LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]

PRINCIPE RETORCIDO

Después de que mi madre me grito que llegara cocina, le doy un beso en la mejilla y ella me agarra los cachetes muy feliz de ver cómo como su comida normal.

Ahora mi mamá tiene una gran fijación con que tengo que consumir comida normal para que mi estómago se adapte también a su mundo, quiere darme una vida como hombre lobo y no soy capaz de decirle que no, hable con mi padre sobre ese tema y él solo me dijo que tenía que comprenderla, es mi mamá y ella quiere untarme de sus costumbres.

Así que me como un par de frutas picadas por mi abuela, saben totalmente asqueroso, cosa que no puedo decir delante de ellas o terminaría comiendo el triple solo por despecho —las haría sentir mal según lo que dijo mi padre —, no son como las frutas del inframundo, estás tienen un gusto meramente insípido.

Me fui con el plato y a mitad del camino incinero las frutas volviéndolas nada para luego llevarme el plato vacío a mi habitación.

Cuando lo dejo en la mesa de noche veo la pulsera que me regalo mi madre, se rompió... pasó mi mano sobre ella y se arregla instantáneamente, vuelvo a colocarla en mi muñeca, y solamente hay una persona que la pudo dejar aquí.

Mila.

Ella cree que no me di cuenta cuando me espiaba mientras me bañaba, se me puso dura al instante que la note, sentí su aura mi alrededor, y con ánimos de joder su mente solo con fines informativos le di un espectáculo que jamás en su vida va a olvidar.

Mi mente es un nudo de tantas cosas gracias a todas la veces que me he escabullido al reino de mi tío Erodys, claro que con ciertos trucos donde apago mis rastros para que mi padre no me encuentre o mi mamá note a olfateadas que no estoy en mi habitación.

Me esfumo y me hago aparecer en su habitación, al parecer copio mis movimientos porque se está dando una ducha.

Puedo entrar a esta habitación con solo parecer porque ya e estado aquí centenares de veces.

Mi control estaba medido hasta que escuche el primer ruido diferente, la curiosidad me abordó, ella siempre ha sido un misterio para mis entrañas, siempre he deseado ver más allá de ella misma, porque a pesar de todo siente tanto por alguien que la rechaza.

Simplemente creo que no posee sangre alguna, ella tiene que tener más que eso, o aquella sangre es diferente a la de los demás, las ganas de explotarla, llegar a su límite y volverla nada solo para ver cuánto puede resistir me carcome los sentidos de tal manera que me desestabiliza.

Cosa que no debería pasar, pero es algo que nadie sabe.

De mi mierda interior la que más me preocupa es mi mamá, ella vive preocupada por mi y mis ideologías, ella noto en mi, desde pequeño, que era hasta más diferente que mi padre, que no sentía ni un carajo, una anomalía que hasta sorprendió a papá, porque se supone que por historia y culpa del primer rey demonio tenemos sentimientos algo opaco pero ahí están puestos para amar a una figura paternal o maternal y hasta el único amor eterno.

¿Pero yo? Yo respeto a mi madre y padre, quisiera decir que siento algo más por alguien más pero estaría jodidamente mintiendo.

Cuando supe que no era normal creí que estaba roto, que nací dañado, pero cuando crecí más me di cuenta que era mi destino ser el último rey demonio de mi linaje.

Y aunque no siento ni un carajo algo dentro de mi es un misterio, cada vez que veo a Mila las reglas de mi juego cambian, tiene una fuente de energía que son tan grandes que se remueve cosas malditamente extrañas y fastidiosas, pero que no son fuertes, son uno una mini ola apunto de chocar con el final del mar.

Desaparezco para parecer en el baño y es ahí cuando la veo en esplendor, con los ojos cerrados luciendo como una descarga energética vibrate.

—Ummh —se quejó mientras mordía su labios —, Male...

Me paralizó un poco cuando noto su inexperta habilidad para tocarse, más bien lo hace con desespero, como si fuera su primera vez haciéndolo y con mi puto nombre...

Mierda de adolescencia de puberto que estoy pasando, mis ganas de acercarme crecen, he visto tanto en el reino de Deseo, pero no me puedo acercar, desde un principio mi madre tuvo miedo que me le acercara y yo no sé qué jodidos le haré si lo hago lo suficiente.

Podría terminar abierta solo para mirarla en cada gota de su ser, destapar esa aura brillante.

Cuando llega a su punto tanto que sus piernas tiemblan desaparezco antes de que note mi presencia.

Me tiro en mi cama y las posibilidad impropias que surgen en mi retorcida cabeza crecen, soy un maldito monstruo y no solo por ser un demonio sino porque parte de un sadismo crece, que no estoy dispuesto a contar.

Ella es tan delicada como una flor blanca que si mis garras la tocaran se teñiría de rojo sus pétalos, pero se le verán bien cada marca.

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Mushashas, les cuento algo, nuestro chico es muy maduro para su edad, ha visto demasiadas cosas, así que no se sorprendan porque recuerden que vive en el inframundo y ahí pasan cosas muy retorcidas.

Los amo, regálenme su voto.

Att: Eliana Batista❤️