Hogwarts Hoe

VI. La Pijamada

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La Pijamada (o de cómo hacer el ridículo frente a tus crushes).

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Habitaciones de chicas (la décimo sexta a la derecha, específicamente), Sala Común de Slytherin, Mazmorras, Hogwarts.
Miércoles 11 de septiembre, 1994.
22:30 hrs.

Estando ya en mi cuarto me puse un pijama bien bonis de estos enteros de un osito.

I'll never forget you, pijama de osito☝️😭.

Saqué algunos dulces de mi cajón de dulces (el cual había puesto que siempre tenía dulces y cositas porque es súper necesario e importante, claro que sí), y me fui a la habitación que Pansy, Millicent y Daphne compartían. Al llegar había música puesta de fondo, y estaban ellas tres charlando en una de las camas.

—Llegué yo, La Divaza —me paré en el umbral con un brazo en alto apoyado en el sitio, y una pose que pretendía ser coqueta. Ellas rieron, y me invitaron a pasar.

—Hiraeth —dijo Pansy, aguantando la risa un rato después cuando habíamos decidido ponernos a jugar Verdad o Reto—. ¿Verdad o reto?

—Reto.

Qué miedo lo que me fuesen a decir que confesara, mejor quedar en ridículo por un reto que revelar mis secretos, la neta.

Se miraron entre las tres, y me replanteé la idea de haber elegido Verdad. Pero Reto es, y siempre será la opción segura.

—Te reto —empezó Millicent— a ir a la habitación de los chicos... y besar a Adrian.

A

Cagamos.

Qué panik entrar a su habitación, la neta. Besar a Adrian, god. Entrar a la habitación de los chicos, mal.

Me indicaron dónde quedaba la mentada habitación, pero no me acompañaron. Esas querían ver el mundo arder, pero no arder en él, y me mandaron a mí para ser quien lo incendiara🤡.

Cuestión que cuando llegué vi en la plaqueta que ponen en cada dormitorio para identificar a los alumnos de dicha habitación que Los Siete estaban en esa habitación, pero Adrian no.

#miedo #pánico #terror #ozuna #elnegritoojo'claro

Toqué la puerta, tardó un poco en abrirse y mostrar a Theodore ahí paradote todo guapo, hermoso, precioso, divino, y rezable.

Ola, me gustas, ¿te gusto?

—Hola, perdona, busco a Adrian —Theodore me miró de arriba a abajo, y yo me sonrojé bien feo al recordar que tenía mi pijama de osito y que de seguro este wey estaba juzgando mi pijama.

Con mi pijama no, atrás🤺🤺🤺.

Abrió la puerta haciéndose a un lado, yo le miré como preguntándole si eso era una invitación a pasar o qué pedo, él asintió, y yo pasé ahí más tiesa que tabla de surfear.

La habitación era enorme, ayuda.

Tenía siete camas puestas de espaldas a los ENORMES ventanales que daban al Lago Negro, la luz entraba por ahí de color verde dándole a la estancia un color más bonito y místico. La pared, el techo, y el suelo estaban hechizados para que simularan una galaxia, entonces todas las estrellas y constelaciones se mostraban en toda la estancia, y junto con la luz del lago eso se veía burda e' precioso. Aunque daba un efecto medio random porque yo sentía que en cualquier momento me iba a caer.