Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)

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Jungkook se quedó completamente estático, mirando a la nada, con la mente nublada de miles de pensamientos que no podía siquiera analizar ni procesar bien, no podía creer lo que acababa de escuchar. Junghyun nunca le dijo nada sobre que tenía un enredo con alguien, es más, hasta pensaba que era asexual porque nunca decía nada sobre estar enamorado. 

— ¿Qué? — Eso fue lo único que Jungkook pudo pronunciar, mientras trataba de asimilar las cosas.

— Jungkook, mira, sé que es duro pero... — El mayor iba a tomar las manos del chico de lentes pero este se separó de él y se levantó de dónde estaban, esto hizo que al pelinegro se le salieran un par de lágrimas. Esto ya lo venía venir.

— ¿Por qué no me dijiste nada?, ¿Por cuánto tiempo me lo ibas a seguir ocultando?, Me estuviste viendo la cara todo este tiempo, ¿No?... — Dijo Jungkook en medio de la frustración — Ósea, la razón por la que a mi hermano lo mataron... ¿Fuiste tú? — Jimin asiente lentamente — Ahora si te pasaste con el descaro, ¿No crees?

— Jungkook, por favor, escúchame, ¿Sí?, por favor escucha lo que tengo que decir y si luego de eso... — Jimin se empieza a quebrar en llanto — Decides cortar con lo nuestro y dejar de verme, puedes hacerlo, pero... Por favor, escúchame antes, te lo pido, lindo.

A pesar de la rabia, el dolor y la frustración que se había acumulado en su ser luego de escuchar aquello que Jimin estuvo ocultando sobre su hermano, decir que no le dolía verlo llorar sería una vil mentira, pues... Lo amaba demasiado y el dolor de él era también su dolor. Luego de pensar con un poco más de claridad, intuyó que lo mejor era escucharlo.

— Bien, di lo que tengas que decir, te escucho... — Dijo Jungkook cruzándose de brazos, mirando al mayor.

El mayor seca sus lágrimas y suspira lentamente para luego comenzar a hablar.

— Es cierto. Junghyun fue ese amante que aún me duele recordar... Cómo ya sabes, lo conocí en una sesión de yoga, cruzamos miradas en toda la sesión hasta que él se me acercó y comenzó a coquetear conmigo de forma directa, lo primero que me dijo cuándo se acercó a mí en los vistieres fue: "Que gran belleza...", fue muy raro, pero él me resultó muy atractivo así que accedí a sus insinuaciones y el resto ya lo sabes... Pero en sí, Jungkook... Mi intención jamás fue la de lastimarte u ocultarte esto, es más... Yo no sabía que él era tu hermano — Jungkook alza una ceja por esto — Me vine a enterar el día que entré a tu apartamento por primera vez, cuando vi la foto de ustedes en la isleta de tu cocina... Él se la pasaba hablándome de su hermano y los constantes problemas de ansiedad que sufría, cuánto lo quería, el como le gustaría ayudarle más, pero nunca me mostró una fotografía ni me dijo su nombre... Te juro que cuándo vi a Junghyun en esa foto contigo y me dijiste que él era tu hermano casi me da un infarto, cuando llegué a casa lo único que hice fue llorar — Dijo Jimin ya quebrándose definitivamente — Porque aunque no lo creas... Me siento demasiado culpable de lo que le pasó a él... Por mí fue que lo mataron... Y yo, en realidad si sé quiénes lo hicieron... No me queda ninguna duda... Fueron mis padres quiénes lo mandaron golpear de esa forma tan horrible, porque Namjoon se enteró de que yo andaba con él, así que se fue a poner quejas y a presionarlos a que hicieran algo para él no tener que ensuciarse las manos... Ellos y Namjoon me torturaron psicológicamente por los siguientes tres meses en los que yo casi me vuelvo loco, la culpa no me dejaba en paz, ni me deja ahora... Pero te juro por ti, que eres lo más sagrado que tengo, que yo jamás desee que a él le pasara algo malo, ni tampoco ordené que le hicieran eso. He vivido toda mi vida bajo violencia y la odio más que nada, así que no sería capaz de hacerle nada de ese calibre a nadie... Lo juro.

Dicho esto, Jimin se quebró en un llanto desgarrador mientras agarraba sus cabellos con desesperación, hasta que sintió cómo fue aprisionado por los brazos del contrario, sintiendo ese calor que tanto lo reconfortaba, eso le devolvió parte de la calma, correspondió aferrándose al menor con fuerza.