XXXVII. De amistades y cortejos.

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De amistades y cortejos (o de cómo el destino te sorprende de la manera más inesperada).

ººº

Gran Comedor, Hogwarts.
Martes 20 de enero, 1995.
07:45 hrs.

Día uno.

Las cosas empezaron a ponerse raras luego de la pijamada que tuvimos donde me hice amiguis de Tom. Tres días después, para ser concretos.

Empezó por la mañana, en el desayuno. Como ya me era usual, Snape me secuestró antes de ir al desayuno, así que llegué a eso de las siete y media.

—Buenos díaaaaas —canturreé sonriendo, sentándome en mi puesto usual. Mi desayuno ya estaba servido, lo cual no era raro desde que Blaise adoptó esa costumbre un par de semanas atrás.

—Buenos días —respondieron los demás.

Había un aura en el espacio un poco rara, se miraban entre ellos y nadie decía nada. Incluso Adrian y Pansy, los cuales no paraban de hablar, estaban callados.

—Am... ¿pasó algo de lo que no me enteré? —pregunté en voz baja mirando alrededor. Era bastante incómodo que nadie hablase cuando ya estaba acostumbrada a ello.

—No —dijeron todos al mismo tiempo. Yo los miré de un lado al otro sin saber qué hacer, así que me dediqué a comer en el silencio sepulcral que había ahí. De vez en cuando se daban miradas de reojo y sutiles movimientos, así que supuse que estaban hablando por Legeremancia, lo cual incrementaba mi ansiedad y pensamientos negatives.

Yo me quedé tiesa sin saber qué hacer con mi vida porque me incomodaba el silencio y toda el aura de tensión, y no tenía música para distraerme, así que comí en ese asfixiante silencio, con ellos todos tensos.

Luego de eso nos fuimos todos a Pociones junto a los demás Slytherins y Gryffindors de nuestro año, y el camino fue igual de silencioso y ridículamente incómodo.

Y así estuvieron durante todo el día, cuando quise preguntarle a Pansy o alguno de Los Cuatro, me evitaron o cambiaron de tema.

Traté de evitar darle tantas vueltas al asunto porque iba a acabar peor de lo que ya estaba si me ponía a sobrepensar, así que me auto-convencí de que sólo estaban preparando algo o era alguna situación entre ellos en la que yo no tenía derecho a ...

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Traté de evitar darle tantas vueltas al asunto porque iba a acabar peor de lo que ya estaba si me ponía a sobrepensar, así que me auto-convencí de que sólo estaban preparando algo o era alguna situación entre ellos en la que yo no tenía derecho a meterme.

Al día siguiente, en el desayuno, llegué junto a ellos, el ambiente seguía kinda tenso y yo me sentía chiquita, en el mal sentido. Blaise dejó mi desayuno en el plato y estuvimos así como hasta las siete y media, cuando las lechuzas empezaron a entrar al comedor y ellos se entiesaron incluso más.

Yo me quedé🕴️, sin saber por qué andaban así, pero pensé que era por alguna carta que les llegaría o algo así.

Quedé claun cuando seis halcones ridículamente majestuosos se pelearon para llegar hasta mí y ver quién era el primero en darme el paquete que llevaban. Al final parecieron llegar a un acuerdo y se pararon en dos filas de tres extendiéndome sus paquetes.

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