haga lugar —te creas un perfil

—¿Cómo Facebook? —hace un gesto con su boca

—¿Qué edad tienes, hermana? —blanqueo los ojos —pero si, como Facebook, dame tu móvil —extiendo el aparato, ella lo desbloquea e ingresa al logo donde se descargan las aplicaciones, teclea con mucha rapidez y un fueguito se hace presente. —Bien, toma, elige tres fotos tuyas —relamo mis labios y busco en la galería alguna que me guste, la mayoría son de Nat. Me detengo en una, el corazón me tiembla y siento como mi pecho se comprime con cada momento que paso mirando la foto.

—¿Quién es?

—Nadie —en la foto no se ve el rostro de Artemis, no se ven sus rasgos, está riendo de perfil y me salgo de inmediato de ahí, selecciono dos al azar. —listo

—Bien, ahora pon algo en la descripción

—¿No es peligroso esto? —me mira sin comprender —conocer gente por internet

—Uno, eso no es internet, es una app y dos, son citas, para divertirte y si te gusta coger —le miro de reojo —no pongas esa cara, verás que es lo mejor que harás aquí, ahora escribe en la descripción

—¿Qué se supone que debo poner?

—Exconvicta, loca y con ganas de salir —clavo mi mirada en ella y estalla en una carcajada —lo siento, lo siento pero no podía dejarlo pasar —lleva su mano a su boca e intenta acallar sus risas

—No me parece tan gracioso —Jules detiene su risa y asiente, pero a los segundos vuelve a reír

—Pon algo como... ¿salimos? Quiero hacer amigos

—Suena desesperado

—Ponlo —escribo lo que me indica y estira su dedo índice para darle en aceptar —listo, tu perfil ya se creó, ahora tienes que deslizar hacia la derecha si te gusta alguien y a la izquierda si no te gusta.

—Bien, antes conocíamos gente de manera normal

—Si, ya veo, no todos tenemos suerte de enamorarnos en la universidad ¡Oh mira, Patrick es lindo! —su primera foto es sin camiseta, una musculatura marcada y unos ojos verdes, lindo. Doy a la derecha y un cartel salta en grande que dice ¡Match!

—¿Y ahora?

—Dale a X y seguí catalogando chicos

—Pero... ya le di a uno

—¡Tienes que seguir haciéndolo hasta que alguno te hable! —exclama con un poco de fastidio —tu sigue así, si alguien te invita a salir puedes usar mi auto

—¡Espera, espera! ¿A dónde vas?

—Cenare con mi nueva amiga —le miro —de la que te hable, la madre políticamente no correcta

—Oh

—¿Quieres venir a cenar?

—¿Y ser la hermana que no tiene nada que hacer de su vida? No gracias, ve tu —vuelvo a ser match con un Pat.