Bougnainville nunca fue mi primera opción, ni la segunda, mucho menos la tercera, pero debido a que iba a ser muy fácil encontrarme en otros pueblos, lo mejor que podía hacer es esconderme entre la gente y que mejor lugar que Bougnainville. El pueblo es una copia entre sí, las casas son todas lineales, coloridas y con el diseño americano de la temporada tres de You.
La mayoría de la gente que vive en esta zona de la ciudad, tienen sus comercios, empresa, negocios un poco más al centro y en vez de obligarnos a ir los domingos a la iglesia, nos obligan a participar de la feria. Se realiza domingo de por medio y no digo que este mal, está muy bueno he subido cinco kilos el ultimo mes y es gracias a todo lo que cocina la gente.
En cuanto llegue aquí pensé que me encontraría con un montón de viejos, pero no, somos todos jóvenes no mayores de treinta que intentan levantar una vida en este lugar o al menos fingir una. Al principio fue maravilloso, siempre quise una vida en un lugar como este, madrugar, salir a correr con las vecinas, tener mi propia huerta en el patio trasero y cenar los viernes en la noche con la familia de mi esposo o los amigos de mi esposo.
Pero ese sueño se vino abajo cuando sentí la primera pata del monstruo dentro de mi y supe que no, que no venia a buscar un esposo, que está era otra clase de estadía. No tengo ni idea de cuantos meses estoy, pero puedo comparar mi abdomen con la fruta y no se si estoy entre una piña o un melón. No hubo citas médicas, por lo tanto, no sé el sexo o con lo que se auto percibe, pero imagino que debe auto percibirse monstruo, sabiendo de donde proviene.
De todas formas, no voy a quedarme con esto aquí dentro y que ¡Tiene que salir algún día!
Y cuanto ponga la punta de su piececillo de duende fuera de mí, tendrá otra madre, porque ¡Yo no voy a ser la madre de nadie!
Pero ahora... ahora es diferente, estoy sentada en un banquillo, en la plaza del pueblo, comiendo un helado de chocolate solo porque al monstruo se le antojo y el ataque de patadas que recibí esta mañana no me da otras opciones que ceder, de verdad es el hijo de Wanda. A veces se siente como si tuviera catorces pies de lo rápido que me patea todo por dentro.
—¡Woo, estás muy grande! —elevo la mirada, el sol me encandila un poco, pero noto los ojos marrones y su mirada achinada.
—Es grande, si —correspondo y vuelvo a darle una lamida al helado.
—¿Cuántas semanas tienes? —pregunta con una suave sonrisa, me reacomodo en el asiento y ella entiende de inmediato —¡Oh eres de esas madres!
—¿Esas?
—Las que no van a citas médicas y prefieren sorprenderse al final
—¡Si, de esas! —sonrío
—No quiero ser entrometida —se sienta a mi lado, siento una patada en mi interior y recuerdo el helado en mi mano —pero tengo un pequeño salón de yoga quizás te ayude, se ve muy pesado —aprieto mis labios y la miro de reojo —Soy Jules, un placer —trago saliva
—Olivia —mi nombre de mentira. No he salido mucho de casa en este tiempo, he tratado de quedarme encerrada con libros, películas, canales de cocina y libros de colorear.
—Es un placer —tiene mano firme —dejaré que termines tu helado, pero ya sabes —sonríe —belleza del mañana.
—¿Belleza del mañana? —pregunto y asiente, no puede quitar la sonrisa que tiene en su rostro y eso se siente raro, eleva su mano y saluda. La observo mientras se aleja. Que chica tan rara. Camina dando pequeños saltos, como si fuera una niña de diez años en el cuerpo de una adulta. Respiro profundo y espero, de nuevo, en silencio.
—El helado de frutilla es mejor —Mark. Se sienta a mi lado con su helado. —¿Quiere probar?
—No, no me apetece.

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Impura
Random+18 🌻Venus, una talentosa bailarina exótica, ha perfeccionado el arte de ocultar su vida nocturna tras una fachada de normalidad. Durante más de dos años, ha dominado el equilibrio entre sus estudios universitarios y su trabajo, generando ingresos...