Hogwarts Hoe

˚♡˚ Daren Potter ˚♡˚

TW: Escenas sexuales medio explícitas que me dan vergüenza porque soy una persona penuda y porque es Daren y no sé, todo siempre es complicado con Daren💪.

°°°

Desde el primer momento en que Daren y yo nos cruzamos hubo... chispa, un algo que estaba presente entre nosotros. Cada mirada, cada toque, cada roce. Todo llevaba consigo una connotación de un algo, un todo, un nada.

Porque así funcionábamos Daren y yo.

Como un algo.

Como un todo.

Como un nada.

Así fue desde aquella primera mirada pretenciosa que me dio. Desde el primer beso que compartimos. Desde el primer roce que tuvimos.

Desde que nuestros caminos se cruzaron.

Pero que por supuesto, era más fácil ignorarlo. Y eso hicimos.

Hasta que nos presentamos, claro, donde todo cambió radicalmente.

Daren y yo no nos acercamos de una manera bastante particular dos semanas después de eso. Él se acercó a mí, más bien.

Entraba a mi habitación, llevaba auriculares puestos y tarareaba una canción, Ax serpenteaba por mi cuello y cabello más o menos al ritmo de la melodía. Hacía eso porque era sensible a las ondas sonoras, aunque él decía que le gustaba.

Kinda creepy y 🤨📸?, pero pues cada quien, ¿no?

Llevaba un libro en mano, leyéndolo, cerré la puerta con el pie dispuesta a dirigirme a mi cama, hasta que noté un aire distinto, un aura, algo que no se supone que debería estar ahí. Pero que a la vez parecía encajar tan bien.

Levanté la cabeza encontrando en un segundo lo que resaltaba; Daren, en mi cama, leyendo y con un auricular en el oído, movía el pie al ritmo de la música y parecía tararear la misma.

Daren se veía... como un fuckboy aesthetic. Ropa negra, chaqueta de cuero, anillos con y sin cadenas en las manos, tatuajes en los brazos y cuello, piercings en el labio, lengua, nariz y orejas, cabello negro como la noche casi tapándole los ojos en un desastre que le lucía increíble, facciones perfectas, cadenas en su cuello, foxy eyes, pestañas ridículamente largas y, lo que dañaba la imagen de "te fuck y me boy"; el libro y la música.

—Am... ¿Daren? —murmuré, poniendo los cascos en mi cuello, Ax se quedó tieso alrededor de mi cuello y espalda sin poder esconderse antes de que Daren levantase la mirada.

—Al fin llegas, te estuve esperando —se levantó, quitando el auricular de su oreja y cerrando el libro antes de dejarlo en la mesita de noche.

Trastabillé un poco cuando empezó a caminar hacia mí sin vacilar y yo me paniqueé porque la mirada que me estaba dando era... demasiado para mí.

—¿Qué- qué haces? —coloqué mis manos en su pecho alejándome de su cuerpo cuando me tomó de la cintura y presionó mi cuerpo entre la puerta y su cuerpo.

Temblé, no lo voy a negar.

Daren era simplemente... perfecto y electrizante.

Todo en él era así.

Ax aprovechó ese momento para escurrirse entre mi espalda e irse alv a su casita.

Traidor.

Sonrió de lado inclinando su cara hasta dejarla frente a la mía.

—Creo que ambos lo sabemos, Hiraeth —por puro milagro no me mie, porque la manera en la que dijo mi nombre fue tan- inefable que no fui capaz de procesar adecuadamente por un momento.