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La noche anterior

Seokjin estaba haciéndose de cenar una rica sopa de ternera, luego de meses de no hacerla pues a Jungkook no le gustaba, así que aprovechó que él estaba de viaje, para cocinar platillos que a él le gustaban.  Eran cerca de las ocho de la noche, por la televisión estaban pasando su telenovela favorita, que veía mientras cocinaba, en toda la casa había un olor delicioso. Tan concentrado estaba que por poco no escucha el timbre de su casa sonando insistentemente.

— ¿Quién será a esta hora, por Dios? — Se pregunta para sí mismo mientras va a abrirla, la abre sin quitar el seguro, cuando ve quién es, casi se va de para atrás — ¿Señor Kim?

— Hola hermoso, mmm, huele delicioso aquí — Dice Namjoon al otro lado de la puerta — ¿Llegué en un mal momento?

— Para nada — Responde Jin con una sonrisa nerviosa mientras le quita el seguro a la puerta — Pase — El mencionado entra y él vuelve a cerrar la puerta — No me dijo que vendría hoy, siento vergüenza, la casa está desordenada.

— No te preocupes, y lo siento si no avisé, quería darte una sorpresa, ¿Estás cocinando sopa de ternera? — Responde el más alto, el castaño asiente y va a la cocina a revisar como va su sopa — Oh, ¿Ves esta telenovela?

— Es mi favorita — Responde Jin desde la cocina — Bien pueda siéntese, si quiere puedo cambiar el canal, ¿Ya comió?

— Gracias y, no, no te preocupes, también me gusta esta telenovela. Y no, no he comido aún — Responde Namjoon sentándose en el sofá, quitándose su saco mientras se acomodaba  mirando al televisor.

— Ok, entonces. Esperemos un momento, a la sopa sólo le falta un poco — Dice Jin sentándose a su lado — Le gusta esta sopa, ¿No?

— Claro que sí, es mi sopa favorita.

— La mía también, pero no la hago mucho, porque a mi amigo y compañero de apartamento no le gusta — Menciona Jin volviendo a mirar al televisor.

— Vaya, no sabe lo que se pierde — Los dos ríen, luego Jin siente cómo el contrario pasa su mano por su cintura para abrazarlo a él, esto lo hace sentir muy nervioso — ¿Te molesta que haga esto?

— No, claro que no — Dice Jin sonrojado. Pasados unos minutos de silencio, él se levanta para apagar la estufa y servir la comida en dos platos, le lleva uno a Namjoon y luego él se sienta con el suyo  — Tenga buen provecho.

 — Gracias, huele delicioso  — El más alto probó una cucharada y su rostro solo fue de satisfacción pura  —  Dios mío, tienes unas manos benditas, nunca había probado algo tan delicioso en mi vida, lo juro.

—  Me alegra que le guste, bien pueda coma  —  Responde Jin muy nervioso.

 Los dos comían en silencio mientras miraban la telenovela, de vez en cuando brindándose miradas ocasionales y sonrisas nerviosas de parte de ambos, hubo un momento en la telenovela que hizo que Jin llorara, cosa por la que Namjoon le pasó su pañuelo mientras que se moría de ternura ver como él lloraba por algo tan simple, por eso, dejó un beso en la frente del contrario, haciendo que se atragantara y se sonrojara excesivamente. 

 — Vaya, si que tenía hambre, no dejó nada  —  Dice Jin mientras se levantaba y recibía el plato de Namjoon, completamente vacío.

— Tu comida es deliciosa, no podía dejar nada, es imposible hacerlo...  —  Responde él.

Jin fue a dejar los platos sucios al lavaplatos, en ese momento fue que sintió dos manos escurriéndose por su cintura, abrazándolo por detrás, esto alborotó por completo sus nervios, su corazón se aceleró, su mente comenzó a desvariar y su cuerpo comenzó a fallar.

Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora