EPILOGO 2.0

4.8K 339 45
                                    


Malecay

Hice tantas cosas con Mily antes de que decidiera que era el momento de darme lo que siempre me perteneció, además de que esperaba que nuestro matrimonio se llevará a cabo con mejor resultado.

La boda sangrienta que podía sonar un poco tétrica para el gusto de muchos, pero para Mily eres una tentación turbia a la cual no sabía con exactitud cuándo darle lugar, hasta que un día decidió.

Ese día es justo ahora.

Desde lo alto la miro desnuda corriendo por el bosque del inframundo, sonrió e intentó darle más tiempo de escapar de mi.

La emoción recorre mis venas al verla igual de entusiasmada que yo y eso hace que se me hinche la polla.

Así que comienzo a actuar, prefiero hacerlo manualmente así que bajo de lo alto hasta que mis pies tocan el piso y comienzo a correr.

Soy el doble de rápido, así que no demoró mucho en alcanzarla y cuando llegó hasta ella la tumbó en el suelo agarrándola de los brazos para que no se de contra el piso, la dejo caer suavemente hasta que toca el piso.

Inhalo el aroma de su cuello y ella suelta una risita, se gira y me da la cara.

Esos ojos miel van a regresar a su tonalidad roja que indica que es solo mía.

—Entonces es este el momento donde grito y pido ayuda, porque un hombre sexy, acuerpado y peligroso, resumiendo el rey del inframundo me quiere hacer suya —me dice divertida, colocando sus antebrazos en mi nuca y acercándose para besarme rápidamente.

—Sí, si retiramos el hecho de que eres retorcida y te encanta este juego previo que te hace mojar más que el resto de cosas que hacemos —acarició su mejilla.

—¿Acaso me está lanzado en cara que soy una puerca y turbia chica? —lamo su labio inferior.

—Así me gustas —suelta una risita y duda hasta que lo suelta.

—No puedo creer que reserve mi virginidad para este momento, estoy un poquito nerviosa —embrolla sus piernas al rededor de mi cintura pegando mi zona baja a su coño —, y creo que necesitas ayuda con eso, además de que siento que es injusto que sea yo la única desnuda de la situación.

—Desnúdame... —le susurró en los labios logrande que se sonroje —. Otra vez demostrándome lo tomatico que puedes ser.

—Si lo dices así otra vez se cancela esto —arqueo una ceja y ella no dice nada solo comienza a desvestirme.

Al principio lo hace de manera lenta y dudosa, pero termina arrancándome la ropa llena de desesperación.

Algo que me hace reír; si, reír, algo que al parecer con ella es más fácil de lo que pensé cuando era pequeño.

—Creo que llegó la hora de... ya sabes tengo que cortarte —retrocedo para que mi miembro quede a su alcance y ella dudosa saca sus garras.

Inespresibo la veo tomarla con las garras y escuchado un gran suspiro de su parte comienza a rajarla.

Unas punzadas de sesos y dolor me atormentan pero las ignoro.

—Llegó el momento —le aviso y ella asiente.

Me posicionó entre sus piernas y viendo su último y pequeño asentimiento la peñetro lentamente.

La sangre de los dos se mezcla, su labio inferior es aprisionado por sus dientes, con mi pulgar lo saco de sus dientes y la beso.

Sus labios tocando los míos mueven esas fibras tormentosas que aprendí a identificar, amor, por ella siento mucho de eso.

Comienzo a moverme de manera sube y por suerte su cuerpo de mujer lobo hace que se sane y pueda disfrutar.

Mis movimientos son rápidos y más cuando comienza a demandar que lo haga.

Se acerca a mi cuello y como lo habíamos planeado entierra sus dientes en ese punto escogido con ella, me acaba de marcar, me acaba de conocer oficialmente de ella y no tengo ningún problema con serlo.

—Sí, más... —lamé la sangre de mi cuello, la tomó de los muslos y la subo para que lo sienta más profundo —, junto asi, esposo, usa... ah... usa tu magia y caliéntame más.

La simple palabra esposo desató en mi el verdadero infierno, la unción que se estaba creando entre ambos es mucho más que cualquier unión física, es como si nuestra esencia se fusionara.

—Mierda, Mily, mi jodida y sexy esposa, demuéstrale a tu amado esposo lo dispuesta que estas para él y córrete —empuje con más rapidez e hice uso de mi magia.

Como una ola atacó el ambiente, su cuerpo comenzó a vibrar de placer mientras sus gritos de placer resonaron en cada rincón del bosque, mis bolas se contrajeron por tal escena y si entiendo la tensión abrumante me dejé liberar dentro de Mily.

Combinado todo mi semen con su orgasmo, la verdura obra de arte...

Su coño lleno de mi sangre con la suya, semen y humedad... no, eso era lo segundo, la verdadera obra de arte era ver sus ojos abriéndose después del orgasmo.

—Oficialmente mi esposa y reina del inframundo —la
Emoción no cabía en su mirada así que me bajo hasta ella y la beso.

—Oficialmente eres mío y yo soy tuya —me toma de las mejillas con sus manos y le sonrió.

—Sí... ¿Cómo se siente que usted señora de Novikov; la acosadora del rey demonio haya logrado amarrarlo, encadenado a repetir la maldición de su familia porque la ama más que el poder de ser el último rey? —la pregunta le divierte y verla sonreír lo es todo para mi.

—Realmente el acosador siempre fuiste tú —dice mientras juega el cabello cercano a la nuca.

—Así es, y no me arrepiento de espiarte y ver como me espiabas en el proceso —me besa el cuello, donde está su marca.

—Somos unos putos turbios, locos —inhala mi cuello como de costumbre.

—Sí, pero también somos los reyes del inframundo.

Las cosas pueden ser una mierda sintiendo, pero sentir por ella es lo único que me hace anhelar que siga siendo así.





Fin.








________________________

Y se acabó este viaje lindo, manassss estoy llorando, amo esto, amo escribir de veras que les agradezco que estén conmigo y sigan leyendo.

Son lo mejor que me pudo haber pasado, tengo sueños que quisiera que se expandieran para todas ustedes, no sé cuando pase lo de los libros en físico, sigo teniendo fe, pero aún así me siento muy feliz, porque están aquí, después de tantooo... gracias

Con todo mi corazón gracias🥹❤️

Terminado a la 1:33 am sábado, 9 de diciembre 2023

Att: Eliana Batista💋

LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora