Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)

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A la mañana siguiente, Jimin estaba solo en el hospital, pues Jungkook había tenido que hacer unas cosas con Jin y, el mismo Jimin había obligado a Rosé y a Jihyo a que fuesen a trabajar pues no querían dejarlo sólo. Pero ahora, sus nervios estaban más que alborotados ante la sorpresiva visita de Namjoon.

— Sé que lo que menos esperabas era verme aquí, pero... De alguna forma me... Siento responsable por lo que hiciste... — Dijo Namjoon sentado frente a la camilla. Jimin sólo permanece callado y mirando a otro lado —... Aunque no lo creas, creo que... Mis padres se pasaron.

— Pero no hiciste nada, sólo te quedaste ahí, quieto como una estatua... — Namjoon sólo calla —... Pero descuida, no esperaba nada tampoco... — Dijo Jimin con una sonrisa irónica.

—...Sé que no me creerás, pero... No quiero que mueras — Jimin sólo suspiró.

— ¿Sabes Namjoon?, Tú y yo tenemos más cosas en común de lo crees... — El mencionado voltea a verlo, sin retirar su expresión seria — Los dos somos hijos de padres sin escrúpulos, personas indeseables, manipuladoras, obsesionadas con la perfección, narcisistas y controladoras, que creen que porque somos sus hijos, debemos obedecerles en todo y hacer todo lo que ellos quieran con la excusa de que "Es lo mejor para nosotros" — Namjoon se queda callado — Los dos crecimos con la violencia física y psicológica como algo matutino, crecimos con nuestros padres controlando cada maldito paso que dábamos sin tener voz, ni voto, ni pensamiento, ni decisión... — El moreno no alzó la mirada, ni dijo ni una palabra ni hizo nada — Pero, a pesar de esto, hay una diferencia entre nosotros...

Jimin le estaba diciendo a su esposo todo aquello que siempre le quiso decir, pero que antes no se había atrevido. Él estaba consiente de que Namjoon había sido criado en el mismo entorno y con las mismas costumbres que él, en el que la violencia era el pilar para infundir respeto, que eso en parte influía en su forma de ser ahora que era un adulto, más no lo justificaba ni tampoco pensaba que era menos culpable de lo que le hacía.

— Esa diferencia es que... Tú te dejaste lavar el cerebro, lograron convencerte de que esta es la manera en la que se comporta alguien digno, en cambio, conmigo nunca lo lograron... Por más cosas que me hicieran, no pudieron inculcarme sus pensamientos.

La habitación se quedó en un profundo silencio, si bien Namjoon se sintió bastante molesto por el comentario, decidió callar. Cosa que a Jimin le sorprendió bastante, lo que esperaba era que le dijera cuánta cosa se le viniera a la mente y que hasta lo llegase a lastimar, no la reacción que él estaba teniendo.

"Vaya, ahora si tengo ganas de conocer a tu amante de turno, te tiene bastante cambiado...", Pensó Jimin.

— Te informo algo... No iré a dormir a la casa por aproximadamente un mes, me quedaré en un hotel cerca a la compañía, estamos realizando un estudio sumamente importante, algo que necesita tiempo completo y, todos los colegas nos quedaremos allí... — Dijo Namjoon para luego levantarse de la silla —...No siendo más, dejaré de molestarte con mi presencia y... No vuelvas a hacer eso, de verdad...

Dicho esto, Namjoon se fue de allí, dejando a Jimin sorprendido y confundido. 

— Esto si que es sorpresa... — Dijo Jimin.

— Hola, ¿Me perdí de algo?, Vi a la bestia salir de aquí... — Dijo Rosé quién apenas llegaba, mientras se sentaba en la silla — ¿Cómo es que él tiene el descaro de venir a verte?

— Lo mismo me pregunté en cuánto lo vi llegar Ross, pero... Me dejó sorprendido... 

— ¿Por qué?, ¿Qué te hizo o qué? — Pregunta Rosé curiosa.