Impura

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Tome la decisión, después de pensarlo mucho, de ir tras Artemis y traerla de regreso, no sé por dónde buscar, no sé exactamente a donde ir. Pero Jules me apoya en esto, así que se hará cargo de las niñas durante el tiempo que me ausente, espero que no por mucho y todo sea rápido. Pero antes, la primer parada que hare será el nuevo impura, como no puedo llegar al original, debo acercarme a uno que todavía no está malo para mí y buscar ahí, Natasha se escuchaba muy rara, luego de nuestro llamado no me he quedo tranquila.

Necesito corroborar que ella no tiene nada que ver con esto.

Rente un vehículo por el tiempo que voy a estar fuera, no hacen muchas preguntas cuando lo rentas, así que solo dije que lo tomaría por un mes y luego regresaría. Sin darme muchas vueltas, accedieron y firme. Tiro en el baúl una mochila con mi ropa, algunas cosas que quizás necesite y cierro. Me despido de las niñas con un dolor profundo en el corazón y me subo al vehículo. Mi madre no pregunto mucho sobre lo que estoy haciendo, solo me dio una advertencia de "no te ayudare si te metes en problemas".

No es algo que quiera hacer, solo quiero traer de regreso a Artemis y seguir con la vida tranquila que llevábamos, casi logramos estar a salvo. Pero si descubro que ha querido escapar, no podría perdonárselo jamás. Reviso en los mails la dirección del lugar, es extraño, solo aparece la ciudad, pero no hay una dirección física a donde ir... ¿Por qué mi abogado a aprobado este documento?

Trato de no pensar negativamente, emprendo un viaje fuera de la ciudad que se supone iba a ser mi tranquilidad y me salgo de la carretera.

Coloco mi móvil en el soporte del volante, aprieto con fuerza, sin despegar mis ojos de la carretera y le llamo a Enoc.

El hombre tarda un poco en contestar, pero finalmente lo hace.

—¿Wanda? —pregunta como si mi llamado fuera una sorpresa

—Enoc —nombro —¿Cómo está todo? —pregunto

—Wanda, bien si, todo está bien —de la otra línea se escucha que mueve algunas cosas

—¿Estás solo?

—¿Sí? —frunzo mi ceño, aprieto los labios y miro por unos segundos la pantalla del móvil. No está solo. Guardo silencio, lo suficiente para que entienda que quiero que vuelva hablar —estoy solo —afirma —me ha sorprendido tu llamado, solo es eso

—Bien, dime algo Enoc, ¿Cuál es la dirección del nuevo Impura? —me salgo de la llamada un momento, entro al gps, esperando que me la diga y me dispongo en detener unos segundos en vehículo.

—¡Yo le dije que era muy mala idea! ¡Te juro que intente que no lo hiciera!

—¿Qué hizo?

—¡Abrir un nuevo Impura, gastar un dineral y ponerlo en una zona, muy transitada! —sus gritos se oyen muy reales, casi desesperado —No digo que es un mal negocio, pero estamos en el centro de la mira ¡Tuve que comprar al departamento de policía de la zona! —eso no es bueno, cuando son muchos a los que se les paga por cerrar la boca más es la probabilidad que alguno se quiebre y quiera pedir más. Luego de mis problemas pasados, Impura tuvo muchísimos desniveles, estuvo clausurado por unas semanas y tuve que pagar una multa extremadamente enorme. Yo sé perfectamente lo que implica tener uno, mantener otro y tratar de que no se estropee. —te enviare la dirección por mensaje

—No, dímela, estoy manejando

—¿Vendrás?

—Si, pero preferiría que no le comentes a Natasha sobre esto, quiero ver que diablos está haciendo

—Está bien, ella no está ahora mismo, se ha marchado al otro impura y yo estoy a cargo por el momento —observo la carretera tan vacía, el sol en un punto para derretir cerebros — es una calle esquina, sin numeración, no preguntes porque... Valle Edén, av. Bauzado.