LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]

REY RETORCIDO

Edad de doce años

Mi madre me reprendió por haber matado a una persona y mi padre simplemente me sonrió orgulloso para después volver a ponerse serio porque mi madre lo reprendió igual.

Todo esto es una mierda, no sé porque carajos Mily me odia, llego llorando y luego fue totalmente grosera conmigo.

Mis padre discutieron después sobre mi edición y mi madre al parecer no se quiere rendir conmigo, ahora me va a enviar al internado de mi prima Aza —así como mi madre quiere que le diga —, el internado iba a ser extremadamente aburrido, pero ese pensamiento cambio al escuchar que Mily también irá.

No pasó mucho para que me largara a ver a mis amigos, los convencí de irse conmigo y aceptaron a regañadientes.

A excepción de Elkay.

—Mierda, imbécil, me dejaran solo aquí —dice pateando el piso —, eso no es de compas.

—No seas idiota, ¿o acaso estás enamorado de mi? —Elkay agita sus pestañas y junta sus manos.

—No quieras enterrar tu pene en mi culo —ruedo los ojos.

—Me voy —aviso —, tengo cosas importantes que hacer —me giro para caminar y largarme.

—¿Como que? —dice burlesco —, ¿expiar a Mila? —se ríe y yo me volteo y le doy un puñetazo —, hey, cálmate Malecay, te pones sensible cuando hablan de ella.

No digo nada y solo camino lejos de él.

—Hasta mis próximas vacaciones, imbécil —le comunico.

—Que te vaya bien —me dice a mis espaldas.

Desaparezco de escena para aparecer en mi lugar favorito para habitar.

Mily se encuentra durmiendo, abraza con fuera su almohada mientras se acurruca.

¿Que estará perturbado su mente? Tanto como para soltarle palabras de odio a la persona que más ama, o sea yo.

Me siento al lado de su cama y me recuesto en ella, para mirarla con mejor detenimiento le quito la almohada de las manos y la coloco detrás de mi cabeza.

Espero que el truco me funcione porque estaré en problemas sino.

Sus párpados se fueron abriendo poco a poco hasta que le mira con detenimiento, cuando estaba apunto de gritar me le lanzo a besarla.

Mily explaya sus ojos e intenta empujarme, pero yo no la dejo, no obstante sigo besándola, así continuo hasta que sus músculos se aflojaron y le dejaron continuar con el beso.

Mis manos se fueron a su espalda y la pegué a mi y disfrute de cada segundo que me brindaba su calor.

Mis manos se pasearon por su espalda y la sentí estremecer.

Sus labios dejan los míos y mirándome a los ojos susurra.

—Te amo... —acaricia mi cara y me da un pequeño beso —. Pero estás loco, todos te tienen miedo y mataste a un profesor a sangre fría, siento que si me enamoro lo haré sola, entonces no... —me confiesa y un piquete extraño me invade, esa sensación de no querer que esté lejos de mi.

—También te amo... —no sé porque mierda lo dije o que me llevo a eso pero sentí algo que nunca había sentido y que me llevo a soltarlo —, puede que no Justo ahora porque estás enojada, pero luchare por ti, tanto que serás mía y en un futuro mi reina.

Y la besa, se apaga por el sueño, no recordará nada de lo que pasó, pero el saber que me dijo que me ama es el tesoro que me llevaré.

Actualmente

Cuando el recuerdo termina reviento la botella contra la pared, aprieto los ojos y siento lo mismo que antes, vacío...

Mily siempre ha hecho que haga mierdas raras, es como si hubiera sembrado algo pequeño en mi porque después de esa única lágrima salió en el regazo de mi madre no volví a llorar.

Solo quedó el vacío, ese al que antes estaba acostumbrada ahora es un hueco que solo me causa rabia y ganas de reventar todo a mi paso.

Me tiro en la cama y odio ser un demonio, odio no poder dormir, así que con un hechizo me auto apago por un par de horas.

Mejor así, así no pienso en el vacío.