Hogwarts Hoe

XXIV. Yule.

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Yule (y Snape siendo un ícono por todo un capítulo).

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Sala Común de Slytherin, Mazmorras, Hogwarts.
Miércoles 24 de diciembre, 1994.
18:15 hrs.

El 24 todo el mundo estaba frenético, yendo de un lado para el otro con bolsas, vestidos, trajes o productos. La Sala Común estaba hecha un lío, lo cual era sorprendente dado lo tiquismiquis que son los Slytherins con las apariencias y la planificación, pero quién soy yo para juzgar.

Como ya no tenía pareja para el baile de Yule, andaba fresca de la vida en la Sala Común, escuchando música y leyendo mientras veía a todo el mundo en crisis a mi alrededor.

(se olvidó de que abría el baile*)

—¿No irá al baile, Srta. Hiraeth? —preguntó Snape, llegando a mi lado con una ceja arriba y sus dedos cruzados frente a su cuerpo.

—No tengo pareja, y con lo de los gemelos y eso no tengo ganas —dije desinteresada, sin apartar la vista del libro que leía.

Snape mood: 😃¿

—Acompáñeme, Srta. Hiraeth —indicó y se dio la vuelta, dirigiéndose a su habitación. Yo me quedé mirándole un momento antes de seguirlo. En su habitación me dijo que me sentase en el sofá y él se metió a sabrá-él-dónde y se puso ahí a revisar algo.

Volvió con dos cajas, se veía medio nervioso y estaba un poco sonrojado y evitando mi mirada, me tendió las dos cajas y se volvió hacia un lado con los brazos cruzados.

Yo le miré sospechosamente, tomando las cajas y dedicándole otra mirada antes de abrir una, pero él no me la devolvió, sino que se sonrojó incluso más.

Primero abrí la caja pequeña donde encontré unos zapatos de tacón BELLÍSIMOS, eran de un color crema medio nude, altos y cerrados, afortunadamente la punta no era fina porque no soporto los tacones de punta fina. En los lados del tacón tenía unas especie de incrustaciones doradas que asemejaban como una enredadera o una seguidilla de hojas y en un color blanco habían mariposas en estas incrustaciones, el tacón era dorado y estaba envuelto también con estas enredaderas y tenía algunas mariposas a los lados. Había unos círculos hacia arriba dorados, también decorados con mariposas.

—Oh, por Merlín —susurré anonadada, juro que los zapatos eran hermosos.

—Abra la otra caja —me instó con un ademán, sin mirarme. Emocionada abrí la caja grande, dentro había un vestido brutalmente hermoso, man.

Era de un color blanco tirando a dorado suave, el corsé era medio transparente, tenía algunas líneas y piedritas de decoración, pero en general bastante sencillo, terminaba en la cintura con una especie de cadena que se unía y caía por la falda, en la punta de la cadena tenía estrellitas.

La falda caía hasta el suelo y tenía una cola no tan larga, lo suficiente para que se arrastrase, pero le daba un toque al vestido, en el dobladillo de la falda habían algunas decoraciones y la falda en general brillaba por la tela y tenía algunas líneas doradas que resaltaban mucho más en el vestido. Encima de la falda traía una tela transparente que tenía una gran abertura en el centro delantero y se supone que se agarraba y tal.

Las mangas eran largas y llegaban hasta mi muñeca, eran sencillas, no tenían ningún diseño y empezaban un poco más abajo del hombro.

Miré a Snape en shock. Yo ser como: 👁️👄👁️.

—Bueno —carraspeó, volteando la mirada cuando lo caché observándome—, el otro día lo vi por ahí —«por ahí» quedé (era un vestido de diseñador)—, y pensé que le podría gustar a usted, pero no me animé a dárselo porque no quería dar una imagen equivocada o que usted malinterpretara mis intenciones para con usted —yo estaba burda 'e sorprendida y no dije nada. Snape empezó a desvariar, súper sonrojado.