CAPÍTULO 15

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Mily

Cuando entre a la cafetería estaban todas las chicas de pie y murmurando, sentí un jalón, no podía ver quién me iba jalando porque estabanadando entre la multitud, me llevaron hasta un punto donde termine sentada en una de las mesas de la cafetería, desconcertada miro a mi alrededor y puedo ver que al frente tengo a Martina, Bibit, Wixy, Katy, sentadas al igual que yo, alrededor de nosotras estaban todas y cuando digo todas son todas las chicas del internado, las mencionadas anteriormente me veían con un odia y fastidio así como si fuera un torso de mierda que profana sus fosas nasales de oro.

—¿Qué hago aquí? —digo aburrida y me sobresalto cuando siento una mano en mi hombro.

—Confirma lo que ya todas saben —dice Xiz emocionada.

—¿Que se supone que tengo que confirmar? —me hice la desentendida.

—Tu relación con Malecay —dice Martina fastidiada —, confirma rápido.

—Sí, somos novios —un grupo de chicas grito incluido Xiz.

—Quiero todo el dinero en mis manos perdedoras, luego yo lo repartiré en partes iguales —dice Xiz haciendo con las manos como si tirara dinero.

Las chicas ganadoras gritaron más emocionadas y yo rodé los ojos.

—No creas que he perdido la guerra —dice Martina y yo le sonrió para luego lanzarle un beso.

—El típico comentario de los perdedores —exclamó sintiendo mis manos picar de la rabia. Se escucha una burla entre todas hasta que las regañan.

—¡Dejen el escándalo y desayunen! —dice la cocinera.

—No deberías estar tan contenta sabiendo que te está amenazando con quitártelo —dice Wixy —, y yo también lo haré, ya que me di cuenta que sus gustos son muy bajos y tengo mucha oportunidad.

Me rio repentinamente y de forma escandalosa y ellas me miran con más rabia.

—Ay, Wixy, cuéntame otro chiste, si fuera menos que tú, Malecay hubiera estado contigo desde hace mucho tiempo, pero todo el resto de mujeres les da asco porque no soy yo, si te digo cómo piensa pues de seguro dirá que son unas lanzadas —Wixy intentó ponerse de pie pero varias chicas la retuvieron volviéndola a sentar.

—No deberías reír mucho, hablamos en serio —dice Bibit roja de la rabia.

—No pueden venir y jalarme hasta aquí y luego tratarme como la mierda y creer que no les lanzare palabras de regreso —me incorporo del asiento —, están locas si creen que son las únicas que pueden menospreciar a la gente y definitivamente se les safaron los tornillos al creer que seguiría peleando por un hombre, consíganse una vida y quien las ame de verdad —me voy alejando —, por la diosa les encanta el rechazo, ámense un poquito más.

Trixa

•Muy bien, así se habla.

Un montón de aplausos se escucharon y cuando iba saliendo me encontré con la directora.

—¿Me podrías decir qué está pasando? —dice mirando detrás de mi el revuelo que tienen las chicas.

—Ya sabe un nuevo artista musical que las está poniendo a orinarse los calzones —me mira sorprendida y siento vergüenza —. Lo siento, soñé muy imprudente.

—Por lo menos me tranquiliza que sea eso y no pelea —me rasco el tobillo y le sonrió —, así es.

—Bueno, disfruta tu domingo.

Me despido y avanza otra vez hacia el instituto.

—Bu... —siento un beso en el cuello que me hace sobresaltar y le golpeó el hombro —, siempre tan agresiva. ¿Por qué esa cara?

LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora