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Ha pasado una semana desde que la cobarde de Artemis se fue, no ha llamado si quiera para preguntar por la salud de sus hijas también y es que es tan egoísta, tan malvada que luego me etiquetaba de monstruo a mí y ella era la verdadera persona mala aquí. Ahora debo cuidar de la alcaldía, de las niñas y tratando de no hacer nada mal, porque cualquier mínimo movimiento me pondrá en problemas. Las niñas no llevan mi apellido y eso ya es algo muy grande, a no ser que compre todo el hospital donde dio a luz, pero eso me llevaría a tener que llamarle a Natasha para pedirle dinero, lo que Artemis me dejo, no es mucho. No se puede hacer mucho.

—Deberíamos hablar con la policía

—¡Jules, no! —exclamo molesta, he fingido que no tengo nada que ver con la policía solo para que mi madre no se altere y quiera sacarme del pueblo también, este lugar me gusta. A las niñas también. —Te olvidas que darían la alerta de una persona que ya está desaparecida. ¿O no recuerdas que Artemis, viene escapando también? —traga saliva —solo vamos a esperar a que aparezca viva... o muerta, por su propio bien espero que muerta.

—No digas eso, Wanda

—Jules, mira lo que me hizo, me dejo con dos niñas y es un hecho que ellas no me quieren —llevo ambas manos a mi rostro, estoy agotada y no he podido dormir en toda la semana bien, tengo los horarios muy cambiados. 

—No digas eso...

—Es cierto, las levanto y lloran, todo el tiempo lloran conmigo —suspiro cansada a punto de llorar, la necesito aquí, ella sabe hacer esto y aunque fingía que no, era mejor madre que yo.

—Con más razón debemos avisar a la policía, ¿Cuánto más tardaran en darse cuenta que Olivia no está aquí? Agatha me ve salir por esa puerta y pregunta por ella, pensaran que la asesinaste o algo peor. ¿de verdad quieres volver a la cárcel?

—¿Qué? ¡No, no, yo no la asesine! —mi grito inconsciente, despertó a Anne de su pequeña siesta y me apresuro a levantarla para que no altere a su hermana, también. Me encamino con la niña en brazos hacia la cocina.

—Se que no la asesinaste, pero la gente comenzara a pensar eso —trago saliva y niego, apoyo la cabeza de Anne en mi hombro y la niña comienza a calmarse. —solo hay que avisarle al sheriff

Asiento suavemente, no quiero quedar marcada de nuevo por Artemis, esta vez no hice nada y no quiero alejarme de las niñas.

—Yo me encargo —Jules asiente, toma en brazos a Anne y se le lleva fuera del espacio, le he logrado calmar, pero es cuestión de tiempo para que vuelva a llorar de nuevo. Respiro profundamente y tomo mi teléfono, busco un contacto y no es especialmente el de Aston. En letras grandes necesito a Natasha. No para decirle todo lo que ha pasado, si no para pedirle ayuda monetaria y se que le prometí a Artemis no hacerlo, pero ella... ella se fue y me dejo aquí sola. Pero antes de que pudiera marcarle a mi esposa, en la pantalla ya veo el nombre del sheriff.

—Hola —contesto, con la esperanza de que la haya encontrado y este camino a dejarla en mi puerta, porque si es así, la torturaré.

—Señorita, le llamaba para informarle que todavía no hemos tenido noticias —cierro los ojos —el rastrillaje sigue buscando por el lugar, pero no hay rastro... permíteme discrepar, pero creo que se ha ido con alguien —abro los ojos

—¿Alguien?

—Si, de otra forma no se puede haber marchado, la carretera está lejos y no hay registró de que haya subido a un autobús.

Me quedo en silencio, observo toda la casa con determinación, pensando y buscando algún tipo de información que me diga hacia donde puede haberse ido. No tiene muchos amigos, más que Mark y Agatha, y Mark vino la otra noche a buscarle.

ImpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora