Luego de todo lo ocurrido en la piscina, el jefe no quiso seguir andando por la isla, quedándose en el hotel, más que todo en el spa. Era ya muy tarde en la noche, Jimin no podía dormir, daba vueltas y vueltas en esa maldita cama pero no lograba conciliar el sueño. Todo tenía una razón o mejor dicho, un nombre.
Jeon Jungkook.
Ese cajero lo tenía completamente loco, se enloqueció todavía más luego de la fiesta de disfraces, para él ya era imposible negar y ocultar que le encantaba ese tímido e introvertido hombre, tenía sueños húmedos con él casi todas las noches.
— Maldito Jeon, deja de ser tan hermoso, te juro que mi mano ya no aguanta más.
Esto lo dijo mientras recordaba todas las veces que se había masturbado pensando en él. Incluso ahora decía esto mientras su mano descendía por su abdomen y llegaba hasta su miembro, dándole un apretón suave que logra hacer que muerda su labio inferior.
Recordaba todas esas veces que jugaba con su cuerpo mientras veía la foto de Jeon, siempre imaginándose que era él el que le hacía todo eso.
— Debo estar loco. Me he convertido en un completo guarro — Se decía a él mismo — Oh Jeon, ¿Qué mierda me has hecho?.
Definitivamente, tenía al pelinegro clavado en su corazón, y grabado en su cuerpo, aunque este aún no le hubiese tocado ni un pelo. Pero él sabía que con Jeon, sólo con una palabra o seña, él se volvería más fácil que la tabla del uno.
Guiado por un fuerte impulso, se levantó de su cama y salió de su habitación, luego de cruzar un pasillo, llegó hasta la puerta 402, la habitación de él. Tocó la puerta unas dos veces, no pasó mucho tiempo antes de que la puerta se abriera, dejando ver a un chico con el torso descubierto, el cabello despeinado, sin lentes y con una mirada confusa.
"Dios mío Jeon, no preguntes, agárrame, apriétame, muérdeme, cógeme, ahórcame, hazme lo que quieras. Qué bendición, que delicia..."
— Oh, señor Park... ¿Qué hace usted aquí? — Pregunto el pelinegro nerviosamente al ver frente a él a su jefe.
— Si no quiere que le rompa la cara, llámeme por mi nombre — Réplica el pelinegro mirándolo mal, y este asiente bajando la mirada.
Jungkook no entendía que hacía su jefe en su puerta, a la una de la mañana, en pijama, con una almohada en la mano.
— Jungkook, ¿Puedo dormir con usted?.
Esto dejó en shook al más alto quién miró desconcertado a su jefe.
— Sí, sé que es extraño. Pero no puedo dormir, y la única persona a la que le tengo la suficiente confianza es a usted, por eso estoy aquí.
— No entiendo je — Jimin arqueó una ceja — Jimin... No entiendo por qué... Pensó precisamente en mí. ¿Por qué dormir con alguien más, teniendo su propia habitación? — Se preguntaba Jeon y Jimin cambió su expresión.
— Es que... Hay días en los que si no tengo a alguien conmigo cuando voy a dormir, no puedo hacerlo — Dice Jimin con un poco de vergüenza y Jeon asiente — Dígame entonces, ¿Puedo quedarme con usted?.
— Cl~claro Jimin, pasé — El pelinegro pasa y Jungkook cierra la puerta.
Estaba tan nervioso y a la vez tan apenado pues su jefe estaba presenciando su habitación hecha un desastre. Él nunca había sido un amo del orden y sabía cómo era el mayor en cuánto a ese aspecto.
— ¿Qué estaba haciendo antes de que yo llegara? — Preguntó de repente el más bajo, mientras ponía su almohada en la cama, al lado de la de Jeon.
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Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)
FanfictionEn dónde Jungkook empieza a trabajar como cajero de un banco, pero al tener un problema con su jefe, este último empieza a ponerle su vida de cabeza... En todos los aspectos. ∆ • Historia 100% mía. ∆ • JK tímido pero top. ∆ • No copias ni adaptacion...