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Los ojos de todos los empleados del banco se posaron en ese sujeto al que nadie había visto antes, un hombre de un gran porte, sumamente alto y atractivo, con un semblante serio, parecido al del señor Park, que vestía un traje completamente negro, caminaba a paso lento por todo el piso, junto a dos brabucones que eran sus guardaespaldas, cómo si los tres estuviesen modelando en la pasarela de modas. Todos a su alrededor estaban completamente sorprendidos por la llegada de este hombre, pues la energía que transmitía era tan intimidante que te sentías cómo una pulga a su lado, pero no tanta cómo la que transmitía el jefe cada que llegaba.

- ¿Dónde queda la oficina del señor Park Jimin? - Preguntó este hombre a Ryunjin.

- Quinto piso, la puerta grande del fondo - Explicó la mujer con un poco de nervios.

- Gracias - Dice él y continua hasta el ascensor, entró en él y se cerraron las puertas.

- ¿Quién es ese señor? - Preguntó Ellen acercándose a Ryunjin mientras ambas seguían mirando al ascensor.

- Ni idea, juro que jamás lo había visto por aquí. Al parecer viene a ver al señor Park, me preguntó en dónde quedaba su oficina - Responde Ryunjin.

- Pero está guapo.

- Muy guapo, aguanta su taponazo. Además, se nota que es de dinero - Dice Yoongi y todos lo miran.

- Ey, ey, ey Yoongi, no puedes mirar a otros hombres, eres un hombre casado, ¿Ya lo olvidaste? - Le reprende Ellen.

- Yo sé que soy un hombre casado y que si Woon se entera que estoy viendo a otros hombres me mata, pero a ver, por decir que ese hombre es guapo no estoy siendo infiel, ¿O sí? - Habla Yoongi y todos ríen.

- Pues ya, sólo nos queda esperar a que Soojin venga y nos pase el chisme completo - Dice Ryunjin y todos vuelven a sus puestos de trabajo.

Mientras tanto, en el quinto piso, el ascensor se abrió y allí se veía a todos los empleados de aquí para allá con papeles en sus manos, muchos si se fijaron en su presencia y se sorprendieron, ya que jamás habían visto a este hombre.

- ¿Que?, Ay no... - Susurró Rosé al ver a la distancia a este hombre llegar, sin más, llamó a Jimin por el teléfono - Jimin, esto es serio... Regresó la bestia, repito, regresó la bestia y está AQUÍ EN EL BANCO. LO ESTOY MIRANDO AHORA.

Estas palabras de Rosé le puso los pelos de punta al pelinegro, mientras su cuerpo temblaba de rabia y del terror, ¿Por qué no se había quedado por allá?, Seguro y había ido a su casa para saludar a sus padres, ¿Por qué Maitte no le avisó cómo siempre lo hacía?. Primero por su estado de ánimo después de la discusión con su madre y ahora que la bestia haya regresado. Sólo lo ponía mucho peor.

- ¿Por qué no se cayó el avión en el que volvías?, ¿Por qué no te intoxicaste con tu comida?, ¿Por qué no desapareces de mi vida? - Dice Jimin al borde de un ataque de nervios.

Mientras tanto, este misterioso hombre se acercó a Rosé, la saludó, ella le correspondió de forma algo forzada, luego él preguntó por Jimin y ella lo hizo pasar. Entró él solo a la oficina de Park.

- ¿Qué haces aquí? - Pregunta el pelinegro mirándolo fijamente.

- Acabé de regresar de Venecia, así que por fin, pude venir a conocer el banco y para verte, ¿Acaso no puedo? - Dice aquél hombre alto.

- Digamos que tu presencia aquí, me incomoda un poco - Le habla Jimin mientras se levanta de su escritorio y va hasta él - No quiero que vuelvas aquí.

- ¿Por qué?, ¿No me digas que te avergüenzas de mí y por eso me ocultas? - Le pregunta el contrario un poco molesto.

- No, sólo no quiero que mis empleados se enteren de que estoy casado, Namjoon.

Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora