CAPÍTULO 2

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Mila

Realmente los fines de semana son mi completo y total descaso del instituto y todas esas levantadas temprano, así que Justo ahora estoy desparramada en mi cama boca abajo y soñando con la sexy mirada de Malecay, protagonista de la mayoría de mis sueños y fantasías.

La vida del romance a los doce años es jodida, todo el día me la paso con ese sentimiento de enamorada.

—Mily —escuchó a lo lejos la voz de mi mamá —, ¡Mily! —me grito y ni me moví.

Un silencio que casi me hizo volver a relajarme inundó todo, pero no duro ya que mi madre sonó un silbato que me hizo sobresaltarme, literalmente brinqué de la cama y caí al suelo.

—¡Mami! —me quejo desde el piso y ella se sienta tranquilamente en la cama.

—Creo que tu enojo se apagara cuando recuerdes que hoy es fin de semana de cada mes y como cada mes...

Mi mente reacciona y sonrió colocándome de pie.

—Visitamos todos a Tita Alexa y a tío Danton e irá su hermana, mi tía Annie y su hijo... —voy hacia mi armario y lo abro —, y su hijo —saco la ropa que ya había apartado desde ayer —, y su hijo...

El silbato vuelve a soñar haciéndome sacudir la cabeza.

—No te pierdas, Mily, no molestes mucho a Malecay, compórtate, ya lo sabes —me reprendió para luego levantarse e ir a la entrada —, tu hermana no estará, tampoco Dalton, Max y Olivia, ellos están en un problema interno que tienen que resolver —suspira mi madre —, repito, no molestes mucho a Malecay. Alístate rápido.

—Así será mamá —mi madre cierra la puerta y sonrió para luego chillar de emoción.

Voy hacia el baño corriendo para luego darme una buena ducha, me alisto lo más rápido que puedo y me hago una coleta alta mientras le sonrió a mi reflejo en el espejo.

Salgo de mi habitación y voy hacia la cocina, mi padre está tomando las llaves de carro y mi madre está organizando el bolso.

—Si te sigues demorando así te llevaremos a donde tu abuela en vez ir a donde Alexandra —explayo los ojos y le sonrió apenada.

—Mi abuela no —me rasco la cabeza —, pero no me demore para nada.

—Fueron cuarenta minutos los que te tuvimos que esperar —frunzo el entrecejo y miro el reloj de la sala.

—Ouh, lo siento mamá... creí que me había alistado rápido —mi madre arquea una ceja.

Mi padre me sonríe y yo sé lo devuelto para luego verlo salir de la casa, mi mamá mira hacia donde mi padre y luego me mira sonriendo.

—¿Te arreglaste mucho para ver a Male? —le dice sonriendo y yo enrojezco —, si es eso, ay hija, no te ensanches en un solo chico —coloca su brazo en mi hombro —, soy tu madre, pero debería darte un gran concejo; no es que te vayas a mantener célibe hasta que encuentres a tu mate, ¿pero no crees que sería un choque duro si encuentras a tu mate?

Me tenso y cuando estaba apunto de hablé mi madre me suelta.

—No te presiones, guárdate la respuesta y piénsala, soy tu madre, me puedes contar todo como si fuera tu amiga pero... esto es muy privado para ti, así que tómalo con calma y si quieres contármelo después o guardarte la respuesta, es tu decisión.

LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora