XXIII. Gryffindors core.

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Gryffindors core (y Theo, el trabajo de Snape y un poco de Tom core).

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Algún pasillo, Mazmorras, Hogwarts.
Miércoles 11 de diciembre, 1994.
23:15 hrs.

En Gryffindor se corrió el rumor de que los gemelos y yo habíamos roto y ahí todo se fue a la mierda. La gente se desconoció, literalmente.

Un día salí a dar un paseo por los pasillos, eran como las nueve y cuarto, necesitaba tomar un poco de aire antes de ir a Astronomía, clase a la que iba de vez en cuando porque me parecía interesante, además que iba con el grupo y cuando volvíamos, a veces las chicas y yo hacíamos pijamadas o cosas así.

Había dado una vuelta por los pasillos, saludé algunos cuadros que habían por ahí, no sabía quiénes eran los que aparecían ahí, pero al menos fueron amables al saludarme. Iba de regreso a la Sala Común, ya eran un poco pasadas de las diez y tenía que estar en las mazmorras para las diez y media, más o menos, o ubicarme en algún punto donde me fuese a cruzar con mis amigos, básicamente corrí para poder llegar a tiempo al pasillo por el que sabía que iban a cruzar.

—Perdón —murmuré cuando choqué con alguien, pretendía volver a correr, pero una mano en mi codo me detuvo, antes de que pudiese preguntar o hacer cualquier cosa, fui estampada contra la pared a un lado. Me quejé y cuando me fijé, vi que eran unos Gryffindors que reconocí por mi tiempo en la Sala Común.

—Así que la pequeña Hiraeth ya no tiene a sus guardaespaldas detrás, ¿eh? —preguntó el que, si mal no me acordaba, se apellidaba Williams, a sus lados Davies y Roberts.

—¿Disculpa?

—La perra de los Weasley... no sabes cuánto tiempo estuve esperando a que esos dos idiotas se alejasen de ti —fruncí el ceño, tratando de verme confundida.

—No sé de lo que hablas —los tres se mofaron.

—Hazte la tonta ahora, asquerosa serpiente —escupió Davies.

—Realmente no tengo ni idea de lo que hablan. ¿Por qué hacen esto?

—Ningún Slytherin es tan santurrón como tú, ¿sabías que todos pensaron que irías a Hufflepuff? Pero al parecer debes tener una personalidad oculta, ¿qué esperas, eh? —Williams escupió—. Por supuesto que debes estar planeando algo, con esa carita y diciendo ser una sangre pura, cuando todos saben que eres una asquerosa huérfana.

Lit, no sabía qué hacer ni qué responder y estaba en #shock.

—¡¿Te vas a quedar callada?! —gritó Roberts casi en mi oreja, aturdiéndome—. ¡Di algo, asquerosa serpiente! —los tres empezaron a gritarme y acusarme de ellos-sabrán-qué. Traté de salir de ahí, pero me volvieron a agarrar y estampar contra la pared, para ese momento ya me estaba asustando porque con cada segundo los tres se veían cada vez más violentos.

—Oigan, no tengo idea de lo que hablan, lo juro, sólo- —jadeé cuando vi a Williams elevar la mano, cerré los ojos esperando el golpe.

Se preguntarán por qué no me defendía con magia. Primero que nada ellos eran tres y eran de grados superiores, así que mágicamente me superaban en cualquier sentido; segundo, no llevaba mi varita porque se suponía que sólo daría una vuelta y luego nos iríamos a la Torre de Astronomía; tercero, no me acordé de que tenía poderes porque estaba en crisis, ok¿; y cuarto, no se supone que esperes que en el primer mundo y EN HOGWARTS te fuesen a hacer esas cosas.

Hogwarts HoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora