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[ Maratón 2/3 ]


No hace mucho habían llegado a la casa del mayor completamente empapados, Jimin ya se había duchado en el baño de las visitas, mientras que dejó que Jungkook se duchara en el baño de su cuarto.

Estaba buscando en la ropa de Namjoon, algo para prestarle al menor, tenía presente que su ropa le quedaría pequeña y sabía que se metería en problemas ya que al hombre de tez morena no le gustaba ver su ropa desordenada. Pero le valió.

— Mmm~lo siento Namjoon, pero no soy talla L en bóxer — Dice mientras abría el cajón en dónde estaba la ropa interior de su esposo.

Cuando ya no escuchó la ducha, fue hasta la puerta del baño y tocó suavemente.

— Jeon, tomé está ropa para que se cambie — Dice el pelinegro cuando toca la puerta, en ese momento, está se abre.

Jimin se sorprende demasiado, tanto que su corazón se aceleró.

No podía creer lo que estaba viendo.

Nunca imaginó que debajo de aquél uniforme de oficina habitual que era una talla más a la de Jeon, se escondiera un cuerpazo de las mil maravillas.

Jeon tenía un cuerpo esculpido por los mismísimos dioses, brazos musculosos, un sensual y bien marcado eigth pack, el pecho estaba marcado de una forma que solo provocaba ataques al corazón, además de unas enormes ganas de besar y marcar.

Tras de que era la primera vez que Jimin veía a Jeon sin sus lentes puestos.

Su rostro era prácticamente una obra de arte.

Si antes le gustaba, ahora le gustaba muchísimo más.

"Oh my god. Pero Jeon... Eres un jodido Dios griego. Hombre hermoso, sabroso y caliente, bien guardadito te lo tenías, ¿No?". Esto fue lo que Jimin dijo en su mente.

Este no pudo apartar aquella mirada sorprendida de él, mientras que el pelinegro estaba confundido y un poco asustado por la mirada de su jefe.

— Ehh~señor Park, ¿Me escucha? — Le habla el menor un poco confundido, su jefe reacciona — Necesito que me dé permiso para cerrar la puerta del baño y vestirme, por favor.

— Oh~si claro~lo siento — Jimin se retira de la puerta y Jungkook la cierra.

Jimin tiene que apoyarse en la pared pues siente que en cualquier momento se desmayaría.

— No dejas de sorprenderme, Jeon. ¡Dios santo, que hombre! — Dijo Jimin entre dientes mientras intentaba controlar su respiración y los latidos de su corazón.

"Yo quiero estar contigo amor, quiero arrancarte el pantalón, me desespero, pues quiero, que conmigo pierdas el control", Expresa Jimin en su mente, recordando aquella canción que Rosé escuchaba día y noche.

"No puede ser, ya la loca me pegó sus genes", Se reprochó a sí mismo.

Jimin se vistió igual, luego se dirigió hasta la cocina.

— Perdóneme si tardé de más, suelo tardarme mucho cuando me ducho, contando con que... Yo no tengo acceso a agua caliente muy seguido — Dice Jungkook saliendo a la cocina, en dónde estaba el pelinegro preparando algo — ¿Que hace? — Pregunta el menor curioso mientras miraba.

— Descuide Jeon. ¿Que qué estoy haciendo?, Pues comida — Le dice el mayor sin despegar la mirada del sartén. Jungkook asiente apenado mientras sonríe nerviosamente — Jeon, vaya para el comedor.

El menor obediente, hace lo que el mayor le dice, luego de unos minutos, Jimin llega con dos platos en la mano, pone uno frente al menor y él se sienta a su lado con el suyo.

Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora