La vida resulta ser algo extraño, el destino ya es un conducto de energía que envía ramificaciones para todos los lados y extendiéndose como un maldito oyó negro, uniendo y desuniendo personas, situaciones, etc. Juega con nuestras vidas y mentalidades, o nos invita a cometer un crimen.
Llevo algún tiempo pegada en la ventana, mirando con insistencia la puerta de su hogar, esperando que salga o que aparezca, creo que lo he soñado, pero las vitaminas están sobre la mesa y no, es real. Llevo a mi boca la taza de té, ahora manzanilla, luego de haber vomitado todo anoche, lo único que puedo darle para calmarlo es manzanilla, no se ha movido y es raro. En las mañanas se despierta energético, golpeando y estirándose como si la noche anterior hubiera sido agotadora. Imagino que construye edificios dentro de mí.
—¿Qué pasa monstruo? Ya desperté, despierta tu también —masajeo las zonas donde le gusta golpearme, puedo sentirlo en la palma de mis manos, el bulto que sobresale y deforma mi abdomen, creo que le queda chico el espacio. Elevo mi mirada, es un día brillante, la puerta de su hogar se abre y observo a su madre salir, lleva un bolso, lo tira en el baúl. Parezco una psicópata mirando de esa forma, pero al instante que quiero dejar de hacerlo aparece mi persona de interés, Amy esta molesta, señala a Wanda y por la forma en la que le habla le está gritando. Es raro ver a Wanda sin poder defenderse, está como una niña de 7 años siendo regañada y sin poder dar una respuesta a eso. Seguido sale Jules, quien cierra la puerta y se sube a su auto de inmediato, desaparece sin esperar a ninguna. —Parece que tu mami está castigada —susurro, pero no siento nada, ni el más mínimo movimiento y respiro profundamente. Wanda es arrastrada para subir al auto, pero niega y eso me causa gracia —vamos ayudar a tu mami, monstruo.
Dejo la taza de té sobre la mesa, tomo mi cartera, me encamino con cuidado hacia la entrada y las voces se hacen audibles.
—¡Wanda, sube al maldito auto, ahora! —los ojos verdes se clavan en mi rostro y su madre también —Olivia, buen día, perdón si te despertamos...
—No, ya estaba despierta —Wanda me mira avergonzada
—Te prometo que Wanda no te molestará
—No, ella, no... —frunce su ceño —no me molestaba, está bien, anoche hablamos sobre esto y está bien
—Oli, no quiero poner en peligro a mi hija y no quiero que ella se ponga en peligro
—Si se refiere a denunciarla, no lo haré —Amy clava sus ojos en su hija, Wanda me mira con extrañez y el monstruo da señales de vida con un leve movimiento. ¡Esta vivo! Me preocupaba tener algo muerto dentro de mí.
—Está bien, pero ahora Wanda tiene que subir al auto para ir a trabajar —blanquea sus ojos, camina hacia mi y pone su mano en mi abdomen, Amy, no Wanda, ella sigue mirando la situación con extrañez. —Ve al médico, necesitas ir —asiento —estoy feliz de esto —palmea con cuidado al monstruo —pero no de esto —señala a Wanda y suspira —Wanda, lleva a Olivia al medico y luego ve al trabajo
—Está bien
Nos quedamos en silencio, esperando a que Amy se suba a su vehículo y se marche, le da una mirada de "te estoy vigilando" a Wanda y luego me regala una sonrisa a mí.
—¿Olivia?
—¿Te retó tu mami? —pregunto con tono burlón, ignorando lo que acaba de preguntar.
—Cierra la boca, ahora vamos, hay que ir por tu auto
—¿Auto? —pregunto confundida
—¿No tienes auto? —niego —¿Cómo te manejas?
—Con mis dos piernas, Wanda, por dios —suelto una risa —¿creíste de verdad que tendría auto?
—¡Tienes una cochera!

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Impura
Rastgele+18 🌻Venus, una talentosa bailarina exótica, ha perfeccionado el arte de ocultar su vida nocturna tras una fachada de normalidad. Durante más de dos años, ha dominado el equilibrio entre sus estudios universitarios y su trabajo, generando ingresos...