Una Fiebre Llamada AMOR • (Kookmin)

🖤 27🖤

El día estaba perfecto, despejado y soleado, así que los ánimos estaban por los cielos, ya habían llegado muchos afuera del banco para esperar el auto bus que los llevaría al aeropuerto, todos iban vestidos con ropa fresca, algunos tenían sombrero y lentes de sol, junto con sus maletas.

— ¿Alguien sabe si Yoongi si vendrá? — Pregunta Jungkook mientras se colocaba un sombrero que le había regalado Ellen.

— No, no me contesta los mensajes desde anoche — Añade Ryunjin — Me dijo que su esposo no había reaccionado muy bien y que discutieron. Así que no estaba seguro de poder venir con nosotros.

— Ay, debería divorciarse — Dice Ellen.

— No exageres, eso ya es muy radical — Dice Soojin quién estaba sentada en el suelo.

— ¿Tener un esposo que te ponga problema por viajar con tus compañeros de trabajo?, Está mandado a recoger, por favor. Prefiero irme de monja antes que querer eso — Responde la pelinegra haciendo reír a todos.

— No salgas con esas que una vez te llevaron de excursión a un convento y te sacaron de allí a las dos horas porque no te soportaban — Añade Ryunjin, Ellen abre la boca en señal de estar ofendida.

— Eso fue un malentendido, yo no regué la olla de sopa...

— Pero si dejaste caer la loza artesanal que tenían ellos allá, y es peor — Termina la primera, todos vuelven a reír.

— Imagino entonces que Ellen toca agua bendita y se quema — Dice Jungkook con una sonrisa en el rostro.

— Pero ayuda más, genio, con esta clase de amigos, ¿Para qué quiero yo enemigos? — Dice esta — Oigan, ¿Ese que viene corriendo cómo si estuviese aguantándose una diarrea no es Yoongi? — Añade Ellen de nuevo mirando a la esquina.

— Dios santo, creí que el bus me dejaría. ¿Qué tal, chicos? — Saluda el chico pálido con la respiración agitada.

— Nosotros bien, pero estábamos muy preocupados Yoon, creíamos que no vendrías — Dice Ellen acercándose a él.

— Woon si se quedó algo molesto pero aún así, me dejó usar su tarjeta — Dice Yoongi mostrando la tarjeta de crédito de su esposo con una sonrisa victoriosa — Yo no me perdería este viaje aunque me costara mi divorcio.

En ese momento, al lugar llegaron el señor Park, acompañado del vicepresidente Jung, vestidos con ropa cómoda y lentes de sol, los dos traían dos maletas cada uno, eran los únicos que faltaban. Jungkook sintió diversos escalofríos al ver a su jefe, pero a la vez, no podía retirarle la mirada de encima.

— Muy calurosos y hermosos días para todos — Dice el doctor Jung con su característica sonrisa.

— Buenos días a todos — Dijo el señor Park.

— Buenos días doctores — Respondieron todos.

El auto bus no demoró ni cinco minutos en arrimar, todos formaron una fila y se subieron luego de haber guardado sus maletas en el baúl de atrás, los últimos que subieron fueron los dos jefes, Hoseok se sentó en la cabina con el chofer, Jimin se sentó junto a Ryunjin en el asiento que sigue al de la cabina. Curiosamente cerca de dónde Jungkook estaba sentado con Ellen. El auto bus arrancó con dirección al aeropuerto, en todo el camino, el grupo se dedicó a contar chistes y reír con los cantos improvisados de Yoongi junto con otro chico que era de la misma área de Ellen.

Llegaron al aeropuerto, allí el personal les ayudó a los que tenían las maletas más pesadas a transportarlas, pasaron por el check-in y les entregaron sus boletos, luego los pasaron a la sala de espera. El Banco Nacional había reservado un avión sólo para ellos, de modo que fuera mucho más cómodo para todos. Luego de esperar treinta minutos, los llamaron para abordar, las maletas grandes fueron envueltas en plásticos y fueron llevadas a la sección de embarque de carga pesada, en la bodega del avión, mientras que a ellos los pasaron para subirse al avión. Cada uno buscó el lugar asignado en el boleto, lastimosamente algunos quedaron muy lejos del otro, cómo Jungkook que le tocó atrás y Ellen hasta adelante, Yoongi quién quedó en el medio y Ryunjin hasta adelante. En cambio, había alguien quién había quedado más que satisfecho con el asiento que le había tocado. Si, ese era Jimin, pues le había tocado justo al lado de Jeon.