IV. Hogwarts

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Dormitorio principal de Grindelwald Manor, Windsor, Reino Unido.
Martes 10 de Septiembre, 1994.
11:26 hrs.

Me terminé durmiendo en la espalda de Gellert y no me enteré qué pedo hasta la mañana siguiente cuando me desperté en mi habitación en la mansión con mi pijama ya puesto. Mis maletas de Hogwarts estaban ya arregladas, y acomodadas cerca de mi cama, excepto por algunas cosas mías.

Cuando hable con Gellert, me dijo que no quiso despertarme, así que llamó a Aragorn para aparecernos en la casa, y que con un hechizo me había cambiado la ropa para que no estuviese incómoda.

¿Cómo no amar a ese hombre✨😭🤌?

Me dijo que Aragorn había intentado tomar los regalos que me habían enviado, pero que los búhos no permitieron que nadie que no fuese yo los tomara, así que se fueron a la verga luego de esperar todo el día, y que era posible que me llegasen durante el día o ya en Hogwarts. Yo asentí, y Gellert me acompañó a organizar mi baúl.

Cuando todo estuvo listo, le dijo a Trixy que se encargase de llevarlo a Hogwarts. La elfina desapareció, y Gellert y yo nos hicimos la skin care -ahora sin ropa sucia y bien hecho- mientras Gellert me contaba chismes como vieja chismosa de barrio.

Les juro que Gellert era muy chismoso, hgfdfghj. Si había algo que ese hombre no supiese, era todo un milagro.

Él me ayudó a arreglarme el cabello, haciendo un peinado así bien bonis, y también me ayudó con el maquillaje. Gellert era muy girly supportive, la verdad. Me comentó que me llevaría a los chicos (o sea, mis guardaespaldas) a Hogwarts, aunque estarían invisibles la mayor parte del tiempo, y que Ax y Siex podían esconderse en mi túnica siendo serpientes.

También dijo que tendría una habitación para mí sola (cosa que ya sabía porque lo había puesto en mi guión📝), y que los chicos estarían la mayor parte del día ahí, que si los necesitaba sólo los llamara, pensara en ellos, o tocase la piedra de la gargantilla o alguna parte de la pulsera con la intención de que ellos aparecieran ahí o fuesen.

Yo quedé loca con eso, pero messirve🤝.
(me olvidé)

Durante el día tuve tremendos ataques de pánico porque de la nada me acordaba que yo no era de esa realidad, y que cualquier cosa podría llevar a que alguien se enterase, o a cagarla. Varias veces casi digo mi palabra de seguridad debdo a los nervios. Gellert me ayudó un poco a superar los nervios, diciéndome palabras de aliento y promesas de que todo estaría bien.

Almorzamos como a las tres, y salimos muy pacientemente alrededor de las cinco de la mansión. Gellert se tiró algunos hechizos para camuflarse (porque aparentemente la familia Grindelwald estaba desaparecida, o muerta, o algo así súper random de lo cual no me enteraba, y ese man al parecer estaba fuera del mundo mágico. Aunque éramos como parte de la realeza, y no le hacían nada a Gellert, aún el Ministerio sabiendo que estaba vivo y parte de sus movimientos mágicos. Era muy raro, y para ese entonces no me enteraba de nada), y nos dirigimos a Hogsmeade para llegar a tiempo para la cena.

—Hija —me detuvo cuando Hogwarts ya era visible a la distancia, y tenía que dejarme ir—, estoy muy orgulloso de ti, ¿sabes? No tienes nada de qué preocuparte, sabes que Albus estará ahí para ti, así como Minnie, Snape, y Poppy..., y tengo entendido que Remus continuará siendo profesor de DCAO este año, así que lo tendrás a él, y a Sirius cerca por si los necesitas. Acude a ellos si no quieres hablar conmigo.

Se mano acarició delicadamente el costado de mi cara, y sus labios estaban ligeramente elevados en una sonrisa tranquilizadora. Pareció pensar un poco antes de seguir hablando.

—Recuerda, Hiraeth, que eres una Grindelwald. Y no solo cualquier Grindelwald, eres mi hija, y los Grindelwald no bajan la cabeza, no se dejan humillar, y nunca se rinden, por mucho que el universo decida que todo está en tu contra. Nunca bajes la cabeza, hija, las adversidades las enfrentas con la cabeza en alto.

Hogwarts HoeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora