CAPÍTULO 13

6.3K 439 48
                                    



Mily

—¿Estás preparado? —le digo por quinta vez deteniéndose —, ¿seguro que quieres entrar? Porque si no quieres podemos hacerlo después.

—¿Querías que viniera y ahora no? —dice arqueando una ceja —, típico de ti.

Le golpeé el hombro y recuesto mi cara en él.

—Es que no sé cómo la miraré, mi madre es....

—Mily... —dice mi madre con voz de sorpresa.

—Mamá,  no me mires con esa cara, me lo encontré por ahí mendigando en una esquina y lo invité a comer pan.

Más ridícula no sé si podré ser.

—Realmente me sorprende que hayas aceptado a mi hija, Malecay. Después de todo ella se gana la corona de la chica más intensa del planeta —mi madre mira a Malecay sonriente y a mi me cae la cara de vergüenza. 

—Se puede decir que tiene un encanto peculiar. —lo pellizque en la costilla.

—Yo por un momento... no,¿a quién voy a mentir? siempre pensé que moriría sola porque no quería a ningún otro chico que no fuera su Malecay soñado —mi madre suelta un suspiro —, Sé que no eres un chico norma.

—¡Mamá! —dije desesperada por su imprudencia.

—Sé que tienes problemas con tus sentimientos y por esa razón se me hace más extraño que vengas con mi hija, solo espero que no sea uno de esos experimentos de apuesta entre todos esos niños riquillos que son tus amigos porque quedarías muy mal visto, como también harías quedar mal la crianza de tu madre —¿se puede estar más roja y avergonzada?

No tengo ni idea, solo sé que me la estoy pasando raro.

—Mamá, por favor, me estás avergonzando.

—No tiene que preocuparse por algún tipo de apuesta porque me parece ridículo el simple hecho de  la palabra —dice Malecay despreocupado —, pero voy muy en serio con su hija, tanto que estoy dispuesto a casarme si se requiere —mi madre enmudeció y yo la acompañe en ese momento.

Mi madre rompe el silencio.

—No es para llegar hasta esos extremos, todavía son jóvenes como para pensar en matrimonio, primero tomen grado y centrarse en lo que quieran ser y después piensan en eso.

Ay diosa luna, si tan solo ella supiera que ya estoy casada con ese imbécil, le va a dar tres paros cardiacos de un solo golpe.

El collar que me dio esta funcionando de maravilla, ni siquiera pareciera que mis ojos ya no son los mismos de antes, Ahora me aterra es mi padre y su reacción, tampoco sé que cara pondrás mamá cuando escuche que es mi mate.

—No se preocupe por esas pequeñeces, lo tengo todo cubierto —dice Malecay relajado.

—Si habia escuchado algo acerca de que eras calculador —por la diosa mi madre si es la reina de las imprudencias.

—Pero que tonta soy, pasen —mi mamá s aparta, Malecay entra y cuando es mi turno de entrar me toma del brazo y me susurra —, ¿lo amenazaste, esta obligado o usaste brujeria para enamorarlo? —arrugo el entrecejo y me hago la indignada.

—Claro que no, al parecer le gusto, mamá, vino por su propia voluntad.

—Pero se supone que no sien... —Malecy nos mira y continua caminando —, no tiene super oido ¿cierto? —me encojo de hombro —, la diosa quiera y no, vamos.

Caminamos hacia la sala donde estaba mi padre, que cuando nos ve se termina su tasa de cafe y la deja en la mesa pequeña para luego analizar la situación.

LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora