Los dos seguían abrazados allí bajo ese gran árbol, en un cómodo silencio, en el que lo único que se escuchaba eran las olas impactando contra las rocas y el sonido de la brisa fría de aquella estrellada noche.
— ¿En qué estás pensando? — Pregunta Jungkook.
— Estoy soñando despierto... — Cuenta Jimin con voz suave y melodiosa, manteniendo los ojos cerrados — Sueño que estamos en un mundo en el que eres mío sin necesidad de esconderte. De verdad, anhelo eso — Dice Jimin en el mismo tono levantando su mirada hacía el menor, este le miraba curiosamente — ¿No te gustaría?
— Claro que sí. Sería maravilloso — Dicho esto, Jimin tomó por sorpresa al menor con un beso apasionado, mismo al que él no dudó en corresponder. Al separarse, Jimin con una bella sonrisa, le tomó la mano y empezó a jalarlo para que fuera con él.
Este por supuesto lo siguió, caminaron hasta llegar al extremo oeste de la isla, en dónde la mayoría de personas eran extranjeras, allí podían disfrutar el festival con plena libertad y seguridad de que ninguno de sus conocidos los viera juntos y se dieran cuenta de su romance.
Bailaron, bebieron, comieron, recorrieron toda la isla y hablaron por horas, no parecían estar aburridos ni mucho menos, conocieron muchas personas e hicieron varios amigos extranjeros. Estar con Jimin le ayudaba a Jungkook a dejar un poco su timidez, el mayor lo motivaba a hablar con otras personas y cada que se sentía nervioso, daba un apretón a su mano, dándole a entender que todo estaría bien.
Así cómo Jimin se sentía más tranquilo que nunca, se sentía libre, se sentía pleno, amado y completamente feliz estando con Jungkook, él le brindaba eso que toda su vida se la pasó buscando, el amor que sentía por él era tan grande que si por él fuera, se la pasaría pegado a él todo el tiempo y no se cansaría. No quería ir a ningún otro lado.
— Estoy rendido... — Soltó Jungkook mientras ambos caminaban por una colina cuesta arriba, agarrados de la mano. Eran las cuatro de la mañana ahora.
— Hemos bailado como locos. Talvez por eso, ni siquiera sentimos los efectos del alcohol — Responde Jimin.
Los dos llegaron hasta la cima de aquella pequeña colina, en dónde había una laguna de agua caliente natural, justo bajo un árbol, se quitaron los zapatos y metieron sus pies al agua, sentándose en la orilla.
— Esta noche es de las mejores de mi vida — Dice Jimin apoyando su cabeza en el hombro de menor.
— ¿Por qué? — Pregunta inocentemente el menor.
— Por varias cosas, la principal: Porque estoy contigo. Y la otra, porque es la primera vez que asisto a un festival. Me he divertido cómo un loco — Dice Jimin con una sonrisa y tono de voz muy suave, mismo que causó mucha ternura en el menor.
— Jimin — El mencionado alza su mirada hacía él con ojos brillosos e ilusionados. Esa bella mirada que a él le causaba tantas cosas.
— Dime.
— ¿Sabes algo? — Jungkook pone una de sus manos en la cintura del mayor, acercándolo a él, este no aparta la mirada de él — Me fascina el doctor Park intimidante, serio, imponente, mandón y recio, ese que con una mirada te entierra vivo... Pero — Posa su otra mano en el rostro del mayor, sin dejar de mirarse fijamente — Amo sin medida a Jimin, sensible, tierno, amable, sonriente, ese que daría su vida por defender a los suyos... Amo a tu yo real, al que está escondido bajo una imponente máscara de hielo, ese bello ser que eres cuándo estás en confianza. De ese fue del que me enamoré profundamente...
Fue rápidamente sorprendido por los labios del mayor, que cortaron sus palabras, cuando se separó, los dos estaban sonrojados, esto hizo que sonrieran tímidamente.
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Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)
FanfictionEn dónde Jungkook empieza a trabajar como cajero de un banco, pero al tener un problema con su jefe, este último empieza a ponerle su vida de cabeza... En todos los aspectos. ∆ • Historia 100% mía. ∆ • JK tímido pero top. ∆ • No copias ni adaptacion...