Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)

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Jimin se quedó helado al escuchar la respuesta del menor, sólo se quedó sin palabras mientras el pulso se le aceleraba por los nervios y un temblor comenzaba a invadir su cuerpo, así cómo su rostro y sus manos comenzaron a sudar.

— ¿Por qué preguntas?, ¿Lo llegaste a conocer? — Pregunta Jungkook.

— Eh-no, sólo curiosidad, si, eso — Responde el mayor tratando de que no se le notase lo mal que estaba — Son muy parecidos.

— Oh si, eso decía todo el mundo, pero yo no lo sentía así, yo no soy ni la mitad de guapo de lo que él lo era.

— No es sano tener un complejo de inferioridad, eres igual de guapo a lo que él era — Dijo Jimin dando una sonrisa nerviosa — Lindo, creo que es mejor que yo me vaya. No es bueno que no esté en la casa a estas horas.

— Si, ve con mucho cuidado, que llegues bien. Descansa — Dice Jungkook mientras se acercaba para dejar un beso en sus labios, que el mayor correspondió dichoso.

— Gracias lindo, tú igual. Te amo.

— Yo también te amo, hermoso — Dijo Jungkook en un tono algo nervioso, que hizo sonreír al mayor.

Jimin salió de allí casi corriendo, iba manejando muy pero muy rápido, debía llegar lo más pronto a su casa o le daría un ataque de nervios allí en plena carretera, llegó y parqueó cómo pudo en su garaje. Menos mal y a Namjoon no le había dado por volver temprano, se quitó el abrigo y se lanzó a la cama mientras sentía un fuerte temblor apoderarse de su cuerpo, mientras restregaba su cabello con fuerza.

— Mierda, esto no puede ser posible — Decía mientras sentía que se moría de miedo — Jungkook... ¿Es el hermano menor de Junghyun?

En ese momento cayó en cuenta de todo, el parecido de sus nombres, el mismo apellido... Rasgos físicos similares, coincidencias entre las historias que ambos se contaron... Entonces, el hermano que le hicieron creer que estaba enfermo el día que lo hirieron de muerte... Era Jungkook.

Jungkook era del que él se la pasaba hablando maravillas, expresando cuánto lo quería y que esperaba ayudarle en su problema de ansiedad... Entonces, Jungkook sufrió ansiedad muy severa y fue internado.

— Dios mío, ¿Ahora que hago?... Si le digo la verdad, va a odiarme — Se dijo Jimin a sí mismo — ¿¡Que putas hago ahora!? — Gritó Jimin revolcando su cabello.

Decidió llamar a Rosé para pedirle su consejo, ella no se demoró nada en llegar a su casa.

— Entonces... ¿Me estás diciendo que Jungkook es hermano de Junghyun, el chico al que tus padres, con la inducción de Namjoon... Mandaron asesinar? — Jimin asiente con el cabello completamente revuelto, así como lo estaban sus pensamientos — Ay Dios mío.

— No tienes idea de cómo me siento, Ross... Por un lado, la maldita culpa no me deja en paz y ahora que sé esto, menos, quiero contarle lo sucedido... Pero, por otro lado, si se lo cuento, él va a odiarme... ¡Porque por mí fue que a Junghyun lo mataron!, ¡Le hicieron lo que le hicieron por meterse conmigo!... Jungkook va a odiarme a muerte y lo perderé... ¡Y sin él yo me muero!

Jimin no dijo esto con la lengua, lo dijo con el corazón. Rosé hizo una mueca lastimera, mientras en su mente pensaba alguna solución para darle a este gran problema.

— Ay Jimin. Te diré lo que pienso... Hasta que no asimiles que tú no tuviste la culpa de lo que le pasó a Junghyun, hasta que no te quites esa carga de encima, no podrás ser enteramente feliz aunque ya hayas encontrado el amor en alguien... Debes entender, que tú no tuviste la culpa de eso. Los que tienen la culpa son tus padres por haber dado la orden de que lo asesinaran, y Namjoon que fue a presionarlos para que hicieran algo al respecto... No tú.