LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]

FINAL 2.0

Malecay

Por primera vez en mi vida acepto que mi padre es mucho mejor que yo, me lo dijo varias veces y nunca entendí más allá de sus palabras, ahora está claro la razón de porque nadie me dijo quién era, una verdadera mierda es lo que soy y lo que siento por no tener las suficientes experiencias para ser mejor que papá.

Verla morir otra vez es otro golpe que me raya el pecho, lo diferente es que después de que viera esto guié su vida y escuchar las risas esquizofrénicas el silencio en mis oídos llegó.

Como lo hizo no tengo ni idea que paso tampoco lo sé, simplemente algo se apagó.

La hoja que golpeaba mi espalda corto mi ropa, pero no mi piel.

Me giré hacia alguien que creía que era un amigo y con mi poder lo estampé contra la pared, la risa frenó y mi sonrisa creció.

—¿Por eso andabas en constante preguntas de si estaba enamorado? ¿Por eso te aparecías de vez en cuando? —le arrebate la espada con mi magia y la atraje hasta que la tuve levitando a mi lado.

—Si lo matas la mato a ella —me advirtió el hombre verde.

—Haz lo que se te venga en gana —le digo mientras desató la furia de mi daga hacia Martina cortándole la cabeza.

Su cuerpo cae al piso, pero su cabeza y su cuerpo aún estando separados siguen en funcionamiento.

—Entonces la matare —me giro a mirar al hombre.

—Han interrumpido mi tranquilidad, gozado de reírse con estruendos en mi casa, es hora de pagar —mis ojos se oscurecen, mi cuerpo crece, mis garras salen al ilegal que mis dientes y mi sonrisa.

Le quito la daga oscura con mi poder, Elizabeth se aparta y es ahí cuando llevo la daga hacia la cabeza de Martina arrebatándole la vida, su cara y cuerpo se secan hasta ser algo muerto y blanco.

De seguido la daga hueso vuela y apuñala varias veces a Maxu, por todos lados, fue un festín de chorros de sangre y gritos, estos son los sonidos que adoro escuchar, los sonidos que me alimentan, son como las ratas que destripaba cuando era Niño, son como las cucarachas que controlaba a mi voluntad con tan solo seis años.

Le sonrió a aquel hombre.

—Me importa una mierda quien seas, tu familia o tu venganza, pero te agradezco, te agradezco despertar en mí algo que creí muerto, agradezco que se haya revivido mi majestuosidad.

Lo inmovilizó y lo asecho.

—Recuerda algo penosa y sucia vil rata, destruiré a tu familia y a tus generaciones —con mis garras raje su pecho, una y otra y otra vez.

Lo único que le permití fueron los gritos, esos que me llenan como una recarga de poder.

Los gritos que me excitan a seguir mutilando y arrancando, la sangre verde y plateada corre por mis dedos y aún así sigo cortando con mis garras.

Cuando los gritos cesan y la aburricion me inunda de nuevo, termina el show.

Regreso a mi postura inicial y tomo la daga oscura y corto al hombre en dos, la espada se ilumina y sonrió.

Posición real, arrastraré a sus hijos y su descendencia a mi cámara de tortura.

Cuando giro hacía la entrada mi padre me mira serio, mi madre tiene a mi hermano con la cabeza metida en el hombro y dormido; trucos de mi padre.

—Dijo que mi madre le había matado a su abuela y su padre hace años atrás —mi madre analizó mi cuerpo entero y negó con la cabeza.

—Nieto de Lila, su padre era el rey de los troll, sabía que tenía un amorío con la hija de ella, pero no sabía que tenían un hijo, creí que ese nuevo rey de los trolls era sólo hijo de él troll que mate.

—Vaya Annie, matando y nunca diciéndome tus movimientos —mi madre se encoge de hombros.

—Sabías que maté a Lila.

—Pero no al rey de los trolls —dice mi padre fijándose en la mancha de polvo negro —, a muerto
—dice refiriéndose a Mila.

Es ahí cuando se escucha el llanto de una chica en el piso.

—Mi hermana... —La voz desgarrada de Elizabeth por suerte no puede levantar a mi hermano.

—Mi niña —dice mi madre acercándose a ella, la ayuda a levantarse y se la lleva hacia arriba.

—Descubrí algo cuando la tuve en mi poder —le digo a mi padre ganándome su mirada.

Hago levitar la espada de hueso hacia mi.

—Ahora la partida de esta familia será su decisión —comienzo a romper la espalda con mi poder, sede, trozo por trozo de va haciendo nada, como si de una galleta salada se tratase.

Mi padre me mira sorprendido mientras está espada se vuelve negra para luego ser polvo.

—Entonces son trolls lo que interrumpe nuestro camino —le digo a mi padre para luego sonreír torcido —, está bien, me encargaré de ellos
—levantó la daga oscura —, me encargare de ellos,
Tú deberías encargarte de la familia de él —señaló a Maxu —, son todos traidores.

Mi padre asiente y desaparece, yo hago lo mismo y cuando aparezco en el reino de los trolls justamente en una de las entradas de conector que protege la familia de Elkay le sonrió asintiendo con la cabeza a ese demonio disfrazado de verde.

Salgo de él local y levito por los aires impulsándome hacia el castillo de los Trolls, todos me quedan viendo y los guardias Trolls comienzan a lanzarme piedras gigantes ninguna me hace nada, solo me tocan y caen de regreso partidas en muchos pedazos, la población grita asustada por el sonido de las piedras y yo solo entro por una ventana del castillo, rompiéndola en millones de pedazos.

Desató la daga hacia la mujer con vestido real perforó su pecho y cae al piso, a la habitación entra un hombre que tiene que ser el príncipe su enojo incrementa y se intenta desatar hacia a mi pero soy más rápido y le perforó el pecho con la daga oscura.

El olor de la sangre bailo por mi nariz haciéndome sonreír pero luego se apaga, el vacío y aburrimiento me ataca otra vez, debería masacrarlos a todos para avivar la emoción por un rato más. Pero me abstengo

La daga se ilumina cuando la tengo en mis manos, salgo por la ventana rota y la levanto hacia el cielo. Todos los Trolls que estaban presentes se postraron.

Sonreí ante mi nuevo hallazgo, rey del inframundo, rey de las hadas y ahora rey de los Trolls.

Desaparezco en humo negra.

Reposo los codos en la baranda del imperio más grande de todas las tierras, el inframundo, cualquier mundo mágico tendrá que arrodillarse a mi nombre, el único y el último rey demonio que tendrá esta gran nación llena de un festín de desesperación, guerra y deseo.

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Att: Eliana Batista❤️