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Hogsmeade, Escocia.
Martes 17 de febrero, 1995.
17:00 hrs.Ven al Bosque Prohibido en una hora.
Decía la nota que dejó Mattheo en mi mano luego de la última clase de ese día. Elevé una ceja interrogante, pero pues cada quien y seguí con mi vida tranquilamente antes de dirigirme al Bosque Prohibido, tal y como me lo pidió.
Me extrañó verlo en la salida de aquel lugar al que me había llevado y que se había convertido en «nuestro lugar», de brazos cruzados y apoyado contra la piedra.
—¿Para qué soy buena? —pregunté al llegar frente a él, él me miró y apagó el cigarro que tenía en sus labios contra la piedra detrás de él mientras se separaba de la pared y dejaba salir humo por sus labios.
Qué atractiva se ve la gente que fuma, maldi tasea
No fumen, tho🤺.
Pero hay gente que sí tiene como un flow para fumar, y Mattheo era uno de esos.
—Para ponerte una venda —la sacudió en el aire luego de sacarla de sabrá-él-dónde y se puso detrás de mí para ponerme la dichosa venda.
—Tienes un fetiche medio rarito con llevarme a lugares estando vendada —le hice saber, aunque me dejé hacer.
Yo, la menos gobernada:
Él rio, murmuró un «mhm» y me empujó con delicadeza hacia algún lugar. Yo me dejé llevar, pero cada rato le iba amenazando con tirarlo de la Torre de Astronomía si me dejaba caer, él decía sísísiyaalachingada y seguía con su vida, llevándome a lo que suponía era una sorpresa.
—Esto me da vergüenza, ahora que lo pienso mejor —comentó luego de detenernos. Me carcajeé.
—Ni que me fueras a declarar tu amor eterno o algo así —bufé, divertida—. Prosigue —hubo un silencio así bien macizo y yo me entiesé en lo que sus manos apretaban su agarre en mi cintura—. ¿Mattheo?
—¿Hm?
—¿Ahora sí me vas a matar o adiviné lo de que vas a declararme tu amor eterno? —pregunté bajito y toda tiesa. No estaba segura si prefería que hiciese la matasión y no se declarase o si sí quería que se declarase.
Pero recordaba a Theo y su declaración del día anterior (además de esa besasión a lo malandro que nos mandamos) y todo era confuso. Muy confuso.
—A veces te odio, ¿sabías? —dijo luego de un rato.
abuenonotemecuidas
—No sí —exclamé—. ¿Ahora qué hice? Aparte de ser perfecta, claro —moví mi cabello engreídamente, ganándome una risa de su parte junto a mi cuello (porque había decidido apoyar su barbilla en mi hombro y abrazarme).
—Tenías que arruinarlo todo.
—Vasie', ¿cuál es tu vaina conmigo hoy, pues? ¿Maté a tú madre o qué? —me crucé de brazos, indignada, y le manoteé para que me soltara, pero él solo afianzó su agarre.
—Mi vida estaba completamente bien antes de que llegaras.
Si me sentí feito, he de admitir. Pero como siempre bichota, nunca inbichota solo atiné a decir:
—Le dices a Pansy que la quiero mucho, que lleve rosas negras a mi funeral, se vista de rosado o blanco y le diga a la gente las pendejadas que hice para que se rían, así como que les pegue si se ponen de sentimentales y con sus mamadas de «era una buena persona» y bla, bla, bla, por fis.
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Hogwarts Hoe
Fanfiction❝ 𝕳𝖎𝖗𝖆𝖊𝖙𝖍, 𝖊𝖘 𝖚𝖓 𝖘𝖊𝖓𝖙𝖎𝖒𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔 𝖗𝖊𝖑𝖆𝖈𝖎𝖔𝖓𝖆𝖉𝖔 𝖈𝖔𝖓 𝖑𝖆 𝖆𝖓̃𝖔𝖗𝖆𝖓𝖟𝖆 𝖉𝖊 𝖚𝖓 "𝖍𝖔𝖌𝖆𝖗" 𝖊𝖓 𝖊𝖑 𝖖𝖚𝖊 𝖓𝖚𝖓𝖈𝖆 𝖍𝖆𝖘 𝖊𝖘𝖙𝖆𝖉𝖔, 𝖆𝖑 𝖖𝖚𝖊 𝖓𝖔 𝖕𝖚𝖊𝖉𝖊𝖘 𝖛𝖔𝖑𝖛𝖊𝖗 𝖔 𝖖𝖚𝖊 𝖓𝖚𝖓𝖈𝖆 𝖊𝖝𝖎𝖘�...