Hogwarts Hoe

XXVI. La Fiesta II.

Escenas sexuales explícitas (fingering, felación, referencias a cunnilingus, penetración, spanking, mención de fetiches). Literalmente voy a narrar hasta la hormiga que pasó, si no les gusta este contenido pueden leer hasta la segunda imagen, o saltarse el cap, /bsito.

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La Fiesta II (y de alianzas con el enemigo (mentira)).

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Sala Común de Slytherin, Mazmorras, Hogwarts.
Martes 31 de diciembre, 1994.
00:53 am.

Mientras me acercaba a donde se encontraban Los Once, Pansy notó mi presencia a lo lejos y empezó a regañarme, básicamente.

—¿Dónde estabas? Dijiste que ibas por algo de beber y luego desapareciste de la faz de la tierra. Te estuve buscando casi por toda la Sala Común, hasta fui a tu cuarto —los demás veían las marcas de mi cuello, clavículas, pecho, cintura y muslos que no nos preocupamos por esconder. Yo me senté fresca en el sofá mirando en dirección a Pansy, el antebrazo apoyado en el reposabrazos y mi cabeza apoyada en mi mano mientras tomaba algunos sorbos de mi bebida— y no te encontré. Estuve tan preocupada de que te hubiese pasado algo, incluso mandamos a unos chicos a buscarte. Tengo que encontrarlos para decirles que ya apareciste y- —se quedó callada cuando levantó la vista y vio las marcas de mi cuerpo—... ¡¿Pero qué te pasó?! ¿Quién fue? ¿Dónde está? ¡Voy a matar a quien sea que te haya puesto un dedo encima!

Casi gritaba, pero Pansy siempre fue una persona de apariencias, al menos respecto a sus emociones reales, así que trataba de contenerse lo suficiente mientras me examinaba.

—Longbottom —Pansy se entiesó, alejando la cabeza de mi cuello, mirándome shockeada.

—¿Longbottom? ¿Neville Longbottom?

—Ajá.

—Pero Neville no sería capaz de obligarte a- —el entendimiento pasó por su cara y volteó a verme con la boca y ojos abiertos de par en par—. ¡¿Te acostaste con Neville Longbottom?! —hizo el amago de gritar, pero salió en un susurro.

—Digamos que sí —tomé un sorbo de mi refresco mientras Pansy boqueaba.

—Pero-. ¿Cuándo-? ¿Dónde-? ¿Qué-?

—No es nada tímido el Neville, eh —Adrian silbó en mi dirección, haciéndome reír.

—Her —escuché que me llamaba alguien, volteé encontrándome al mismo Neville sosteniendo mi collar (el de los Grindelwald, sí😀)—. Se te quedó tu collar.

A la madre, ¿cuándo lo tiré?

—Gracias, Nev —iba a tomarlo, pero él me empujó ligeramente para que me despegase del sofá y me lo puso el mismo.

—Un placer —sonrió en mi dirección y volteó a ver a los demás, se rio por lo bajo de la cara de estupefacción de Pansy y se despidió con un ademán de mano.

—¡¿Ese Neville?!

—No conozco a ningún otro, Pansy.

Pansy estaba tan shockeada que duró un rato en volver a su ritmo natural y dejar de mirarme de reojo de vez en cuando.

Hablamos mucho, bebimos, bailamos (todavía había música en español, sipor? 🤝🤝) hasta que llegaron los juegos.

—Deberíamos jugar algo —dijo Adrian desparramado en el sofá. No quedaba mucha gente en la Sala Común, ya eran como las dos de la mañana, así que era el momento idóneo para jugar algo.