LA ACOSADORA DEL REY DEMONIO [#4]

CAPÍTULO 6

Mily

Cinco años después...

Extiendo mis manos al cielo mientras bato los pompones y sonrió, gritamos al mismo tiempo en señal de apoyo a nuestro equipo, que joder, van empatados, Justo ahora es el tiempo de descanso antes del segundo tiempo.

Según la capitana, o sea Sara, tenemos que bailar sensual para distraer al equipo contrario y al parecer hemos distraído al nuestro y al otro.

—¡Vamos... bestias! —pisamos fuerte y luego damos doble pisada —, ¡vamos bestias! —nos llevamos los pompones a las caderas y nos flexionamos para luego hacer un movimiento en círculos con las caderas.

Esto no lo quería pero nadie puede contra Sara y sus locuras.

Bailamos al ritmo de la música que suena y luego llega ese momento, ese momento donde volvemos a hacer ese puto movimiento, mis ojos chocan por error en la banca donde se sientan los jugadores inactivos y trago saliva fuerte para después hacerme la loca cuando me doy cuenta que los ojos de Malecay están clavados en mi, y sé que estaba viéndome desde hace rato.

El juego en segundo tiempo comienza.

Comenzamos a dar saltitos y de repente lo llaman a entrar en escena, por reglamente aplaudimos y me toca hacerlo aunque no quiera, es el puto capitán estrella de mierda, y he llegado a pensar que adora la banca porque puede verme con mejor tranquilidad, sabe que me fastidia su mirada y se lo grite un día hace tres años... pero al parecer no le importo y me miro más.

Cuando se levanta no se preocupa porque ya el primer tiempo se acabo y está apunto de comenzar el segundo así que nosotras nos retiramos, básicamente bailamos en el primer tiempo y el receso.

Estoy sudando como la mierda, nos sentamos en nuestros puestos designados.

Siento los brazos de Cari en mis hombros y me besa la mejilla y Sara se sienta al lado de Cari.

El partido continúa, las regla de este juego son diferentes al de un basketball normal, todos pueden usar sus poderes pero sin causarle daño físico a ningún jugador y solo dándole dos toques al balón en el piso, el juego se vuelve más diferente ya que la cancha mide el doble de lo que mide una normal de humanos y lo más interesante no puedes hacer desaparecer el balón solo ir por el mediante sus habilidades.

El partido se pone más intenso cuando a Malecay le ceden el balón y se le acerca un vampiro, todo es rápido, Malecay solo lo mira a los ojos para que este caiga al piso doblegado... pero no es daño físico, no, es que le acaba de causar una intensa ola de excitación tan potente que ni se puede levantar, en poco tiempo ya está encestando haciendo que el marcador nos favorezca.

Siguen jugando, se roban el balón haciéndolo levitar, atrayéndolo, haciéndolo gelatinoso, entre otras cosas, pero no son nada para el capitan cuyo nombre no quiero repetir en mi cabeza, es tan malditamente ágil, la pasa a sus compañeros y se asienten entre sí, mientras todos se acercan a la cesta enemiga, estamos más propensos a ganar que ellos, y me pongo mas nerviosa cuando el equipo contrario anota porque hechizaron el balón con súper fuerza y velocidad haciendo que esquivara a todos los de mi equipo y encestara.

Eso hizo enojar al capitán porque no se lo esperaba y cuando tramaban hacer lo mismo para llevarnos dos puntos más arriba antes de que el tiempo se acabe, el capitan desaparece, todos se extrañan pero al último instante aparece frente a la cesta y cuando tiene el balón justamente como a tres centímetros de su nariz hace que el balón flote con una sorprendente rapidez que me dejó atónita... y encesta.

El reloj marca que el juego ha terminado y todo el internado se levanta celebrando que le hemos ganado a los hechiceros. Hasta nosotras que levantamos los pompones en celebración.