LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]

CAPÍTULO 22

Mily

Me peino mirándome en el espejo y la decisión de querer dejarlo suelto me pica, esta es la forma en la que él me conoció, pero si lo dejo suelto moriría por la intención.

Termino de recogerme el pelo en una coleta de caballo.

Tocan la puerta y no he dicho pasen cuando se abre de repente.

—No me parece que estes en la habitación de mi amiga —me tenso al escuchar la voz de Xiz y por favor brujo mayor de magia negra mira que yo no intensiones esto, ni lo pensé, ni siquiera sabía que ella vendría. Las toallas y ropa que llevaba en bolsas las deja caer y me mira de arriba a abajo —, ¿Mily? Que carajos, estabas muerta, ¿si eres Mily? ¿O te pareces mucho a ella?

Preferí guardar silencio y que ella sola lo dedujera.

—¿No dices nada? —me miro con los ojos entrecerrados —, Mily... o no Mily, pareciera que fueras tú, pero como otra persona muy parecida a ti, a menos de que te hayas operado la cara por la caída —recoge las cosas del piso y las deja en la cama para luego acercarse. Coloca sus manos en mis hombros y entrecierra los ojos —Jumm —me toca la cara para luego estirarme los cachetes —, bueno, con el paso del tiempo la cara cambia, así que tienes que ser Mily. Habla Mily.

—Hola Xiz —le digo y ella sonríe.

—Ves, si puedes hablar, al principio creí que no eras tú pero luego noté tu ese desorden en tu mesita y me recordó mucho a ti.

—Mi cara de ve diferente por la magia negra, me la reconstruyeron con magia negra y el que lo hizo no conocía mi apariencia de antes —le sonrió —, hablando de eso, sino tienes pareja te lo puedo presentar.

—¿En serio? No, no tengo pareja —me dice enérgica.

—Te lo presentaré. Necesito un favor tuyo —la tomo por los hombros y lo aprieto —, no puedes mencionar mi nombre delante de nadie, si la gente me reconoce por la boca de otro mi cara se quemará al igual que todo mi cuerpo e iré directo al lago de fuego, así que llámame Maly. Morgan —me picaba las ganas de ponerme un apellido parecido al que tenía —, es Maly de Malysha.

Cambie todo, lo cambie porque sé que luego se verá con intención, yo prefiero no arriesgarme y mejor cambiar las cosas para no morir.

—Mi padre era hombre lobo y mi madre era humana, que murieron por una planta envenenada —me siento en la cama —, soy mitad humana y mitad hombre lobo.

—Voy a llorar —Xiz se abanica los ojos —, recuerdo la última vez que vi a Malecay, corrió a buscarte y cuando le dije donde estabas sus nervios se jodieron —me tenso en la cama, me termino recostando mientras cierro mis ojos con el simple deseo de que esto no hubiera pasado así —, tiene que estar hecho mierda y se habrá vuelco un cabroncillo peor que como era en el internado —se tapa la boca sorprendida —, ¿dijiste mitad hombre lobo? Pero no hueles a lobo, ¿que te paso?

—Perdí a mi loba por la magia negra —trague fuerte —, pero pienso recuperarla de una manera o otra, primero tengo que solucionar lo de mi cara, y se lo estoy dejando a Axel —suspiro.

Abro los ojos y me levanto de la cama.

—Gracias por el resto de la ropa —le digo para luego darle un abrazo —, esperemos a que mamá, papá, mi hermana y Malecay se acuerden de mi, así como el resto de personas.

—Que tengas suerte —me sonríe y yo asiento para largarme de ahí.

Camine hacia el portal solo porque estaba tan asustada como para tomar algún vehículo, quería aclarar mi mente.

En medio del camino antes de entrar al portal me bebo aquella pócima que me dará un aroma a hombre lobo.

Es un poco amarga y al parecer tengo que he charle otra escénica para que mejore.